sábado, 18 de mayo de 2013

Dioses Antropomórficos


Hay temas tan interesantes en este mundo que no me explico cómo puedo perder el tiempo escribiendo, aunque sin embargo agradezco poder reflexionar sobre lo que leo y oigo. Mi atrevimiento para “salvarme” del aburrimiento del aprisco de “Sálvame Deluxe”, consiste en sumergirme por los antiguos misterios pretendiendo simplemente saciar mi ignorancia que permanece adormecida en mi sala-tv particular.

Hoy me toca la vía sentimental romana que llevamos en nuestro caminar occidental y comienzo por lo que difícilmente podré transitar: por la sangre de antiguos dioses. ¡Que empeño de tener un credo universal único! Los recientes descubrimientos de manuscritos inéditos y la facilidad de navegar por internet nos permite una visión nueva sin intermediarios ni manipulaciones, una búsqueda individual y muy directa.
¡Lo que son las cosas! La idea surge de una trivial conversación que me invita a indagar por ivoox, una página web capaz de ayudarte a dormir con sus múltiples y variados podcast auditivos, y donde puedes también encontrar siempre algo sonoro que te entretenga en la oscuridad del dormitorio sin molestar a nadie sólo incorporando a la almohada un  pequeño auricular.
Seleccioné "Historia y misterios", pinché ... Me enganchó la entrevista que le hizo Miguel Blanco en su programa de radio a Ana María Vázquez Hoys, profesora de Historia Antigua en la UNED, que explicaba cómo los romanos copiaron la iconografía de los esculturas griegas que fueron antropormafiladas de los dioses sumerios, babilonios y egipcios.
Me quedé con la palabra “antropomorfa”, la cual había escuchado a un amigo en una tertulia y que sólo entendí al buscarla inmediatamente por el iPhone: Que tiene forma o apariencia humana.


Las mitologías antiguas frecuentemente representaban lo divino como un dios o dioses con formas y cualidades humanas. Estos dioses se parecen a los seres humanos, no solo en la apariencia y personalidad, sino que exhiben muchos comportamientos humanos que se utilizaban para explicar los fenómenos naturales, la creación, y los acontecimientos históricos. Los dioses se enamoraban, casaban, tuvieron hijos, libraron batallas, empuñaron armas y montaron caballos y carros. Algunos dioses antropomórficos representaron determinados conceptos humanos, como el amor, la guerra, la fertilidad, la belleza o las estaciones. Exhibieron cualidades humanas como la belleza, la sabiduría y el poder, y las debilidades humanas como la codicia, el odio, los celos y la ira incontrolable.
Efectivamente, los griegos que eran más bien gente de campo, como yo ahora, copiaron sin copyright las virtudes y maldades de las divinidades de otros pueblos espiritualmente más desarrollados, pero que fueron expoliados y olvidados al perderse o ocultar sus escrituras e ideas. Los antiguos eran antiguos, pero no ignorantes, sí, tal vez sólo ignorados por idiotas. No es necesario recurrir a creer en conexiones extraterrestres para explicar desarrollos e invenciones de culturas antiguas, olvidando que la inventiva humana es patrimonio de todas las culturas y de todas las épocas.
¡A lo nuestro que me enredo! Algunos de los dioses y diosas antiguos  que pasaron del Olimpo  a la Colina Capitolina fueron:
Júpiter: Padre de dioses y de hombres, soberano de las alturas, el que administra la justicia, lanza el rayo y amontona las nubes.
Juno: Reina de los dioses, protectora del matrimonio y de la familia.
Neptuno: Dios del mar, de los caballos y de los terremotos.
Minerva: Diosa de la inteligencia y de la guerra justa, protectora de las instituciones políticas, de las ciencias y de las artes, patrona de los artesanos.
Marte: Dios de la guerra y de la lucha.
Venus: Diosa del amor y la belleza.
Apolo: Dios de la luz, de la poesía, de la música, de la profecía y de la medicina.
Diana: Diosa de la virginidad, de la caza y de la luna.
Mercurio: Dios del comercio, protector de los caminos y guía del viajero.
Baco: Dios del vino y de la danza, inspirador del delirio y el éxtasis.
Vulcano: Dios de los volcanes, de los incendios y de la herrería.
Plutón: Dios de la muerte, señor del Inframundo.


Los dioses representaban las necesidades prácticas de la vida diaria. Así, Jano y Vesta guardaban la puerta y el hogar, los Lares protegían el campo y la casa, Pales los pastos, Saturno la siembra, Ceres el crecimiento del grano, Pomona la fruta, y Consus y Ops la cosecha. Incluso el majestuoso Júpiter, rey de los dioses, era honrado por la ayuda que sus lluvias daban a las granjas y viñedos.
Occidente se conformó, tal y como lo conocemos hoy, sobre una base olvidada que dio origen a religiones, filosofías e impulsos civilizadores. Detrás de todo ello, de forma oculta, están los Misterios que desde el antiguo Egipto y la Grecia arcaica dieron y dan sustento y sentido a todo. Acercarse a ellos es abrir la primera puerta para comprender nuestra existencia y el objetivo de nuestras vidas, como así bien dice Eugenio Martín Diéguez en la sinopsis de la conferencia sobre “El Origen de los Misterios en Occidente” que impartirá el solsticio de verano en la RSEAP de Tenerife y a la que espero poder asistir.
Un anhelado viaje cultural a Roma me servirá también para continuar esta interesante línea documental in situ. Mientras, trataré ampliar mis conocimientos para aprovechar la deseable incursión gnóstica a la capital del catolicismo y ojalá recuperar el histórico patrimonio de unos ídolos desahuciados de los antiguos templos por el predicamento del papa Gregorio I (siglo VI) que proclamaba a los sacerdotes: No destruyáis los templos paganos sino únicamente los ídolos que albergan. En cuanto a los edificios mismos, contentaos con rociarlos de agua bendita y colocad allí vuestros altares y vuestras reliquias.
¡Algo habrá quedado de estos dioses antropomórficos en el Panteón de Agripa, aunque jamás se consideraron inmortales, sí fueron divinidades humanas!

Panteón de Agripa


martes, 7 de mayo de 2013

“Apriscos de Luz”


El “Avadhut” es un ser liberado de la tristeza, de la falsa ilusión, liberado del mundo experimental anda libremente por el mundo como un niño o un loco, podemos verlo con o sin ropa, no usa emblema, no permanece a ninguna orden, no interpreta, para el avadhut nada es justo o injusto, santo o profano, no profesa, puede ser música o poesía, son historias en los apriscos de luz de una radio.


 El “Avadhut” puede observar, como las distintas culturas y ubicaciones hacen diferentes los valores, por lo que ningún valor que dependa de lo externo es real y absoluto. Los Avadhuts comprenden que un diamante no es más que una piedra, a la que la mente humana ha dado valor. Y que todo tiene el valor que tu le das... 

El mundo con el que te relacionas y al que amas, es un aprisco creado por tu propia mente y tiene muy poco que ver con el mundo real. La clave es comprender y tomar conciencia. Entonces todo lo que te esclaviza se va a ir desmoronando, va a ir perdiendo poder en ti y tu propia creatividad va a ir reemplazando al robot, rígido y falto de vida que eras, por un avadhut. Ya no vas a admirar a una flor porque la sabes bonita, sino vas a poder penetrar la esencia de todas las flores. Sólo en la medida en que seas capaz de ver a alguien tal como realmente es, aquí y ahora, no tal como es en tu memoria, en tu deseo y en tu imaginación. Sólo así podrás realmente amar al “avadhuta”. 


"Avadhut" es una palabra que no vas a encontrar en el diccionario de la lengua española. Si quieres saber qué es y cómo se consigue ser un "avadhuta", tendrás que escuchar La canción del Avadhut en  Radio 3. Una experiencia mística o una regeneración si te propones eliminar las rejas que tu mismo te pusiste, siendo el limite tu propia imaginación, y donde el redescubrirte a ti mismo, es simplemente redescubrir la vida en plenitud que puedes alcanzar. 

Anthony de Mello aclara la cuestión perfectamente: Una turista occidental contemplaba, llena de admiración, el collar de una nativa. "¿De qué está hecho? ", le preguntó. "De dientes de caimán, Señora", respondió la nativa. "¡Ah, ya!. Supongo que los dientes de caimán tendrán para ustedes el mismo valor que para nosotros tienen las perlas... "¡En absoluto!. Una ostra puede abrirla cualquiera." 

No sabes lo que agradezco los tambores tocados en los apriscos de luz para animarme a luchar con el alma en esta isla sin memoria. Te pongo por testigo para observar los cambios, las mutaciones y transformaciones de los anhelados deseos de sacar lo mejor de la vida, cambiando lo superficial y lo profundo, aunque ello me cause una cierta melancolía. Gracias “Avadhut”.



jueves, 2 de mayo de 2013

Don Emilio Valle Gracia


...—CUÉNTANOS ALGO DE TU VIDA, ABUELO —ME DICE LA NIETA MAYOR—, ALGO LEJANO Y SENCILLO QUE ILUMINE TU RECUERDO Y NOS HABLE AL CORAZÓN...

Así dedicó Emilio Valle Gracia su "Cuaderno de Recuerdos Triviales", y así comenzó su relato:

"Nací en un disminuido y recoleto rincón de Vegueta en esta tan querida Isla de Gran Canaria: la calle de "La Gloria". Fue ello el 2 de mayo de 1891; ..."

Luego nos cuenta sus peripecias anecdóticas y la miscelánea isleña. Su cobijo a los seis años de edad en Teror mientras transcurría la Guerra de Cuba por temor a una invasión de las fuerzas  norteamericanas, o su estancia en la embrujada ciudad de Granada donde estudió Derecho, y que con la vehemente adhesión propia de la adolescencia fueron buena muestra de la sensibilidad, la inteligencia y el señorío del dotado joven pianista.
Este libro lo conservo gracias a mi suegro que lo rescató al observar que tenía en el interior  una cariñosa dedicatoria manuscrita por el autor dirigida a mi padre, salvándolo de la segura quema en la inquisidora hoguera de la limpieza de un abandonado almacén. Pero también asimismo por su entrañable y agradable lectura, la cual me produjo una intensa huella emocional que aún perdura, igual a la misma que él expresó al escuchar los sonetos de su amigo y admirado poeta Tomás Morales.

Más de medio siglo de actuación en un despacho de abogado produce un caudal perenne de emociones de todo orden, que acaso no admita otra comparación en su trayectoria espiritual que la del sacerdote confesor, según indican sus propias palabras. En su "cuaderno" recuerda dos de estas simpáticas  peripecias que les recomiendo leer. ¡No tengo comisión en la venta del libro!
Siendo Alcalde de Las Palmas (1920-1922) -comenzaría sustituyendo a su hermano don Bernardino Valle Gracia y finalizó al llegar la Dictadura de Primo de Rivera- tuvo la naturales dificultades del cargo, pero cuando "se vio negro" fue en la apurada visita de una embajada de Liberia durante la fiesta del carnaval en el Círculo Mercantil, donde la comitiva fue gentilmente invitada y atacada con bolas de "confettis" como era costumbre popular, dando en tierra con las gafas del Ministro de Hacienda, mientras él les gritaba: ¡Que son Ministros de Liberia! ... ¡Que son negros de verdad! ...
"Todo acabó bien: aquellas altas personalidades que en Oxford y Cambridge habían configurado su destacada graduación social se integraron rápida y comprensivamente en el general jolgorio y bailaron satisfechos y contentos hasta la madrugada".
Buscando por internet alguna imagen o referencia de don Emilio Valle Gracia, descubro una noticia en las notas de sociedad del diario "La Tarde" que informaba al chismorreo chicharrero de entonces de que "han llegado de Las Palmas, Mr. y Miss Rallard, Miss Watson, don Francisco Alonso Jiménez, don Emilio Valle García, .... ". Se me encendió el soliloquio y la ensoñación heredada de los Valles. A pesar de los errores  cometidos por el  redactor de la crónica al escribir sus apellidos, lo cierto y demostrado históricamente es que Mr. Pollard (propietario del avión (Dragon Rapide) que llevaría a Franco desde Gando (Gran Canaria) a Tetuán (Norte de África) para emprender el "Alzamiento Nacional"),  viajó a Tenerife con un grupo de ingleses y españoles monárquicos con el fin de entrevistarse en secreto con un médico militar de la total confianza de Francisco Franco en la clínica Costa.


¿Emilio Valle García fue realmente Emilio Valle Gracia o no fue un error en el segundo apellido? ¿Fue una casualidad coincidir en el barco con Mr. Pollard, o no eran ellos? ¿Para qué viajaría don Emilio Valle G. a Tenerife, cuatro días antes de la sublevación? ¿Acompaño el tal Emilio Valle al agente secreto ingles Hugh Pollard a las reuniones  mantenidas con los ayudantes de Franco para recibir instrucciones....?
Me quedé en la duda del extraño acontecimiento, y pensé: iría a lo mejor en calidad de abogado al serlo de la comunidad inglesa que residía en Canarias, de intérprete por el perfecto conocimiento que tenía del idioma ingles y de su idiosincrasia, o inexplicablemente como defensor de la restauración de una Monarquía Parlamentaria en España -después dictadura-, cuando sin embargo su hermano Bernardino era un destacado diputado nacional por el Partido Republicano Federal en la Segunda República Española y terminaría en el exilio. ¿Qué misterio? ¿Quién lo sabe? Trato de aclararlo ya que en su "cuaderno de  recuerdos triviales" no comenta estos asuntos. Hasta el momento sólo encontré en un blog titulado "Conciertos y desconciertos", un artículo "Sobre la fecha del encuentro en la clínica Costa", publicado por Miroslav Panciutti, que en las boberías que se le acurren... me abrió algunas pistas inéditas sobre el particular, ... y ¿Me voy aclarando?


Por el interés  que me despertó y por ser fiel a la opinión de los historiadores y del articulista-investigador pongo el enlace al blog de "Conciertos y desconciertos" para que directamente ustedes saquen si quieren sus propias conclusiones y no embarcarles falsamente en mis elucubraciones y confusas creencias personales. ¡Al menos me enteré bien del camino de la sublevación del golpista! Y del viajero Emilio Valle García ¡Nada!
¿Intervino sólo profesionalmente don Emilio en el contrato de alquiler del Dragon Rapide? Guardaría siempre el secreto a su cliente, y yo también ¡lo demás son boberías …!
No conocí al enigmático don Emilio lo suficientemente para poder interpretarlo y me gustaría investigar y saber algo más de él. Sólo lo vi en una ocasión, precisamente cuando  firmó como testigo en la sacristía el día de mi boda, era para mi padre el invitado VIP, el decano en ese momento de la familia Valle, me lo presentó entusiasmado y advertí que se sentía muy orgulloso de este gran hombre. Ello me bastó para quererle e interesarme por él. Por mi árbol genealógico familiar sé que se casó con doña Antonia Ramos del Castillo, agraciada dama de alta alcurnia, bella y culta mujer, con la que tuvo seis hijos, Antonio, Cristina, Mercedes, Pilar, Emilio y Carlos. Falleció serenamente a las 87 años de edad en Las Palmas de Gran Canaria.


No he hablado de sus padres -benditos padres- , mis amados bisabuelos Bernardino y Joaquina  ¡Mi familia diría que es inexplicable! Pero no, he dejado para la traca final lo extraído de un excelente artículo de Carlos Ramírez Suárez en el "Eco de Canarias", el 30/7/1968:
"Es así como se hace Patria. Sacando de los armarios y entregando a la posteridad esos patrimonios espirituales que, más que a los hijos, pertenecen a la Historia. Y haciéndolo cual lo ha hecho Emilio Valle, con generosa y emocionada sencillez, como se entregan los emblemas del honor y del saber, como se entrega el fruto del alma de un padre, que ha de servir de gozo y estímulo a las generaciones venideras". 
¡Y así ocurrió! Lo que sé de Maestro Valle y Joaquina Gracia se lo debo al último de sus once hijos (don Emilio), por la generosa donación que hizo al Museo Canario de aquellos pentagramas de belleza y de exaltación espiritual que brotaron del corazón de su padre, y supongo sencillamente emocionado para rendirle tributo filial de un homenaje eterno. Por eso hoy, compraré una tartita y soplaré una vela por el 122 aniversario de su nacimiento como nota de gratitud y reconocimiento:
¡Felicidades y gracias don Emilio, por estos recuerdos que para mí no han sido triviales!