domingo, 19 de diciembre de 2010

Misa del Gallo 2010



Como todos los años en la Catedral  de Santa Ana de Las Palmas de Gran  Canaria celebramos la “Misa del Gallo” oficiada por el Obispo de Canarias, más este año para mi será especialmente emotiva, ya que veré cumplir un viejo sueño, escuchar la música de mi bisabuelo, donde jamás debió desaparecer.


La música religiosa es fuente de  iluminación y acercamiento a Dios, llames como llames a tu Dios. Por ello, este año recuperaremos la tradición de cantar la “Misa Pastorella” de Maestro Valle, que desde 1880 se interpretaba en tal ocasión hasta la década de los setenta, interrumpida por circunstancias de la época, pero jamás olvidada por los feligreses y en particular por los que formaban  parte activa del coro y  orquesta en la Nochebuena.


Una misa que mantiene los momentos del ordinario de la liturgia: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus Benedictus y Agnus Dei, para la festividad de la Navidad.
Se trata de una obra musical muy reconocida en Canarias, compuesta para orquesta sinfónica y tres voces masculinas. De estilo romántico, la Misa Pastorella de Bernardino Valle Chinestra es una composición amable, de gusto refinado, sencillez en el tratamiento de las voces, y bastante equilibrada.


Rescatamos así la tradicional solemnidad de la Misa del Gallo, oficiada con coro y orquesta, gracias al arraigado sentir de los habitantes de las Islas y la  apreciada colaboración del Presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez García, que patrocina responsablemente el evento como actividad de la candidatura de Las Palmas de Gran Canaria a la Capitalidad Europea de la Cultura 2016. 
Preciosas anecdotas se produjeron en la andadura, destacaré la de dos ex presidentes del Gobierno de Canarias, Jerónimo Saavedra que la cantó como tenor cuando por allí estaba Alfredo Kraus y la de Lorenzo Olarte que la escuchó sentado en la catedral al lado de Gregory Peck cuando  vino a rodar una película. Otras, las menos, fuerón recelosas a que se convirtiera en una misa concierto o en un espectáculo que restará protagonismo a la ceremonia religiosa.  


Como botón de muestra de la categoría de la obra de Maestro Valle, subiré si puedo, la grabación en directo del Kyrie interpretado por la Orquesta Universitaria Maestro Valle, dirigida magistralmente por José Brito en el Concierto de Navidad de 2010, la cual aplaudió a rabiar el Rector José Regidor y toda la Comunidad Universitaria asistente. En otra ocasión será o mejor, nos vemos en la Misa del Gallo.




domingo, 21 de noviembre de 2010

Árbol de amor



¿Es mi amor el árbol de los 40 escudos?
¡Único  y eterno en mi jardín secreto!
Sencillo  y doble como  las canciones de Goethe
cambia sus hojas de verde a dorado
con renovadas sensaciones al  viento.

Árbol  sagrado en la pagoda de mi cuerpo,
el porte erguido en su juventud y muy longevo
con ramas anchas que buscan la luz
y crea la sombra perfecta.

Abanicos de hojas con largo peciolo
algo carnosa y ahorquilladas venas.
¡Partida en dos, siendo una!

En mi otoño adornado de oro viejo
tras el caluroso verano  dio su fruto
una sola semilla que no resiste el tiempo para germinar,
necesita del polen querido para poder madurar.

El y ella, como árboles dioicos crecen juntos para continuar.
¡Fósil viviente!, ¡No cambies a través de las eras geológicas!
¡Especie vegetal  viva más antigua del mundo!, ¡Busca la eternidad!

¿Es así mi amor?, ¿Como este árbol del oriente?
¡Aquel que conocí gracias a ti!
Hoy me siento fundido, un ser doble y sencillo.
Un ginkgo biloba, un solo amor,  mitad tú, mitad yo.




La "Misa Pastorella" de Maestro Valle

Llevado por la curiosidad de conocer mejor a mis antepasados vengo hace años recabando información sobre mi bisabuelo el compositor y director de orquesta, el venerado “Maestro Valle”. A medida que iba avanzado en la investigación, siempre quedaba en el aire por mis informadores, una referencia alusiva a la magistral obra que se interpretaba en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria por Navidad  desde 1880, llegando a convertirse en un clásico  en la misa del Gallo, hasta tal punto que muchos fieles iban a la misa tanto para dar gracias a Dios como para disfrutar de los cánticos  de la “Misa Pastorella” de Maestro Valle. Algunos incluso sostienen que  se dejó de interpretar en la década de los setenta porque la belleza de la música restaba protagonismo y atención a la ceremonia religiosa, pero jamás fue olvidada por aquellos feligreses que entiende la música como una oración y la recuerdan con gran devoción, incluso  mitificándola como la “pastorcilla perdida”.
Prestigiosos musicólogos como Lothar Siemens o Arminda López, han investigado con dedicación el legado de Bernardino Valle Chinestra que donó la familia para su conservación al Museo Canario, siendo catalogadas  todas sus composiciones, pero la “Pastorella”, seguía incompleta. Nicolás Díaz Saavedra, un ferviente admirador de Valle por herencia de su abuela que fuera discípula del maestro, me facilitó un archivo sonoro de escasa calidad técnica que grabó en directo el año 1973, probablemente la última interpretación en la Catedral, la cual guardaba como una verdadera reliquia en la certeza que sería un documento imprescindible para rescatar los movimientos básicos y espíritu de la composición.
La insistencia de José Brito, director de la Orquesta Universitaria Maestro Valle de la ULPGC, por recuperar las partituras originales para reestrenar la obra en uno de sus conciertos, grabarla y si fuera posible interpretarla en la Catedral,  donde durante más de setenta años se tocó y cantó en la “misa del gallo”, se convirtió para mi en un compromiso y una responsabilidad familiar  por encontrarla y rescatarla para renovar la tradición navideña, que en el correr de los años y a lo largo de muchas generaciones fuese un cántico imprescindible en las fiestas religiosas de nuestra Isla, especialmente por Navidad.
Todos apuntaban que una copia de la partitura la custodiaba un familiar, pero nadie daba señas de su identidad, hasta que Luis Valle Peñate me indicó  la posibilidad que su hermano Bernardino pudiera darme alguna clave.
 Efectivamente, le llamé por teléfono, le comenté mi deseo de rescatar “La Pastorella”, y mi interés al respecto, contestándome que tiene un viejo baúl en su despacho de medicina con documentos de su padre, Bernardino Valle Gracia, que fuera Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y Diputado a las Cortes en tiempos de la República. Me pidió un tiempo para buscarla, ya que su esposa se encuentra en delicado estado de salud. A la semana, ansioso por sus noticias contacté nuevamente con él, confirmándome que tenía algo y pasara por allí para verlo, dándome una cita como si fuera un paciente para el siguiente martes a las 10:30 horas.
A pesar de no tener mantener una intensa relación familiar, lo conocía por mi árbol genealógico de la familia, al verlo personalmente nos saludamos con gran entusiasmo, probablemente porque nuestros rasgos físicos reflejaban nuestra ascendencia común y nuestro carácter afable invitaba también a ello. La rama de los Valle siempre me ha causado un gran respeto y admiración, a causa del recuerdo que tengo de mi abuela Luz, una autentica señora  de las llamadas de antes, que desprendía autoridad, al tiempo que serenidad, dulzura, humildad, y sobre todo desprendía amor.
Un fuerte sigilo denoto al traerme el libro encuadernado con tapas negras, a continuación le resta importancia a su utilidad para mi investigación, a la vez reconociendo su gran valor emocional por conservar un manuscrito de su padre del que no se quería desprenderse. Me esfuerzo por darle la confianza necesaria para que me dejara hacer una copia con plena garantía de su devolución en el mismo estado en el que me lo entrega, y por supuesto mantenerlo y conservarlo durante una semana para escanearlo con esmero y cuidado.
Cuando lo tuve en mis manos, casi sin creérmelo y sin mediar más, salí rápidamente del despacho en el que ni siquiera me senté para aprovechar el plazo comprometido. Cogí la calle Padre Cueto hacia Las Canteras, como lo hacía en mi niñez lleno alegría desde mi casa en el número 33 a la playa para jugar en la arena con mis amigos y amigas.
Corriendo por el paseo con ánimo de llegar pronto a la casa de Sargento Llagas para dar la noticia del feliz hallazgo, a la altura del balneario, me encuentro de frente a María Teresa que orgullosamente paseaba en su cochecito a nuestra nieta Alejandra.

Sorprendido por lo inesperado del encuentro, creí incluso que fuera una premonición, superado el momento reacciono emocionado y eufórico ante la agradable sorpresa con la piel erizada, Sentí un escalofrío que me indicaba la  presencia fantasmal de mi bisabuelo a través de la mirada de mi nieta, igual lo hiciera cuando nació mi nieto Gabriel para desearme renovadas ganas de vivir, y claramente transmitirme que mientras corra por nuestras venas su sangre permanecerá junto a nosotros en este mundo para protegernos como un ángel de la guarda.

Repleto de nostalgia, ya en el hogar, abro el libreto negro de rebordes forrados en piel con extrema diligencia para no estropearlo, leyendo en su primera página a modo de prólogo la siguiente declaración:

Las hojas manchadas por el tiempo, unidas y sujetas con hilo carreto, las fui escaneando con el mayor cuidado para no deteriorarlas, una a una, las ciento veinte y dos páginas. A medida que lo iba haciendo, no con escasa dificultad, me regocijaba la visión por la belleza de las notas musicales, escrita sin tachaduras y por su gran laboriosidad. Daba la sensación que reproducía una obra de arte más que la copia de una partitura. Excitado y sudoroso al acabar la tarea en un día otoñal, caluroso y de alta humedad, me dispuse a compartir mi descubrimiento con José Brito que se encontraba dando clases en Magisterio, igual que lo hacía 100 años antes el Maestro Valle, quedando vernos al terminar su docencia en la cafetería.
Él estaba tan entusiasmado e ilusionado como yo, mi inquietud como profano de la música clásica religiosa era recabar la opinión del experto al valorar el documento y su utilidad para llevar a cabo nuestro proyecto de recuperar de forma completa “La Pastorella”. Efectivamente me confirmó una vez inspeccionado el libreto que era lo que buscábamos, y el “Yes, we can” para digitalizarlo con un programa musical que poseía un miembro de la orquesta.
Al día siguiente, por correo electrónico me ratifica que Marcos Pulido con el archivo en pdf de la partitura y la grabación sonora, la había digitalizado con éxito y que el 17 de diciembre celebraría un concierto en el Paraninfo de la Universidad donde ofrecería como propina al público asistente el primer movimiento de la Misa Pastorella: I. Kyrie, donde se expone el tema musical más recurrente de la misa en los diferentes movimientos posteriores del Gloria, Credo,  Sanctus, Benedictus y Agnus Dei, que forman la apreciada obra.
El movimiento musical que cerrará el acto, se llevará a cabo con la Schola Cantorum de la ULPGC, coral que dirige actualmente el italiano Stefano Degano, y la Orquesta Universitaria Maestro Valle de la ULPGC dirigida por su magnífico director titular, el ilusionado José Brito.
En el futuro, y con la colaboración de toda la familia, amigos y fans de Valle, el reto será reestrenarla en la Catedral durante la misa del Gallo, recuperando así la tradición navideña y rescatar para la memoria musical canaria la “Misa Pastorella” de Maestro Valle.
Hoy, 20N hemos recuperado la “Misa Pastorella” de Maestro Valle, una obra fundamental de la música religiosa canaria con 120 años de historia.
¡No la volveremos a dejar en el olvido!, ¡Enhorabuena y felicidades a todos!            



jueves, 28 de octubre de 2010

La Gran Cohesión

Metido en la tarea de integrarme en un equipo humano cohesionado para gestionar un grupo de empresas, y ante la disponibilidad de una técnica de pensamiento y una paleta de colores que me sugieren los expertos en la materia, me sumerjo en la reflexión tan solo con en el ánimo de no tragarme todo lo que me dicen sino hacer propias de forma consciente las aconsejadas, y en la medida de lo posible innovarlas o renovarlas con nuevas miradas.



En este caso, la cohesión del equipo nace como una necesidad del propio grupo y lo marca como objetivo. Esto hace que el éxito esté garantizado, ya que la simple voluntad de quererlo todos sus miembros con absoluta libertad, logran por si mismo el objetivo de la propia cohesión inicialmente. Más seguir cohesionados nos obliga a descubrir el papel que deben jugar todos y cada uno de los miembros del equipo, descubriendo nuestras capacidades y habilidades individuales y del grupo, a la vez del conocimiento y adiestramiento en estrategias, procesos, etc.,  que faciliten y hagan posible una cohesión permanente y sostenible.
Esta introducción me permite reflexionar sobre la teoría facilitada por Edward de Bono sobre el pensamiento constructivo y creativo, así como profundizar en los métodos y las herramientas que utiliza, en concreto de la técnica  de  los “Seis Sombreros para Pensar”, que sucintamente paso a describir:
SEIS SOMBREROS PARA PENSAR*
Es una técnica que es utilizada para poder analizar una decisión desde varios importantes puntos de vista o perspectivas.
Muchas de las personas exitosas piensan desde un punto de vista muy positivo y racional. Esto es parte de las razones por lo que son exitosos. A menudo, sin embargo, fallan al ver un problema desde una perspectiva emocional, intuitiva, creativa o negativa. Esto puede significar que subestiman la resistencia a planificar, fallan al hacer saltos creativos y al no hacer los planes de contingencia necesarios.
En forma similar, los pesimistas tienden a ser excesivamente defensivos. La gente muy sensible puede fallar al ver una decisión con calma y racionalmente.
Si vemos a un problema utilizando la técnica de los “Seis Sombreros para Pensar”, entonces podemos llegar a resolver el problema utilizando todos estos enfoques. Nuestras decisiones y planes podrán mezclar la ambición, habilidad en la ejecución, sensibilidad, creatividad y buenos planes de contingencia.
Cada Sombrero es un estilo diferente de pensamiento:
Sombrero Blanco: con este pensamiento debemos enfocarnos en los datos disponibles.
Sombrero Rojo: ‘colocándonos’ el sombrero rojo, podemos ver los problemas utilizando la intuición, la reacción interior, y la emoción.
Sombrero Negro: utilizando el sombrero negro podremos ver todos los puntos malos de una decisión.
Sombrero Amarillo: el sombrero amarillo nos ayudará a pensar positivamente.
Sombrero Verde: el sombrero verde corresponde a la creatividad.
Sombrero Azul: el sombrero azul constituye el control de procesos.
* Para más información sobre esta técnica se debe leer el libro de Edward de Bono, “Seis Sombreros para Pensar”. Fuente: Página Oficial de Edward de Bono (http://www.edwarddebono.com)
Ahora con mi paleta de colores, y dándole paso a la luz del físico Isaac Newton, el cual nos ilustró a través de su experimento del prisma que la luz blanca contiene todos los colores en su más extensa connotación y que para el ojo humano, sólo se le es visible, lo que su naturaleza fisiológica le permite, simplificaré que al pasar un haz de luz por el prisma, éste se subdivide en siete colores. Para ilustrar las reflexiones  observemos los siguientes gráficos de colores primarios y secundarios tanto de la mezcla aditiva como la sustractiva.

 La gráfica A hace referencia a los colores primarios luz que tradicionalmente nos los bautizaron como verde, rojo y azul y es aquí donde intervengo para corregir este bautismo de la historia del color; mi propuesta es que los "nombres" que le corresponde a los colores primarios luz, resultado del estudio y observación de los físicos deben ser: verde, naranja y violeta y sus secundarios amarillo, cyan y magenta el cual todos mezclados dan el color blanco.
La gráfica A1 nos ilustra los tres colores primarios y secundarios pigmento. Los primarios son los amarillo, cyan y magenta, junto a sus secundarios por mezcla nos dan el verde, naranja y violeta, el cual todos mezclados dan un castaño oscuro, casi negro.
Dicho lo dicho, me llevaré ahora mis colores para introducirlos como una variante en la  técnica  de Edward de Bono, la cual llamaré los “Zapatos para Decidir”.

ZAPATOS PARA DECIDIR*
La primera diferencia es que no me apoyaré en la cabeza, sino en los pies, en los dos al mismo tiempo, signo de la cimentación, la fundación y la sostenibilidad. Sin embargo, empezaremos el nacimiento por la cabeza, como lo hace el bebé cuando llega a este mundo ayudado por la matrona que lo asiste en el parto para terminar sujeto por los pies dando el grito a la vida.
Para tomar una decisión me afianzaré en la confrontación permanente del yin y el yan, del bien y del mal, o en nuestro caso del pie derecho y el pie izquierdo, para luego pasar al tronco de la toma de decisión cohesionada.
La segunda diferencia será en el significado de los colores para ajustarme a la simbología de lo que me expresan o percibo, ampliando la gama colores para representar nuevas perspectivas que considero básicas para tomar una decisión ajustada.
Tan solo dispondré de tres pares de zapatos, uno verde, otro naranja y el tercero violeta. Son los zapatos básicos (igual que colores primarios) la condición necesaria y suficiente.
Me los iré poniendo de acuerdo al ánimo o al gusto del momento, ya que el resultado final depende únicamente de haber seguido todo el proceso. En esta ocasión, para una mayor comprensión, empezaré poniéndome los zapatos verdes, a continuación los naranjas y después los violetas, pero cada vez que me quite uno me pondré otro. Así lograré las siguientes miradas: verde (los dos zapatos verdes), amarillo (un zapato verde y otro naranja), naranja (los dos naranja), magenta (uno naranja y otro violeta), violeta (los dos violeta), Cyan (uno violeta y el otro verde).
Efectivamente seis miradas diferentes, que darán la mezcla aditiva o sustractiva, la visión blanca o la visión negra. Volver a los gráficos anteriores para visualizarlos y comprenderlos.
Cada par de zapatos  puesto en todas las combinaciones posibles nos dará un estilo diferente de pensamiento o miradas pensadas:
Mirada Verde: corresponde a la creatividad, el progreso, la ilusión, la esperanza, la innovación.
Mirada Amarilla: nos ayudará a pensar positivamente, la seguridad, la confianza, la prudencia, la fe, la sostenibilidad.
Mirada Naranja: podemos ver los problemas utilizando la intuición, la valentía, el coraje, la emoción, la eficiencia, la competitividad.
Mirada Magenta: podremos ver todos los puntos débiles de una decisión, la avaricia, la soberbia, el egoísmo, la vanidad, la libertad, la rentabilidad.
Mirada Violeta: constituye el control, la cooperación, la solidaridad, la fraternidad, la espiritualidad, la transcendencia, la justicia, la responsabilidad.
Mirada Cyan: este pensamiento debemos enfocarnos en la honradez, la lealtad, la humildad, la igualdad, la transparencia.
Mezclando las miradas Verde, Naranja y Violeta nos ofrecen la visión aditiva que es la Blanca y mezclando las miradas Amarilla, Magenta y Cyan, nos manifiestan la visión sustractiva que es la Negra, construyendo así el yin y el yan, al que llamaré: “La Gran Cohesión”.

Así se construye nuestro logotipo, círculos de colores que se mueven libres, diversos, diferentes; pero unidos por una identidad compartida, responsable y solidaria.
Esta gran cohesión es nuestro objetivo:





* Gabriel Navarro Valdivielso

jueves, 23 de septiembre de 2010

Al principio de mi blog



En principio se me ocurren dos cuestiones para empezar a gatear, la primera: recordar aquél preciso momento cuando mis padres me pusieron de cuatro patas, la segunda: recurrir a lo enseñado por un venerable maestro.
Siento la ternura de mi madre dejándome en el suelo con extremo cuidado, irá comprobando mi fortaleza para sostenerme sin dejar de protegerme con sus dulces brazos. Mi padre prudentemente advierte los riesgos de una posible caída, al tiempo que te anima a que pase a sus firmes manos.
¿Fue atrevido? !No! Es difícil conseguirlo a la primera vez, aunque el principio no es dar el primer paso, es creer que puedes darlo, por eso me enseñarón que el principio era la Palabra, con Él andaría mis primeros Versos Dorados para conseguir la belleza de un Poéma Eterno. ¿Que padres no desearían adornar a sus hijos con las mayores virtudes?
No descarto la segunda cuestión recurriendo a lo que Pitágoras aconsejó a sus discípulos:  "Es preciso, callarse o decir cosas que valgan más que el silencio. Vale más que arrojéis una piedra al azar que una palabra ociosa e inútil. No digáis poco en muchas palabras, sino en pocas decid mucho".
Moverse es vida, y la quietud nuestra muerte. Aún sabiendo que mi destino final es encontrarme con el Gran Arquitecto del Universo, sé que no podría alcanzarlo sin la ayuda de mi familia, hermanos, maestros, amigos, compañeros, o tal vez, ¿quien sabe? de ti mismo.
El evangelio de San Juan comienza así:
"En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el verbo era Dios. Él estaba en el principio en Dios. Todas las cosas existen por él, y sin él nada empezó de cuanto existe".
Al principio de mi blog, este fué, es y será el "Principio".

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Gateando la vida


Igual que un bebé empieza a moverse por la casa en busca de no sabe qué, tal vez llevado por la curiosidad, o quizás por un simple impulso de la vida, hoy comienzo con mi blog-andador a gatear por el árbol de la vida. Espero un camino duro pero gratificante.