sábado, 30 de marzo de 2013

Eckartshausen, desde lo más interior.


En uno de esos momentos que presenta la vida, gracias a las hijas del cielo (amor, verdad y sabiduría), cayó en mis manos un libro de Karl von Eckartshausen titulado "Unas palabras desde lo más interior", donde expone con profundidad y sencillez, la existencia de una Escuela de Sabiduría Universal en la que los seres humanos podemos alcanzar el verdadero conocimiento, si fuéramos capaces de penetrar en nuestro yo más interior, donde se encuentra el Dios de todos, el Uno que es Todo y por Todo.


Por sí te pudiera interesar, te muestro las capacidades que precisa quien quiere volverse apto para la luz desde mi particular interpretación después de leer este libro, que es una auténtica llamada a humanidad para que regrese a la Verdadera Luz por medio del camino de aumentar las capacidades de perfeccionamiento que posee el propio ser humano.  
Karl von Eckartshausen, nació y murió en Baviera (1752-1803). Con una sólida formación intelectual, a los 25 años ingresó en la Academia de las Ciencias de Múnich. animado por un profundo sentimiento religioso y un fuerte espíritu racional, estudió ampliamente las ciencias herméticas, a las que utilizó siempre como medio para elevar la conciencia humana, dejando tras sí un extenso legado literario y filosófico, que me permite usarlo para discernir en esta breve reflexión. 


Sin duda, Eckartshausen tiene mucho de místico, le guía una voz interior que le dice que disfrute de la vida que le ha sido concedida, y sienta el deseo de ver feliz a todo cuanto lo rodea, pues en todo reconocerá la presencia de la divinidad. Se trata de la aplicación práctica de lo que él llama "el camino de la felicidad", camino que no es otra cosa que: "Mientras el acto de mi amor tiende menos al amor por mi mismo, más puro es el amor". Se trata por tanto, de desprenderse del "amor a uno mismo", del egocentrismo. Así, transforma  "La Iglesia Interior" para recibir a Cristo en el corazón, el santuario donde se manifiesta la Razón Suprema, la Verdad, el Amor y la Sabiduría, tres medios, fases o escuelas que componen el hilo de Ariadna.
En este sábado de Semana Santa, ¡un día espléndido!, es una gran oportunidad para refrescar el cuerpo y dejarse abrazar por el radiante sol del mediodía en la playa, para luego entre las nubes de las pasiones alcanzar algún rayo de luz y continuar en el atardecer, con lo que brinde esta reflexión.  
¡Impresionante la fuerza del mar! Las olas baten en el muro del paseo, pero aún más impresionante es encontrar en medio de la multitud al que creía estar muy lejos, en Singapur, Bangkok o Roma. Aterrizó tan sólo para repostar (amor filial y algo de perras) mi querido sobrino Alejandro, que coincidió, y me bautizó con un abrazo en la ducha de la playa ¡que casualidad!, o tal vez  la fuerza del destino que me purificó con el agua, ¡fuerte alegría me dio su aparición!
La gran mayoría de los seres humanos no buscan a la naturaleza ni a Dios, sino que están ebrios de sí mismos. No buscan la Verdad, sino ofrecer su propia verdad, sus propias opiniones. En tal situación, sus actividades no están sometidas a la voluntad divina, sino a la voluntad egocéntrica, y en base a ello, no puede manifestarse la ley del perfeccionamiento, sin embargo los que buscan la armonía de su razón, corazón y acto, con el fin de alcanzar la perfección, Dios mismo nos ofrece la fuerza que emana de la sabiduría y del amor, sacando a la luz todo lo que está oculto.
Todo estas ocurrencias me hacen recordar las canciones de Franco Battiato, ¡pondré  música! O mejor el fútbol para sufrir con la "fiebre amarilla". ¡De primera, pero perdió con el Guadalajara! ¡Otra vez será!
El deseo de alcanzar esta victoria y la lucha permanente entre el bien y el mal ya nos indican la posibilidad de perfeccionamiento por la que luchamos. La perfección consiste en la total sumisión de la sensualidad bajo la ley de la moralidad. Es decir, los seres humanos serán perfectos cuando la actividad autónoma concuerde con su voluntad que se ha sometido a la ley de la razón.


La felicidad, la satisfacción y el gozo vendrán de nuevo cuando la sabiduría y el amor, sean restaurados en nuestro templo más interior. ¡Vuelvo a la carga!, dice Eckartshausen:
Esfuérzate por apartar tus inclinaciones de todo lo terrenal y déjate atraer por Dios. No compartas ni tu razón, ni tu corazón, ni tu actividad con el mundo, pues donde existe la división, allí hay debilidad e impotencia. Que la moralidad te sea en todo un medio, pero nunca un fin. Busca unificar todas tus fuerzas, pues en la unidad de las fuerzas se encuentra lo eternamente inmutable, y sólo en lo eternamente inmutable se encuentran la felicidad y la calma.
Todo sigue el orden, en todas las estancias de Dios hay armonía. Sólo quién ha luchado por obtener la sabiduría y el amor, merece la corona del poder. La sabiduría aporta la armadura, el amor lleva a cabo la lucha, sólo entonces vence el espíritu y coloca el laurel sobre la cabeza del combatiente.
Así termina Eckartshausen su escrito "Sobre la capacidad de perfeccionamiento del género humano":
¡Ya se ha dicho suficiente! ¡Quién tenga el espíritu para comprender, que comprenda!
Las puertas de Jerusalén están abiertas, quien quiera elevarse, que lo haga en el espíritu.
Entonces percibirá que Dios aún está y que vive en Sión, en la Montana Santa. Él es un refugio para quién Le busca y una fortaleza para los hijos de Israel.
Las puertas de Jerusalén están abiertas, ¡Quién  quiera elevarse, que lo haga! 


¡Al final, así fue como pasé el sábado santo del 6013!

martes, 26 de marzo de 2013

El Maestro Mozart y su flauta mágica.


La figura de Mozart unida a la musicología masónica no es nada nuevo, ya que ha sido tratado en numerosos estudios e investigaciones en su mayoría influenciados por el estado emocional que produce su doble condición, genial compositor y francmasón, originando un mar de confusiones -es mi caso-, ante la disparidad de interpretaciones opuestas, a favor y en contra, e incluso falseadas o tendenciosas, sin el menor rigor científico, pero siempre apasionadas e interesadas. No me sonrojo al confesar a mi hermano -sabiendo mis escasos conocimientos musicales-, que copiaré y pegaré más que nunca, aunque al igual que en los anteriores entradas, no faltará la opinión personal un tanto atrevida y especulativa de lo que haya aprendido, creyendo incluso exponer por primera vez lo que ha sido investigado y publicado por otros hasta la saciedad.


Para comenzar permítanme recordar que Mozart fue miembro activo y fraternal de dos logias  vienesas al menos, "La beneficencia" y "La esperanza coronada", que representaron en su época la verdadera punta de lanza de la vanguardia intelectual y artística del momento. Muchos autores consideran que su entrada en la masonería fue un acontecimiento importante para él basándose en algunas afirmaciones de la correspondencia con su padre, el cual ingresó posteriormente avalado por el propio Amadeus. Ello le significaría estar a la última de una gran variedad de tendencias, con los Iluminados, los Rosacruces, o los Hermanos Asiáticos, conocedores de la tradición hermética, la mística de la cábala y la alquimia. Se trataba pues de un entorno masónico muy rico, y que Mozart disfrutó con intensidad y sincera entrega.
Como manifiesta Ana Vega Toscana en su conferencia "El espíritu masónico en la obra de Mozart", organizada por la Fundación Rosacruz en el Ateneo de Madrid, "Las obras  específicas escritas para el mundo masónico por parte de Mozart integran un conjunto interesante en su creación, a pesar de que muchas son sencillas piezas de circunstancias, escritas rápidamente ante la necesidad de ser interpretadas en determinadas ceremonias de su logia", como son "A ti alma del Universo", una cantata que presenta un texto que encaja perfectamente en la ceremonia de iniciación del primer grado masónico, cuando el rendir, después de haber pasado las pruebas simbólicas, recibe la luz, de modo que algunos autores piensan que quizás la compuso para su propia iniciación. "Elogio de la amistad", "Unamos nuestras manos", "Música fúnebre masónica", o "La alegría masónica", destinada a ilustrar un banquete organizado por la logia para festejar al  científico y filósofo, el venerable maestro Ignaz von Born, no son sino una simple muestra del amplio catálogo.
Sin duda alguna cuando se cita la música masónica, lo más habitual es hacer referencia ante todo a la gran obra cumbre que es "Die Zauberflöte", sobre la que tanto se ha escrito, reflexionado y elucubrado. Aprovecho la ocasión para escucharla gratuitamente en YouTube (http://www.youtube.com/watch?v=RwSK_wZX8Uc), representada en The Metropolitan Opera en 1991, mientras escribo estas líneas, ya que como bien advierte Ana Vega: "es imposible hablar del espíritu masónico en la obra de Mozart sin hacer alguna alusión a tan excepcional obra".


"La Flauta Mágica", como saben, no se trata de una obra escrita para utilizarla en los rituales o tenidas masónicas, sino una de esas partituras que reflejan claramente el ideal masónico, repleta de simbolismo y misterios. Esta obra nos habla de una unión, la que llevan a cabo Tamino y Pamina, en el Templo Solar de  la Sabiduría, bajo los auspicios de Sarastro, el custodio de los misterios de Isis y Osiris. El libreto, de su hermano masón, Emanuel Schikaneder, se basa en los misterios iniciáticos del antiguo egipcio, fuente inspiradora de gran  parte de la imaginería masónica, nos relata un viaje, un proceso iniciático, que culmina con la fiesta sagrada solar de la unión de un hombre y una mujer, en este caso, simbolizados por los personajes de Tamino y Pamina.
(Esta entrada me ha costado el día, son las doce de la noche, paro el trabajo y duermo).
Me levanto con el Papageno metido en la cabeza, no deja de resonar en mi cabeza el ¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papagena!
. Ese popular personaje con pinta de payaso y vestimenta de hombre-pajaro. Todo es confuso, inquietante, misterioso, ruidoso. No he podido realmente disfrutar de la música leyendo al mismo tiempo, sin embargo estoy satisfecho del camino andado. He aprendido que en este mundo no se puede hacer todo a la vez y no por mucho madrugar amanece más temprano.


Vuelvo a poner "La Flauta Mágica" (subtitulada en español), después del mediodía, pero esta vez conecto el ordenador a la tele para verlo en pantalla completa de 40 pulgadas y sentado en el sofá cómodamente. La grabación dura exactamente 2h:46’ (perseverancia), cuenta con un excelente reparto de actores y músicos (ver reparto). Ahora más consciente, me fijaré mejor en el argumento y su simbolismo con la ayuda de un riguroso análisis de Luis Vilalta Urrea, miembro del Departamento de Investigación de la Fundación Rosacruz, sobre "La Flauta Mágica: Arquetipos de un matrimonio alquímico", que es ideal para interpretar esta obra. Resumo lo querido y compartido del maestro en la faena, certificando mi gratitud por su enseñanza:
Al comienzo de la obra, Tamino (príncipe japonés) perseguido por la serpiente, que simboliza la constante influencia y asedio de nuestras pasiones. "¡Zu Hilfe! ¡Zu Hilfe!, grita. ¡Auxilio! Agotado por no llegar a ningún sitio, dispara su última flecha y cae desmayado. Pero cuando despierta, algo parece haber cambiado en él. Por primera vez reconoce a Pamina. Cansado de mirar hacia afuera, dirige su mirada hacia el medallón, su interior, y descubre su principio espiritual latente. Entonces, anhelante por Pamina, expresa su canto de amor.
Pamina, antes de pasar la prueba del agua y del fuego, le explica a Tamino que la flauta fue tallada por su padre de lo más profundo de un roble milenario, en medio de truenos, relámpagos, tempestad y lluvia (tierra, fuego, viento y agua, los cuatro elementos que forman la estructura psíquica del individuo). Ella es hija de la Reina de la Noche, es decir, en un principio pertenece al reino de lo desconocido, lo oscuro. Yace en la ignorancia de las profundidades del inconsciente. Va a ser confrontada con la soledad, el desprecio de su madre, la presunta ignorancia de su amado, y hasta será convocada a matar a su protector, Sarastro. Por eso, Tamino no la descubre hasta que agota todas las posibilidades naturales en empresas sin sentido. Entonces  la descubre  ... y se enamora de ella.
Pamina está llamada a ser la verdadera guía interior del alquimista que se ha preparado para ello. A partir de ese instante, Tamino tiene claro lo que quiere y experimenta un camino de ascensión imparable. Superará las crisis y las dudas con una fuerza increíble. Así sé unen por el círculo solar séptuple. Esta unión bendecida en la Luz solar, será la auténtica Boda Alquímica.
¿No me dirán que ustedes no se han visto reflejados en estos personajes? Si, "La Flauta Mágica" nos impresiona y despierta en nosotros un eco de esa insondable sabiduría que nos transmiten los Misterios, es porque, en el fondo, tenemos un alma enamorada.
El tramo final de este viaje iniciático por la trayectoria masónica de Wolfrang Amadeus Mozart, es para comentarles, que no ha sido una película más de Hollywood, sino algo más profundo, me he transportado a las entrañas de los antiguos maestros egipcios, valorar sus enseñanzas, asumir las afines y adaptarlas al presenté a través de la música, cuando se me acabaron las palabras. He sentido como la música relajaba mi cuerpo, como envolvía serenamente mi alma, como iluminaba de sabiduría mi espíritu, como me agarraba fuertemente al arte de la música, como me acercaba cada vez más al más  bello templo.


Me despido ahora, complacido por el trabajo, con el Réquiem de Mozart -al obispo  Ramón Echarren lo remataría de muerte sí se la tocarán en su funeral, según me confesó personalmente en un encuentro protocolario familiar al mostrarle mi simpatía por la música religiosa de Maestro Valle cuando organizábamos la Misa Pastorela  en la Catedral de Santa Ana-, la música del séptimo arte, el arte que abre la puerta al más allá, por eso Mozart, Beethoven, Sibelius, Valle, y tantos otros, no son sólo simples compositores, son maestros iniciados que han sido iluminados por la llama del sublime arte de la música celestial para la mayor gloria del Gran Arquitecto del Universo y de nosotros mismos.
Espero que se vean reflejados en los personajes de este impresionante singspiel de Mozart, y que la flauta mágica -tocada por ustedes- sea como una serpiente de fuego, el báculo real o la vara de los magos que les sirva de apoyo para encontrar la gnosis de la Verdadera Luz.

martes, 12 de marzo de 2013

¡Rájate o quédate!


Vienen y van, nacen y mueren, felices y tristes, angustiados y alegres, siempre en permanente dualidad, sin llegar a comprender eso que repito incesantemente en este blog: que lo de arriba es igual a lo de abajo, y lo de abajo a lo de arriba.

Y hacer del caos un arte ...

En ese caos donde actúas a tu libre albedrío, no recapacitas en tu proyecto de desarrollo humano, huyes del destino sin más, lo hacemos todo un motivo natural, nacemos y morimos queriendo tener momentos desagradables para disfrutar de lo otros,  aceptamos los males para satisfacernos con los buenos. Me despierto cada día escogiendo estar de bien o de mal humor, entre ser víctima o aprender de ello, ¡elegir como vivir la vida o matarla! Rájate o quédate, estoy escogiendo vivir, trátenme como sí estuviese vivo, no muerto.
Es como si nuestros sudores fueran el "bautismo del agua", la negación de la negación, un rayo de esperanza que nos hace confiar en que lograremos la paz. Emprendo este tramo con una música  cadenciosa y profunda que parece salir del silencio mismo. Es la voz del silencio que nos invita a entrar en la gruta, donde notamos una energía positiva que mora en  nosotros y se expresa en nuestros ideales y en nuestra aspiraciones más elevadas.
El aire que respiremos hoy en estas horas bajas, puede haber sido insuflado ayer  y la escasa luz que percibimos como presente y real, probablemente se apagará. Por eso, debo hacer un esfuerzo extra por rescatar los valores y fundamentos originarios, no por una imposición, no por una inconsciencia, sino mediante una reflexión sobre el destino, abierta al entendimiento, sin soberbia e intolerancia. ¡El resultado marcará el camino!


No es momento para considerarme imprescindible, porque no quiero serlo. A mi se me ocurrió preguntarlo, y ahora, además de prescindible, me siento jubiloso de no serlo. Solemos tener la auto-estima  muy desarrollada, más de lo que pensamos, a tal punto de considerarnos únicos, con un ego excesivamente subido, y no te digo nada cuando le añadimos lo divino que somos, amparado en puras creencias religiosas. Bueno está lo bueno, pero no lo demasiado. Igual que se cura una bajona, hay que moderar la vanidad de creerse un dios, y vivir sometiendo a los demás con nuestra divina y soberana presencia.
La renuncia de Ratzinger ha abierto una cuestión que tenía asumido en la necesidad, pero no en la responsabilidad: ser imprescindible. Por cierto, eso de que el Papa nunca se equivoca ya es el colmo de la arrogancia, se marcha sin que nadie le pueda decir que se quede, aunque yo no sería el que se lo dijera. En vez de morir, pasa a  ser un simple vivo durmiente, un Papa emérito, un peregrino en su última etapa.
No será siquiera imprescindible para pagar la última cena. No sólo en lo afectivo, sino también en lo económico será rescatado, ha dejado de ser una inversión para convertirse en un gasto superfluo que tiende a su desaparición, tan pronto sea la ocasión, porque ya ha sido rescatado por vida. He aquí la cuestión: ¿Fue imprescindible mientras fue irremplazable?
Ratzinger tiene ganas de vivir, y está triste, tal vez puede ser que quiera algo que no debe tener. ¿Por qué extraño pesar sus ojos no ríen?. Si se va, debe renunciar ya, solo será un hombre sonriente cuando no sea Papa. A Juan Carlos le pasa lo mismo, le gustaría ir de cacería en cacería, y no puede, por ser rey. Sólo podrá ser un feliz infiel cuando abdique de su pesada corona, y él, -por la edad y los avatares- tiene una columna herniada y por tanto requerirá una operación "coriniana" para sobrevivir.
En el primer caso ser imprescindible no dependía de él, sino de Dios que es exclusivamente  irreemplazable, y en el otro caso, lo podemos reemplazar nosotros, el pueblo, que somos soberano e imprescindibles.
No es de extrañar el caótico argumentario mental que tengo al pasar de lo político a lo espiritual, lleno de falsas creencias y prejuicios que sólo satisfacen el deseo terrenal y por tanto reemplazable, sustituible. Son las pruebas de la vida a la que uno debe enfrentarse. Lograré dominar mis instintos, controlar las emociones, pasiones o deseos, como bien lo enseña Pitágoras en sus Versos Áureos:

Pero existe una estirpe divina entre los mortales,
De la cual si llegas a ser partícipe
Conocerás las cosas que te enseño,
Y sirviéndote de ellas como remedio
¡De muchos males, harás libre tu alma!


El amor es renunciar a la razón, será leve, grave o crónico, pero jamás una enfermedad, sino un sueño. No lo dupliques, puesto que los excesos lo agravan. ¡Para qué cuadrar el amor, si se sostiene firme y sano, siendo único! Lo deseable sería, tal vez: ¿Querer a placer?
Pero cuando tu pareja te pida tiempo y espacio, cómprale un reloj y un billete, después, mándalo en la guagua a la m....!
Cuando el problema sea el trabajo, compra otro billete, solo de ida. ¡Nadie es imprescindible! No te quedes parado en la estación, puedes salir, pero despedido. Coge aire de nuevo, es hora de abdicar, renunciar, quedarse o rajarse.
Me gustaría ser como aquel que me encantaría ser, una persona con buen humor y positivo, para cuando me preguntes como estoy, te responda: ¡Mejor imposible!

Mejor imposible