domingo, 20 de noviembre de 2011

Otra mirada al Guernica



Con motivo de rememorar la llegada del Guernica a nuestro país, los mediadores culturales del Museo Reina Sofía realizan visitas donde se analiza cómo y por qué esta obra de Picasso se ha convertido en símbolo del fin de la Transición democrática española así como en un icono reconocido universalmente. Global, se encuentra en un periodo de transición; ideal momento  para  recuperar, renovar e incluso relanzar, los principios orientadores de un grupo de personas capaces de auto gestionar la empresa laboral,  la cual en el transcurso del tiempo se ha convertido en un icono de la economía social española. Con el fin de realizar un merecido reconocimiento a sus fundadores, ejemplos de valor, guerra y  arte, llamaré simbólicamente esta reflexión: Otra mirada al Guernica.


Una empresa que ronda los cuarenta años, propiedad de las personas que trabajan en ella, cuya plantilla de trabajadores tiene la misma edad media,  cabe pensar de una vida en paralelo desde su nacimiento,  infancia,  juventud, madurez, etc..... Hoy la empresa y trabajadores se encuentran en  plena madurez de su existencia, después de pasar los estudios y tal vez casarse, o mejor dicho para la empresa, fusionarse,  de brotar las primeras empresas filiares, y en la andadura de construir un grupo empresarial ante el reto de afrontar el relevo generacional  por la jubilación de la mayoría de los fundadores que afecta  a todos los niveles de la estructura y organización de la empresa.
Hemos sido buen instruidos por nuestros socios fundadores, han transmitido una identidad y una cultura empresarial y laboral basada en el dialogo, la transparencia, la honestidad y la fraternidad. Hemos adoptado el modelo de la autogestión empresarial, fundamentada en la participación y la cooperación, con las reglas de la gestión democrática y solidaria. Somos una empresa con pedigrí social, donde tiene primacía la persona sobre el capital, el reparto de los beneficios es igualitario y más justo, enraizado en lo local con espíritu global. Todo ello indica que debemos recuperar  y renovar la fuerza, la sabiduría y la belleza de nuestros precursores, de sus principios y de sus valores.
Principios orientadores perfectamente alineados con los que plantea la Comisión Europea para las empresas que desarrollan su gestión en base al modelo de Responsabilidad Social Corporativa, que viene transformando las señas de identidad y reputación de las empresas en este siglo XXI, logrando con ello una mayor rentabilidad socioeconómica, competitividad y eficiencia. La concienciación que nos produce el concepto tradicional de la responsabilidad social corporativa, su evolución  y las sinergias de colaboración con otras empresas socialmente responsables, será sin duda un eje clave para innovar nuestra iniciativa empresarial.
El cambio pasa fundamentalmente por innovar, pensar las cosas de nuevo y de forma totalmente diferente. En el caso de nuestra empresa que no parte de cero, innovar es todavía más difícil ya que suele requerir un cambio cultural importante para aprender a desprendernos de modelos mentales clásicos que nos ciegan a nuevas posibilidades y gestionar la comunicación e implementación del cambio.
 Es periodo de madurez, al tiempo de renovación. Es momento para  abrir el dialogo sobre lo esencial, que permita consensuar la reformas necesarias para garantizar el futuro y la sostenibilidad de la empresa, con el fin de alcanzar el objetivo de mejorar el bienestar económico social de la familia global, clientes, proveedores y en general  todos los llamados grupos de interés. El intraemprendimiento social se considera la versión moderna de la RSE tradicional, se trata de insertar valor social en la estrategia de negocio.
Resalto  algunas de las últimas medidas responsables que entendemos de carácter voluntario y de interés colectivo insertadas en nuestra estrategia de negocio:
Instrumentalizar un modelo de gestión sostenible y  socialmente responsable, dotándonos de una dirección estratégica de RSGlobal que apoye la iniciativa de intraemprendedores sociales.
Dotar y distinguir nuestro mecenazgo en la Cátedra de Responsabilidad Social Global de acuerdo al convenio de colaboración suscrito con la ULPGC, para promover la formación, investigación e innovación de la RSE, en colaboración con expertos, docentes, investigadores y emprendedores sociales.
Impulsar y propiciar un clúster de empresas socialmente responsables mediante de una asociación (Clúster  RSCanarias) que divulgue y promueva las prácticas empresariales responsables y sostenibles.
Fomentar los principios orientadores de la economía social a través de la creación de una red dinamizadora de entidades de ES en colaboración con ASESCAN.
El desarrollo de estas medidas y de todas aquellas  otras que  se vayan considerando en el transcurso de su dialéctica y evolución, serán sin duda una aportación clave para consolidar un proyecto empresarial que tiene por objetivo: Mejorar la competitividad de nuestras empresas para garantizar un desarrollo sostenible con una adecuada  utilización de los recursos y una mejora de la calidad de vida de las personas.
GNV, Las Palmas de Gran Canaria, 20 de noviembre de 2011

lunes, 14 de noviembre de 2011

Alejandra



Hoy me siento eterno y feliz,
¡Haz aparecido tú: Alejandra!
¡Regida por Venus, bajo el signo de Tauro!
¡Protectora de los hombres en la Antigua Grecia!
Puede pararse el reloj, caer la manecilla,
Y acabar el tiempo para mí.

Un nuevo impulso se despierta en mí,
Atiza activamente en mi pecho
Y con apresurado deseo sigo adelante
Para saciarme con tu  radiante belleza.

En el oleaje de la vida,
Ondulo subiendo y bajando
Y  heme aquí, pobre abuelo
Abriendo nuevas y renovadas  impresiones.

Ante mi el día, detrás de mi la noche,
¡Aparece! ¡Es necesario! ¡Aunque me cueste la vida!
¡Siento como mi corazón se entrega por completo a ti!
¡Una lágrima corre, Alejandra me recupera!

Más hoy, he vuelto a recordar la razón por lo que aún estoy aquí,
Hoy, he vuelto agradecer a los que me dieron su vida para seguir viviendo.
El mañana te le debo a ti y en el estruendoso telar del tiempo,
Tejo un vivo ropaje para alcanzar la Divinidad.
(Lin con la ayuda de Goethe)

sábado, 12 de noviembre de 2011

La Butaca de Ellémore

 
Si mérito tiene Roberto de crear nuevos sabores y olores combinando productos de nuestra tierra y el mar, igual mérito reconozco a tres jóvenes emprendedores que apuestan en un negocio  al borde del risco. Eso sí, del Risco de San Nicolás, en el CICCA, fusionada La Butaca y Ellémore son garantía de solvencia y reconocida reputación culinaria canaria, que no deja la menor duda para clasificar la inversión con una triple A.
Roberto Torres, el chef emergente, con su capacidad creadora es la piedra angular del nuevo ambigú, un concepto innovador en la restauración global, que nos hace disfrutar con su genialidad  y destreza, de los ricos y gustosos pinchos con el toque canarión. Pescados detrás de la barra grande, frutas de la costa insular, verduras de las medianías, y el aire impregnado por las hierbas de la cumbre, hacen el ambigú decorado por Mariana, el centro de iniciativa  cultural y gastronómica mejor ideado en Canarias en el 2011; su cache de excelencia por la calidad de los recursos  y elegancia por la intimidad de su decoración, dejará plenamente satisfecho al cliente en todo los sentidos cuando lo visite.  
Si bien el estilo de Roberto Torres, comida al borde del risco, es comparable con el modelo nórdico de René Redzepi, reconocido en 2010 como el mejor cocinero del mundo  por su trabajo en el Norma de Copenhague, no cabe la menor duda que también el discípulo español de Ferrand Adrià, volverá a recuperar, en pocos años, la corona  de la gastronomía mundial para nuestro país.
La sencillez de la Alameda de Colón, el ambiente modernista de la Plaza de Cairasco, entre lo tradicional de Vegueta y lo comercial de Triana, en el kilometro cero de Gran Canaria, se inspira el innovador modelo “al borde del risco”, donde puedes ir mar afuera o tierra a dentro,   donde lo “único” de la gran isla se transfigura en lo “diverso y complejo” del  archipiélago afortunado, capaz de explotar como un volcán que deja caprichosas y fantásticas formas  sorprendiendo cualquier expectativa, y jamás dejará indiferente a un crítico gastronómico.



El Javi, el Pablo y el Gabi, son algunos de los llamados pinchos que ofrece Roberto, evocando los gustos a medida de sus socios, pero ello no significa quedarse anclado en nuestro puerto y poder viajar con los sentidos a las tierras de navarra para disfrutar  de  los espárragos verdes o catar “loculto” en la Ribera del Duero. Una comida sutil, delicada, genuina, y en ocasiones extravagante y complicada antes que sencilla. Acariciada en la cocina por las mejores manos, servidas con mil amores por amables camareras y un entorno agradable, ¡como en casa!
Sepan disculpar mi pasión al exponer el proyecto, del cual me considero impulsor y en su andadura: fiel seguidor. Amor de padre que bebe  en la fuente de sus hijos para colmar la vida o simplemente el poder saborear de su apreciada compañía.  Enhorabuena a los jóvenes emprendedores, y  a por la medalla  “Gabrielin”. Bueno, también: por la primera estrella Michelin.
¡Me supo!
Gabrielin, Las Palmas de Gran Canaria, 11/11/2011

domingo, 6 de noviembre de 2011

NEOTURISMO

Entiendo el turismo como las actividades que realizan las personas durante sus viajes cuya intención principal es el ocio, descanso, cultura, salud, o relaciones familiares, relegando en cierta forma los otros viajes  para una actividad lucrativa o de interés científico, movimientos migratorios, comercio, en definitiva por negocios.

El término “turismología” acuñado por el geógrafo Jovicic, impulsa una ciencia independiente  para estudiar el turismo en toda su dimensión y aspectos económicos, sociales, culturales y medioambientales. El turismo se encuentra en la agenda política de todos los países como pieza clave  para el desarrollo económico y social con un turismo diferenciado y  sostenible, el cual promociona, planifica y comercializa como cualquier materia prima o servicio de carácter esencial.

La caza del turista, sin importar su nivel económico, convencional, pasivo y estacional entre los que se encuentra el de sol y de playa, hace un tipo de turismo poco exigente y especializado, de baja calidad y escasamente innovador, que pierde cada día  competividad con otros destinos turísticos que se desarrollan de forma responsable y sostenible diversificando y diferenciando su oferta de actividades y servicios.

La variedad va desde lo urbano a lo rural, de lo monumental a lo natural, del gastronómico al cinegético, de la aventura al espiritual, del deportivo al religioso, del literario al deportivo, sabiendo que todos son perfectos y necesarios, ahora destacaría los de compras, los de negocios, que se desarrollan con objeto o fin de llevar a cabo un negocio o un acuerdo comercial, utilizado por empresarios, ejecutivos, comerciantes y otros profesionales para cerrar negocios, captar clientes o prestar servicios; el turismo científico cuya motivación es el interés en la ciencia o la necesidad de realizar estudios e investigaciones científicas en lugares especiales como estaciones biológicas, espaciales, marinos, o yacimientos arqueológicos.
Reuniones, congresos, convenciones, viajes de incentivo,  los viajes de familiarización (Fam Trips), son viajes en los cuales  empresarios, profesionales, periodistas, viven la experiencia del destino turístico de primera mano. Los beneficios de esta práctica incluyen generar interés en el destino, que el mismo aparezca en los medios de comunicación, la construcción de relaciones y contactos empresariales y sociales.
El turismo es una fuente de beneficios económicos. El fenómeno turístico mueve millones de personas en el mundo y tiene repercusiones de muy diversa índole. Tanta es la importancia actual del turismo que en varios países existe la carrera universitaria y estudios de posgrado dedicados al turismo. Cuando la economía crece también normalmente crece el dinero disponible de la población y una parte importante de este dinero disponible por la población se gasta en el turismo, particularmente en las economías en desarrollo. Una retracción económica normalmente reduce el gasto turístico.
Sus efectos sobre el empleo, la economía, la cultura, el patrimonio, el medio ambiente, incluso sociopolíticos, son evidentes y por tanto necesaria la reflexión en estos momentos complejos y difíciles entrar en nuevas valoraciones, con perspectivas y miradas desde ópticas diferentes, como me sugiere la coach Kristina Cernousovaite en los foros de dinamización de la economía social celebrados recientemente en varios municipios de Gran Canaria.



Ver al turista de arriba, de debajo, de lado, en todas sus posiciones o deseos a satisfacer como persona, en toda su dimensión y aspectos, es por lo sugiero un nuevo concepto o mirada que llamo pretenciosamente “neoturismo”. El neoturista como oportunidad de negocio, capaz de generar riqueza y crear empleo. Aprovechar al turista como vía o agente impulsor y de atracción  económica, social y medioambiental.
El neoturismo es combinar los distintos motivos del neoturista, simplificando: combinar ocio, salud, y  negocio. Ver un  bonito paisaje, degustar los sabores  del kilometro cero, disfrutar de la cultura del lugar y descubrir la oportunidad de un negocio, es la excelencia del neoturismo.  
Combinar un congreso con un spa, una reunión con una excursión, una cena romántica en Ellémore con un desayuno de negocio (no de trabajo), leer la prensa del lugar con la visita a un monumento, participar en una tertulia empresarial  o visitar una industria como si fueras a un museo. El neoturista suele ser de alto poder adquisitivo. Se trata de un turismo fundamentalmente urbano y con necesidades de infraestructura muy concretas como la conexión a internet, pero también jóvenes con ideas de colores, multiculturales, que aprenden idiomas para comunicarse y convivir en paz.
Suelo combinar mis viajes de negocio con mis viajes de ocio, en plena reconciliación de la vida familiar con la laboral, perfectamente integrada, equilibrada, en armonía. Son vacaciones del trabajo obligatorio para convertirlo en el placer del trabajo. El neoturista  en la cuenta del viaje apunta los registros económicos, sociales y medioambientales; como lo hace un empresario responsable   para que su empresa sea beneficiosa y sostenible; pero lo que es más importante será el comercial, el inversor, el patrocinador, el colaborador, y más aún, el neoturista siempre volverá al destino.  

Las Palmas de Gran Canaria, 5 de noviembre de 2011
Gabriel Navarro Valdivielso
Fuente consultada: Wikipedia

martes, 1 de noviembre de 2011

La Vía Noma



Dado que una empresa no puede tener éxito en una sociedad fracasada y la obsesión de salir de la crisis antes que se acabe, me conduce a buscar la vía empresarial que logre nuestra misión de mejorar el bienestar de la gente, un modelo de gestión accesible y adaptado a las empresas con capacidad reducida que operan en el primer cuarto del siglo XXI.
Este seudónimo de la popular tercera vía, del que es precursor el movimiento cooperativo y en general las entidades de la Economía Social, conecta directamente con los principios que inspiran y los objetivos que persigue la Ley de Economía Sostenible, comprometida con el modelo económico de desarrollo sostenible, en su triple dimensión económica, social y medio ambiental, donde la responsabilidad social corporativa forma parte de la identidad de la empresa, sin plantearse si quiera  la voluntariedad de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores, sino como un valor insertado en el negocio y en la estrategia de la empresa.
El desarrollo de  la  Responsabilidad Social Empresarial en esta primera década ha significado un importante avance en el compromiso social de las empresas con su entorno, hemos ganado en reputación, muy deteriorada por el mal uso de los recursos, y especialmente rentable para la fidelización de los clientes y la motivación de los trabajadores. Sin embargo, insuficiente a la hora de frenar la especulación y el beneficio insostenible en el arrollador corto plazo, que ha quedado frustrado en el pasivo inmovilizado de la empresa.
El tejido empresarial debe caracterizarse por hacer empresa de un modo participativo, solidario y especialmente responsable. Si quieres salir pronto de la crisis hazlo solo, pero si quieres llegar lejos vete acompañado, como diría un chino hace miles de años, más lo verdaderamente importante es saber por que elegí el destino y para que sirve llegar, disfrutando del camino, pues existe vida antes del éxito o del fracaso. Las empresas deben destacar por su eficacia económica, por su competitividad y por su valor social. Este valor se sustenta en la democratización del acceso al poder económico y a la organización empresarial, en la cohesión social que genera gracias a la igualdad de oportunidades y por su no deslocalización, ya que tiene un compromiso muy importante con el desarrollo local y territorial.
Las empresas  de la Vía Noma actúan en base a los siguientes principios orientadores -como no podía ser de otra forma-  de las entidades de la  Economía Social:
a) Primacía de las personas y del fin social sobre el capital, que se concreta en gestión autónoma y transparente, democrática y participativa, que lleva a priorizar la toma de decisiones más en función de las personas y sus aportaciones de trabajo y servicios prestados a la entidad o en función del fin social, que en relación a sus aportaciones al capital social.
b) Aplicación de los resultados obtenidos de la actividad económica principalmente en función del trabajo aportado y servicio o actividad realizada por las socias y socios o por sus miembros y, en su caso, al fin social objeto de la entidad.
c) Promoción de la solidaridad interna y con la sociedad que favorezca el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la cohesión social, la inserción de personas en riesgo de exclusión social, la generación de empleo estable y de calidad, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la sostenibilidad.
d) Independencia respecto a los poderes públicos.

La Vía Noma tiene un doble origen semántico, uno, el nombre del restaurante propiedad del mejor cocinero del mundo en el 2010, que a continuación explicaré su por qué, y por otro a la simplificación  canaria a la Vía No-Más, como resultado de la austeridad aconsejada políticamente para crecer.



¡Si, le daré sabor a este guiso! René Redzepi, un joven de 33 años se convierte en el modelo de la nueva era gastronómica, heredada  la corona de Adrià y de los afamados cocineros franceses; progresista; ecologista; hijo de un inmigrante macedonio musulmán y  de una limpiadora danesa cristiana; casado con una judía que le convierte recientemente en padre.
Redzepi opina en El País Semanal que para ser un gran chef hace falta disciplina, estructura y orden para encajar los mil elementos de un restaurante. Dice, “Fue un momento mágico, comprendí que tenía que poner esa inmensa naturaleza en la que estaba sumido al servicio de nuestros comensales. Como cocinero tenía que ser más transparente y directo; explotar mejor las temporadas de forma que un comensal solo pudiera tomar un determinado plato en Noma y en el momento preciso.  Cada plato debía estar rodeado de su hábitat y ser limpio y sencillo en su complejidad”. Un año más tarde de la revelación, Redzepi conseguía su primera estrella Michelin.
La comida es sutil, ligera, colorista, sin grasa; da la sensación de haber brincado de la naturaleza al plato tras haber sido apenas acariciada en la cocina. El menú está dominado por un sutil sentido del humor, es una gastronomía que sabe a tierra, a mar y a bosque. Toda esta magia, por 250 euros.

René Redzepi sabe por experiencia que el universo de la gran cocina mundial, todo se mueve muy deprisa. No se atreve a apostar cuánto durará su mandato. La información se mueve mil veces más rápido que hace 20 años,  “200 bolggers hablan de ti cada día, e igual que te elevan te dejan caer, soy consciente de que este es mi momento y también que se puede desinflar como un soufflé”. No pierde la cabeza, no quiere perderla, está preparado.
Tras el repentino triunfo de Noma en 2010, los nórdicos no tardaron ni un segundo en darse cuenta de la mina de oro que suponía estar entre los mejores de la gastronomía mundial. Tras siglos de poderío culinario francés y décadas de dominio mediterráneo, la corona pasaba al norte, asociadas por el público al modelo nórdico: calidad de vida, sencillez, limpieza, naturalidad, funcionalidad, pureza, frescura, sobriedad, elegancia, respeto por el medio ambiente y armonía con la naturaleza.
El cóctel ha funcionado en Noma, no es una anécdota , una  casualidad, o simplemente una buena práctica, sino un modelo de gestión marca diseño nórdico, muy apropiado para estos momentos difíciles y complejos, que ha permitido a Noruega encontrarse en la cima de la economía mundial con el primer fondo de inversiones de más de 400.000 millones de euros, ser el país con mejor índice en el desarrollo de los derechos humanos, como bien recoge Jesús Rodríguez en su repostaje sobre Noruega: Manual de la buena vida, publicado en El País Semanal, del que tomé las notas que siguen para enriquecer mi argumentación, y que no sabría expresarlo mejor.
Juntos, pero no revueltos. Así son los noruegos. Un pueblo que, más allá de la riqueza que le proporciona el mar, sus bosques y el petróleo, ha basado su éxito económico y social en reconciliar su individualismo, herencia de un pasado de pescadores y campesinos aislados en cabañas de madera y en contacto íntimo con una naturaleza bella y dura; pobres, libres, puritanos y autosuficientes, con el extremo opuesto: con un profundo sentido comunitario que apuesta por el bien de todos, la igualdad, la solidaridad y, sobre todo, la confianza en el Estado niñera, que se ocupa sin grietas aparentes del bienestar de sus ciudadanos a través de las más generosas y antidiscriminatorias prestaciones sociales del planeta. Al tiempo, regula extensas parcelas de la vida de los noruegos (su educación, salud, pensiones, relaciones laborales y distribución de la riqueza) sin que a nadie parezca molestarle.
Noruega, una de las inventoras del sistema del bienestar, lucha por continuar en esa dirección; está en su ADN; navega por libre, como hace mil años, cuando sus antepasados vikingos se lanzaban al mar a tumba abierta en sus drakkar hacia Reino Unido, América (aún sin descubrir) y Bizancio. Noruega no ceja. Representa una equilibrada mezcla de capitalismo y colectivismo. De mercado y planificación, idealismo y realismo, neutralidad y afán de influencia, ingenuidad y estrategia. La cuestión es dar para recibir. "Soy generoso con mis impuestos porque el Estado es generoso conmigo". Un contrato entre la comunidad y el individuo que dura hasta la muerte. "Somos ciudadanos libres e iguales en la misma dirección", me dirá un sindicalista. En Noruega tiene más responsabilidad el que más tiene. Y no es difícil saber quién es. La información sobre los ingresos de cada ciudadano es pública a través de Internet.
Noruega camina discreta y sin aspavientos por esa tercera vía que le ha convertido en una potencia silenciosa; un próspero Estado ni emergente ni emergido que ocupa desde hace 30 años la primera posición en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Sus niveles de desempleo son anecdóticos; su renta por habitante, la mayor del planeta; su crecimiento, tras tres ejercicios titubeantes, se acercará este año al 3%; su deuda soberana es la más sólida del planeta, y tiene una completa paridad de género por ley tanto en el sector público como en el privado.
La iglesia luterana (la oficial en este país) hizo también su aportación a ese cóctel social que hoy se etiqueta como modelo noruego: su sentido frugal e igualitario de la vida inspirado en el trabajo duro y la responsabilidad. La comunidad protestante asumía un doble papel de solidaridad y de control del individuo. Una función que después adoptaría el Estado. La ética del trabajo tiene mucho que ver con el milagro noruego. Sus habitantes son profundamente competitivos, trabajan desde jóvenes y vuelan pronto del hogar paterno; a cambio, saben que cuentan con el colchón del Estado si vienen mal dadas.
Los noruegos se necesitan. Todos deben trabajar. Todos tienen que ganar mucho dinero, pagar muchos impuestos y gastar mucho (en un país donde una cerveza cuesta diez euros). El pleno empleo es la espina dorsal del modelo. Trabajas y pagas impuestos para costear la educación de los jóvenes y las pensiones de los viejos, al igual que esos viejos financiaron con sus impuestos tu educación y esos jóvenes pagarán tus pensiones en el futuro. El sistema se basa en el empleo y la confianza.
Hasta el 23 de diciembre de 1969 Noruega creció gracias al sudor de sus ciudadanos. Ese día encontraron petróleo. Nadie lo esperaba. Lo llamaron "El regalo de Navidad del 69". Dos años más tarde comenzaba la producción. Los noruegos no sabían nada de petróleo. Aprendieron. La gestión de su riqueza petrolera es considerada un éxito económico y social. En tres décadas, Noruega se ha convertido en un país petrolero que da empleo a 200.000 personas, con una tecnología avanzada y que opera en cuarenta países del mundo. En Noruega, la riqueza del oro negro ha alcanzado a toda la sociedad.
El objetivo del Estado noruego ha sido obtener el máximo valor económico del sector en su conjunto en comparación con lo que podría obtener por la simple venta del gas y el petróleo. Nada más descubrir crudo, el Gobierno noruego redactó los diez mandamientos del sector, que decían que el petróleo era propiedad de los noruegos; que el Gobierno tendría el control y la gestión de las operaciones; que el país necesitaba crear una industria propia; que el sector debía ser respetuoso con el medio ambiente y que ese descubrimiento debía proporcionar a Noruega un papel eminente en política exterior. Los mandamientos se han cumplido.
Noruega podía haberse convertido en un Estado holgazán, corrupto y opaco que sobornara a sus ciudadanos con bajos impuestos para comprar su silencio ante el despilfarro, el nepotismo y la falta de transparencia estatales en la gestión de los ingresos del oro negro, como había ocurrido en otros países productores, como las monarquías del Golfo, Irán, el Irak de Sadam, la Libia de Gadafi, la Venezuela de Chávez o la Rusia de Putin. Noruega eligió su camino. En cuanto los petrodólares comenzaron a fluir a finales de los ochenta, un Gobierno laborista creó el Fondo Gubernamental de Pensiones (más conocido como Fondo del Petróleo), donde serían depositados los ingresos y beneficios públicos del petróleo para ser invertidos en los mercados de todo el mundo (según un riguroso esquema ético de inversiones que proscribe a las empresas tabaqueras, nucleares, armamentistas y que emplean a población infantil). Con los beneficios del fondo se pagarían las pensiones de los noruegos cuando el petróleo dejara de fluir. Solo un 4% de los beneficios podría ir cada año a las arcas públicas para equilibrar el presupuesto del Estado. El resto, a la hucha común pensando en el Estado de bienestar de las generaciones venideras.
El edificio del Banco de Noruega, el envoltorio de hormigón y cristal que aloja el Fondo del Petróleo, es el más bunkerizado de este país. Enfrente se encuentra el restaurante en el que trabajaba de camarera Mette-Marit Tjessem antes de convertirse en princesa. Es el primer fondo de pensiones público del mundo con 400.000 millones de euros en activos; tiene inversiones en 10.000 compañías y oficinas en Nueva York, Shanghái, Londres y Singapur. “Este fondo es el resultado de una sociedad democrática, abierta y responsable. Pensamos en perspectivas más largas que una legislatura. Esto no es de un partido o de otro". Lo confirma el ministro Johnsen: "El día que el petróleo decline, habremos sido capaces de construir algo para reemplazarlo".
Noruega se hizo muy rica. Y comenzó a atraer inmigración. Los noruegos, que habían emigrado históricamente, sobre todo a Estados Unidos, se convirtieron de la noche a la mañana en un país de acogida. Cuando se inició el boom del petróleo había en Noruega un 1,3% de inmigrantes; en 2000, un 5,5%; en 2009, un 8,8%. Este año, en torno al 13%. Primero fueron los nórdicos; luego, los latinoamericanos; más tarde, los balcánicos y centroeuropeos. Los últimos en llegar fueron los paquistaníes, iraquíes, somalíes y afganos. Con sus velos, chilabas, mezquitas y tradiciones. 200.000 personas de religión musulmana viven en Noruega. Necesitan a los inmigrantes como fuerza de trabajo porque su sociedad está cada vez más envejecida y, al mismo tiempo, aunque son igualitaristas, les cuesta aceptar comportamientos distintos.
La llegada del tsunami multicultural iba a tener una consecuencia inmediata en amplios sectores de la clase trabajadora noruega que habían votado tradicionalmente a la izquierda: iban a perder la confianza en el Estado. El resultado fue el rápido crecimiento, a partir de 1997, del  Partido del Progreso, una formación en la que se mezclan el ultraliberalismo con el nacionalismo y la xenofobia y que comenzó a hablar en sus mítines de "una islamización silenciosa de Noruega" a la que "había que poner freno". El Partido del Progreso apostaba por un modelo noruego solo para los noruegos. Una sociedad a dos velocidades. Obtendría en las elecciones de 2009 un 23% de los votos, convirtiéndose en la segunda formación política tras los laboristas. La olla comenzaba a hervir.
Anders Breivik, el asesino del 22 de julio, militó en ese partido. Tras el atentado, el Partido del Progreso perdería 10 puntos en las elecciones locales del pasado mes de septiembre, lo que parece que anticipa su decadencia. En cualquier caso, los líderes de opinión noruegos intentan conjurar la inquietante sombra del Partido del Progreso resaltando con displicencia la fortaleza del sistema noruego y resaltando que el Partido del Progreso "es democrático, y si quiere tener expectativas de gobernar debe estar dentro del sistema y asumir sus responsabilidades". Pero, lo queramos o no, la inmigración es la patata caliente del modelo noruego. Y tendrán que solucionarlo".
Tras rememorar la tragedia, los malos augurios se disipan sumergiéndose en la portentosa naturaleza de Noruega. Los fiordos, los bosques, el mar. Noruega es uno de los últimos territorios vírgenes de Europa, dotado de una belleza salvaje, donde el hombre ha logrado vivir en armonía con su entorno; es un edificio para todos. Ese es el modelo de país.
Salvando las distancias, del norte al sur de Europa, en Gran Canaria, otro discípulo de Ferrand Adrià,  el chef Roberto Torres en sociedad con un reconocido joven emprendedor abre estos días en el CICCA, “La butaca de Ellémore”, abanderado de la nueva cocina canaria, disfrutaremos de los quesos ahumados por los jóvenes volcanes de La Restinga; la parra escondida en la montaña de picón produce una uva que pisada en el lagar se convierte en lava para los malvasías de Timanfaya; los jugos del aloe y la tuneras de Antigua regenera las entrañas  e ilumina la piel quemada por el sol; compiten los bizcochos y suspiros de Moya con las quesadillas y rapaduras de La Palma a la hora de los postres. ¡No has probado aún el pincho de sancocho de cherne! o ¡el pate de chorizo de Teror y la morcilla dulce con almendras de Tejeda! Recordaras los olores a pulpo y calamar pasados por la brasa en el chiringuito de la playa, pinchados con una papa negra arrugada del chicharro  con mojo picón en un palillo de dientes.
Seguro que descubriremos nuevos aromas y sabores de la Macaronesia que configura la esencia de una gastronomía que sabe a vieja jareada con espuma de sal, leche de cabra con gofio, o al bocadillo de pata asada de “cochino negro de Ingenio”. Tan sencilla y a la vez compleja  por la amplia diversidad de la flora y la fauna de las Islas Afortunadas.  Habrá mejores, pero esta es la nuestra, y conservaremos así nuestro amplio patrimonio culinario.
Continuaré proponiendo un modelo canario para las empresas socialmente responsables. Pero primero tengo que reflexionar con ustedes, consensuar y compartir los valores, redactar los mandamientos del credo empresarial y elaborar un ideario común. Agrupados en un clúster de empresas socialmente responsables, seguro que parimos una marca de prestigio, una inesperada oportunidad  para exportar plátanos y atraer turismo escandinavo, o de otras partes.
El modelo basado en las señas de identidad  y las costumbres del pueblo canario será el espejo donde se miren las empresas que deseamos: una isla en un archipiélago del mundo.
¿Como son los canarios? Así serán sus empresas. ¡Afortunadas!
¡Si falla, nos iremos a pasar frio a Noruega!
Las Palmas de Gran Canaria, 1 de noviembre de 2011
Gabriel Navarro Valdivielso