Tal fecha como hoy me convertí en padre, era sábado, además de
ser un ignorante no tenía este medio para expresar lo que sentía en aquel
momento, mi inconciencia juvenil o mi arrogante saber, no permitía la
concentración necesaria para saborear plenamente lo que estaba ocurriendo y
mucho menos lo que me depararía el futuro por la responsabilidad de dar vida a
un ser. Un ser que sale sucio pero es inmaculado, un bebe limpio y puro en su
interior al que contaminamos o enriquecemos con nuestro ejemplo, nuestras
costumbres y conocimientos.
Más tarde descubrí mi compromiso de alimentarlo
(en ambos sentidos: el material y el espiritual), de mantenerlo en su pureza
con el ánimo de no perder su inocencia, de amarlo hasta la muerte. Miro hacia
atrás y tan solo veo imágenes felices, te veo en la playa pescando, en el
colegio disfrazado, nadando en la piscina, descubriendo los insectos en el
campo, tus aventuras por esos mundos, manejando a tus hermanos, ……., no pararía
de contar.
Me has hecho trastadas, me has engañado, ¡lo
sabes! Pero no puedes imaginar lo divertido y quizás hasta satisfecho de lo
bien que falsificastes las notas del colegio en una ocasión que suspendistes o
cuando te multaron por acampar en un espacio natural protegido. En sinvergüenza
te pareces mucho a tus maestros: abuelos, tíos y padre. Por cierto, ayer me
encontré con un amigo que me dijo:
“Conocí a tu hijo, tiene el pedigrí de la buena gente”. Para restar importancia le
conteste: “Anda que no conoces a los otros dos”. Bueno Gabi, todo esto es para
decirte que me siento orgulloso de ti y como no sabía que regalarte en tu
cumpleaños, pensé devolverte la emoción de una madrugada, tal cual la viví y
escribí, gracias a Ana y a ti.
Una torre "casi" perfecta.
Llegó Gabriel Luis III
A las cinco de la mañana del domingo 26 de marzo de 2006, desperté agitado, como si alguien reclamara
que estuviera en alerta, subí al salón sin hacer ruido para no despertar a
María Teresa, cogí el plano de la finca,
lo desplegué en el sofá, y como antes lo hiciera “abuelo nano”, con una
claridad y agilidad de mente extraordinaria diseñe el reparto de mis tierras de
Valsequillo, tanto, que a las seis tenía terminada la misión, me sentía
satisfecho por el resultado, en la cuartilla de papel guarro quedaba manifestada: mi voluntad.
A las seis, me sentía totalmente relajado, a pesar de no haber dormido más
de cuatro horas puesto que nos habíamos quedado con Ana y Gabi hasta las doce
de la noche hablando y despejando nuestro dormitorio, que será a partir de
ahora de ellos, pero de repente, escucho la voz de Gabi llamando a “mama”, bajo
inmediatamente las escaleras y a través de la repisa que separa nuestras casas
le pregunto: ¿Qué pasa?, no contesta, me pongo nervioso, de nuevo repito: ¿Qué
pasa Gabi?, ¿Cómo esta Ana?, él ya me contesta con voz aterrorizada,
entrecortada como caracteriza a un navarro, pero con la precaución de no
alarmar en exceso, -ha echado un tapón
y sangraza -, me voy al
dormitorio, se lo digo a MT y con una tranquilidad pasmosa, como si no fuera
con ella, me dice: así empieza la cosa, todavía le queda por lo menos dos
horas. Se acurruca y pretende seguir durmiendo como si hubiera tiempo de otra
cabezada y rematar el sueño que dejo a medias, yo insistí de nuevo, quería
saber más, quería que ella controlara la situación, que fuera a ver lo que
pasaba, si todo era normal, unos segundos angustiosos que reproduce la falta de
reflejos de la conciencia de una abuela paterna, me temía que no fuera con
ellos a la clínica y entonces lo dije de
forma contundente “levántate y vete con ellos”, solo me fiaba de MT, si tienen algún contratiempo ella sabe poner
firme a quién sea y soluciona la papeleta. Para mí era una tranquilidad
infinita, le digo a Gabi: espera a tú madre, que va con ustedes.
Nos vestimos rápidamente, me abrigué y salí a su encuentro, MT me sigue,
miraba el cielo totalmente despejado, lleno de estrellas, la luna en cuarto
creciente junto a un lucero que brillaba hasta encandilarte, cuando de pronto,
un cometa cruza todo el cielo señalando el camino hacia Las Palmas, y esto no
es una fantasía, ni una trola, casi intuitivamente pensé en mi nieto para que
mi deseo fuera para él, y yo emocionado gritaba en la noche: mira una estrella
fugaz, anuncia el nacimiento de Gabriel Luis, viene marcado por señales
divinas, todo va a salir bien, sabía que detrás de esto estaba mi madre, parecí
escuchar: aquí estoy con tu ángel de la guarda y con la abuela Teresa, abracé
cariñosamente a Gabi para darle serenidad y pedirle cuidado en el camino, salió
Ana, le abrí la puerta del coche y les despedí como si no pasara nada para no
ponerles nerviosos.
Me quedé solo, mirando el cielo, !Que maravilloso! ¡Que inmensidad! ¡Que augurios tan
favorables! ¡Viene con el signo de la paz, pensé!, ¡gracias papá, gracias mamá!
Saqué fotos, vi amanecer, desayuné en el pueblo, compré los periódicos del día
para guardarlos, me comuniqué con mi nieto, le conté cuales eran sus tierras,
la belleza de sus flores, sus gallinas, los perros que tenía y le dije cuanto,
cuanto “le amaba”.
Gabi y Ana: hoy ha sido el día más feliz de mi vida, solo por esto valió la
pena vivirla, mis lágrimas enturbian mi visión, pero mi corazón no para de gritar cuanto “les quiero”. Ojalá, pueda
vivir de nuevo este momento.
Madrugada del 27 de marzo de 2006.
! que bonita es la vida! Sé que cuando te cuente lo que pensaba esta mañana recien despertada, no te asombrará, que sabes bien el origen de estas intuiciones.... pero a mí, de verdad, me emocionan tanto, que no puede dejar de abrir los ojos del alma y darle gracias a todos los angeles que nos protejen. Acudia a mi trabajo en Metro-tren. Una mañana luminosa, los naranjos en pleno apogeo de azahar, y un pensamiento que se me cruza: Tengo que pedirle a mi hermano, que me regale de nuevo , esta reflexión suya, sobre el nacimiento de Gabriel III. ! Y mira por donde! abro el Facebook y me mandas aquí, a que me vuelva a enternecer, a que sienta que la vida es maravillosa, a que me sienta tan, y tan orgullosa del hermano que tengo.... y permiteme Gaby, yo lo he leido con voz temblorosa en voz alta, y mis amigas han dado tambien gracias a la vida. Y que quieres.... con los tiempos que corren, es una alivio y consuelo para el alma, encontrarte con este escrito. Todo mi cariño
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