La empresa no es ya que sea otra a la de
ayer, sino que es otra a cada momento de su existencia. Las formulas de gestión quedan caducas
ideológicamente y
científicamente en
poco tiempo, la situación esta cambiando a ojos vistas y las reglas clásicas del juego
empresarial no se respetan rigurosamente por los valores si no por el puro
interés económico.
Debemos exigir claridad en algunos círculos
tradicionalmente oscuros. Claridad y atención al mundo real. Esas son las dos características
fundamentales de la nueva ola emprendedora, fuera de los muros de la clara
especulación y el oscuro
beneficio, que nos han conducido al miedo y a la angustia actual. Renunciemos a
lo efímero para
descubrir lo esencial del planteamiento, viene bien no ser prisionero del
presente y permitir que la deuda empresarial se derrame en el tiempo.
Las políticas de
austeridad no han resuelto ningún problema, a la vez que multiplica el paro y la exclusión, las clases
medias se empobrecen y mueren miles de empresas. Mientras los beneficios(de
unos pocos) siguen siendo individuales, los riesgos (de la mayoría) se
socializan.
Las medicinas conservadoras para la empresa
tienen muchas contraindicadas para la salud y riesgo a los trabajadores. ¿Acaso se cura la
empresa enfermando al trabajador? Curar los males, cercenar sus cangrenas,
sanear el viejo edificio y no quedar encerrados en la interpretación de la historia
de la medicina sino ponerla en práctica y mejorar su conocimiento. Ante cualquier diagnóstico les puedo
asegurar que no hay mejor medicina para una empresa que el alimento que día a día le proporciona
sus propios trabajadores.
La empresa
necesita dedicación, esfuerzo y
constancia. Por eso debemos ser perseverantes "regulares". Y pasando
de filósofo barato a
futbolero, ahora que se nos va Guardiola (aprendamos su enseñanza) es el
momento en el campo empresarial de menos "Ronaldos" y más
"Messis". O lo que es lo mismo, menos mamones y más equipo, así no terminaremos
arrodillados sino aplaudidos. ¿Por qué creemos ciegamente en gente que solo piensa en él? ¿Por qué creen que ellos son la solución?
En el deporte, en la empresa, en la vida, no
hay que perder para ser mejor, estamos interpretando mal la teoría del "no apego", una cosa es transformar,
renovar lo que perjudica y otra imponer el cambio para dominar, frecuentemente
suelen ser otros los que te obligan al cambio tuyo para controlarte,
argumentando la necesidad de tener que defenderte y protegerte porque te puedes
hacer daño. Tienen "una
cara como un zapato", son tan vanidosos y soberbios que rayan la
incontinencia razonal, peligrosos fanáticos poseídos de una verdad dogmática para ellos incuestionable, iluminados por el espíritu de la
discordia y la guerra.
Hay que podar los mamones que tiene la planta
de la empresa, no dan flores y crecen chupando a los demás ramas. Cerremos
el pesado archivo de "la
crisis" y abramos una nueva carpeta con el nombre de "igualdad",
y no te preocupes, que cuando algo desaparece deja un hueco que se llenará rápidamente y
brotará con fuerza.
No se puede ir
apabullando a la gente, contaminando con malos hábitos de tiempos feudales con la destreza para situarse y
repartir juego, para intercambiar favores, una soltura para ocupar cualquier
puesto que ofrezca gloria o dinero. Los indignados de la empresa se
manifiestan, las tesis no parecen muy originales, ni los análisis que se
presenta son más penetrantes
que muchos otros fundamentos acerca del mismo; pero agradezco la valentía y el gesto de
compartirlo sin enmudecernos o ensordecernos. La empresa no es un local que se
arregla en la barra del chiringuito, administrando el sarcasmo, contando
anecdotillas denigratorias ya muy manoseadas o simplemente detectando
candidatos posibles a los que quizás convenga admitir en el club por un puñado de votos.
Cava hasta en lo
imposible, incluso en el mar, mantén la perspectiva de la utopía para llegar a un nuevo nivel de conocimiento, incluso a nuevos
conocimientos. Despierten recuerdos de épocas doradas. Acude a su lado y saluda la nueva era
"global". ¿Florece la empresa? No somos un castillo de naipes, somos un
modelo empresarial admirado y ejemplar, sin embargo diferente y plural, basado
en las personas que lo configuran.
Pido lucidez, no
mantengamos el enredo, alejémonos de la meritocracia absurda. Es una ironía sin gracia que
nos pasemos la vida invirtiendo en armamento para destruirnos a nosotros
mismos. Se avecina una dialéctica muy potente en el patio global entre los partidarios de
dos maneras distintas de concebir la estrategia empresarial. Mientras se
resuelve, espero en verano, derretidos por el sol, los unos y los otros deberían de llegar aun
pacto para proteger a los socios y trabajadores que han perdido en el camino,
beneficio y sueldo, consolidando la rentabilidad y el empleo, porque
pronostican un frío invierno, deberíamos prepararnos
para estar más abrigados y
juntos que nunca.
Cualquier cosa no es válida para la
supervivencia, la cultura del engaño y del egoísmo no tienen cabida en este momento, ni nunca. Cuando uno logra
ver con lucidez el interior de la
empresa, cosa que te proporciona la experiencia, uno siente la necesidad de
jubilarse o plantear condiciones de una nueva empresa, no a la moda de no
pensar sino preguntar a la gente qué piensa. Mejor sin perder, afina las ideas.
GNV, prejubilado.
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