El título me lo propuso mi hijo
Fernando cuando por WhatsApp le comenté
una foto de su triste perro, advirtiéndome ofendido que no era un perro triste
sino una triste foto, indicándome asimismo que podría hacer una entrada en mi
blogspot sobre que “las apariencias no siempre son lo que aparentan”. Me provocó la
idea y asumí el reto del guante lanzado, fijé lugar y hora en este mismo
momento para el desafío.
Había colgado una serie de frases inéditas e inconexas en mi muro de Facebook que me fueron probablemente incitadas por algo
o alguien, tales como:
“En estos momentos es bastante raro
vivir, pues actualmente la mayoría sólo sobrevive la vida”.
¡No me resisto a perdonar a un cabrón,
es con diferencia lo más que le cabrea!.
“Por los halagos de una noche que no nos debimos dar, ganamos el cariño
pero perdimos la amistad”.
“Nunca logramos todo pero siempre ganamos algo”.
¡Aunque lo desprecies, alguien siempre habrá que lo quiera!
“No voy a dejar de escribirte sólo porque no me entiendas.
Solamente es que tengo algo que decir y lo digo, aunque a veces ni siquiera
comprenda las palabras que digo”.
La respuesta no se hizo esperar, a cada
una de ellas había comentarios que iban
desde la extrañeza a la indignación, desde la preocupación al me gusta, desde
el rechazo al compartirlo. Lo cual significaba que lo percibido no dependía del
valor de la idea sino de quien lo había escrito, y en la mayoría de los casos
de quienes lo habían leído. Entré en el juego de las apariencias, de lo
imaginado a la realidad, de la ilusión al hecho, de lo esperado a lo ocurrido,
de lo creído a lo existente. Un juego de picardía, ingenioso y creativo, que
por engaño, soberbia o vanidad nos complace olímpicamente participar en esta
ruleta de los dimes y los diretes.
Nadie dice gustarle lo visto en
televisión, o lo leído en las revistas del corazón sobre las apariencias y
fantasías de la de vida de personajes famosos y no tan famosos, incluso
inventadas historias o enredos maquiavélicos, pero sin embargo las vemos, las
juzgamos y hasta nos distraen un poco, o un mucho al observar el tiempo
empleado en el espectáculo. Hablé, escribí, miré, oí, hasta convencerme que mis
palabras, las imágenes, los sonidos, eran interpretados, entendidos o
comprendidos en las más diversas e infinitas formas y contenidos, comparados a
una realidad o modelo personal basado en una amplia gama de valores físicos y
espirituales.
Un buen experimento fue la foto del
perro de Nando, que ojo, mi hijo no es ningún perro, aunque los perros se dice
que son el vivo retrato del dueño, ni quiero decir tampoco que este triste
Nando por el perro. ¡Bueno me estoy metiendo en un lío con Fernando! cuando
quería hablar simplemente sobre la fotografía, que no siquiera la mirada misma,
sino una forma de mirar, cuya impresión de la realidad no tiene limites y su
interpretación no tiene fin. Si a esto le sumamos que la fotografía refleja tan
solo un instante, un vislumbre, no podemos pretender que ese fragmento
identifique la memoria inolvidable que marque la identidad o esencia de la
imagen fotografiada.
En verdad las fotos son detalles y un
álbum puede reflejar una etapa de la serie, aspirando a ser un fiel reflejo de
la contabilidad de las cuentas de la vida. La fotografía registra lo aparente y
el álbum contabiliza la realidad de la apariencia, más nunca es una realidad
irrefutable puesto que con cada nuevo registro la cosa cambia, hasta tal punto,
que no me reconozco en una foto anteriormente tomada, destruyendo mi imagen
pasada.
No hay una apariencia definitiva, lo
aparente y el acopio de lo aparentado, nunca puede completarse, ni mucho menos
llamarle la dura realidad. Ahora bien, el conocimiento, el reconocimiento, la
vivencia de lo aparente, conforma variadas emociones y sentimientos dignos de
incitar a que sintamos algo y actuamos, no perturba la emoción de preocuparnos
y nos pide que acortemos distancias a la sabiduría. Nos puede mostrar algo
horripilante que por vista llegamos a
aceptar como verdadera , incluso a menudo nos invita a fijar la vista en lo más
vulnerable o banal.
No siempre lo aparente existe pero a
veces termina alcanzando el don del arte al parecerlo. El surrealismo de la
apariencia construye de veras una concepción del arte aparente y de la vida
fugaz. La capacidad imaginativa y la sugerencia de sus construcciones mentales
significan, sin duda, una verdadera revolución en el arte de vivir -viviendo-
construida en base al dadaísmo que propugnaba: destruir, provocar el caos y
aniquilar. Lo que no significa que ambos
movimientos no tengan fronteras de contacto y apariencias comunes.
El mundo autónomo de los sueños
freudianos también pueden ejercer una influencia decisiva en la concepción de
la apariencia, de la capacidad intuitiva de la psiquis, del profundo y oscuro
mundo interior de la mente, el subconsciente o inconsciente, aparecen como
maquinas reveladoras de una nueva realidad de la aparente cámara humana.
A pesar de que desconocen gran parte de
mi vida, confieso que soy aparentemente humilde, mi soberbia y vanidad son un “secreto a voces”, y nunca mi apariencia
había ocultado. Siempre intento hacer pensar desde otro punto de vista, las
miradas pueden parecer en el momento incluso radicales o infantiles; y como
dijo, sin recurrir a ningún tipo de
artimaña, aquel hidalgo caballero:
“Cuando no estamos en la una, estamos en
la otra”.
El amor y el deseo aparentan lo mismo, pero son muy diferentes. ¡Sólo en mi sano juicio lo comprendería! ¡Mientras
tanto disfrutaré la apariencia, puesto que detrás de lo aparente, no hay nada
parecido!
GNV
P.D.:
Me sirvió de fuente el libro “Sobre la fotografía” de Susan Sontag, de
igual forma que la “aparente vida” de la muy notable y real premio Príncipe de
Asturias. Y como siempre gracias a Wikipedia, el Quijote de la Mancha, Dulcinea
y a Sancho, digo: “Nando”.
Yo solo tengo que decir que la apariencia solo es la sombra de la Luz, y mi perro la sombra de su amo.
ResponderEliminarBuena entrada!
Saludos
Fernando
Joder Nando, eso me lo podías haber dicho antes para ponerlo principal en mi entrada, ¡aparentemente te pareces a MT! jajajajajaj. De todas formas mi historia contigo esta por contar...... me sería muy fácil describir a un niño con flecos lacios, cómplice sonrisa, ojos alegres...... que te quiero...... elige una Luz? Tu y yo, sin sombras.
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