Resulta
incuestionable que el año comienza el primer día del primer mes, si bien en la era romana el primer mes era marzo, la vida era así
y no me la he inventado yo, pero no me gustaría que el último día del año 2012 lo recordaran como el peor año de la crisis, sino totalmente al contrario por
algo que marcará el devenir de los tiempos futuros, un designio para la
humanidad, una nueva era, el año en que las personas de este pequeño planeta
azul emprendieron el camino que debe acercarnos a un mundo de valores nuevos, a
través de los cuales podemos ser capaces de comprender un poco mejor lo que
sucede tanto en nuestra vida como alrededor del universo.
Deseo
que el año 6013, después de la verdadera luz, sea el desafío íntimo y personal
de entrar en el camino de la transformación y el crecimiento espiritual. Pero
vamos al grano, "me interesa el
futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida", como
dijo Woody Allen, según leí en el sobrecito del azúcar cuando me tomé el primer
café de la mañana.
En
nuestro acontecer diario deberíamos dedicar unos minutos a elevar nuestros
pensamientos y sentimientos, y analizar los momentos importantes del día,
viendo si hemos creado el orden, utilizado el poder, la energía, la voluntad,
la armonía, la inteligencia o la imaginación, los siete peldaños que en la
antigüedad relacionaban nuestros antepasados con las fuerzas planetarias como
vía de elevación espiritual. Elevemos nuestros ojos al Oriente donde se
encuentra la "estrella flamígera", el símbolo del hombre perfecto,
del Hombre de Vitrubio representado por Leonardo Da Vinci, del Dios manifestado
en el hombre. Los cinco caminos de la estrella marcan cinco espacios de nuestra
vida que debemos trabajar cada año. Los primeros 72 días/grados nos invitan a
trabajar nuestra voluntad, a planificar la puesta en marcha de nuevos
proyectos. Los segundos 72 días/grados nos impulsan a trabajar el aspecto
emocional de los acontecimientos, a comprender los sentimientos, a sentir con fuerza cada movimiento. Los terceros 72
días/grados nos ayudarán a razonar nuestras actuaciones, a penetrar en el
terreno de las ideas, de la lógica. Los cuartos 72 días/grados nos servirán
para llevar a la práctica los proyectos iniciados, de plasmarlos en la
realidad. Los quintos 72 días/grados son de libre albedrío , es el momento en
que el ser humanó debe crear, realizar su propia obra. El secreto es vivir en
profundidad, con la consciencia desplegada en todas direcciones, cinco veces
setenta y dos días al año, es la auténtica cuadratura del círculo, los 360
grados de la circunferencia, que representa la perfección.
Antes
del final del año por tanto, esto sí ocurrirá, barreré mis piedrillas
desbastadas de mi escultura y las colgaré en mi taller para medir la basura que
me he quitado este año. En el memorándum del año siempre nos limitamos a
confeccionar una contabilidad de sumas de saldos en el
debe o en el haber y según el resultado económico diremos descaradamente
si el año fue bueno o malo. Sin embargo en esta ocasión mi balance estará más
centrado en lo que me he quitado y lo que he añadido, lo que verdaderamente he
avanzado puliendo una piedra. No incluiré el "polvo" acumulado en el
pavimento de los desahucios humanos, sería hasta grosero por mi parte y un
ofensa para otros, sólo contaré en mi cuenta de perdidas y ganancias las cosas
del corazón y de la razón, del sentimiento y el conocimiento, en definitiva una
cuenta de despojos y abundancias de los auténticos valores humanos.
Copio
una lista con cuarenta cualidades positivas que utilizaban los iniciados
egipcios para la formación de un ser perfecto y cuantificaré en una tabla del
cero al siete, la valoración de lo que he llenado o vaciado de esa virtud en el
transcurso de este año. La tabla no llega al diez porque eso le corresponde
sólo a Dios, y tiene además en consideración, que menos de cero sigue siendo
Nada.
Esta
es la plantilla que llamaré el "Código de la Luz":
Amor y sabiduría
|
Fortaleza
|
El poder de descubrir y
apreciar belleza
|
Discernimiento
|
Elocuencia
|
Veracidad y exactitud
|
Habilidad
|
Eficiencia
|
Sentimiento de unidad
|
Cortesía
|
Tacto
|
Decisión
|
Valor
|
Jovialidad
|
Confianza
|
Calma
|
Equilibrio
|
Perseverancia
|
Reverencia
|
Devoción
|
Previsión
|
Rectitud
|
Sentimiento de honor
|
Imparcialidad
|
Justicia
|
Indecisión
|
Dominio mental
|
Dominio emocional
|
Dominio físico
|
Prudencia
|
Dominio de la memoria
|
Meditación
|
Pureza
|
Paciencia y afabilidad
|
Persuasión
|
Adaptabilidad
|
Tolerancia
|
Humildad
|
Estudio
|
Perspicacia.
|
No
las puedo enumerar para no dar pie a que una sea más importante o tenga mayor
valor que otra, todas ellas son imprescindibles a fin de construir con el
mancomunado de virtudes, una magnífica y radiante forma mental de perfectas
proporciones. Pero si debemos cuantificar cada una de ellas en la creencia que
la virtud pueda estar en el término medio y así saber en que año luz nos
encontramos de la Verdadera Luz.
Cuando
analices los resultados no pretendo que te sientas como un animal, como tampoco
un místico iluminado, tan solo espero que con esta herramienta puedas fielmente
valorar la situación de nuestras cuentas intangibles para ser consciente de lo
que éramos, somos, y deseamos SER.
He
sacado una nota baja, que fácil es predicar y que difícil es ejecutar el
mensaje que se ha dado sin tener un mínimo fundamento. Para discurso con
cimientos las canciones de Chavela Vargas, cuando "Amaneció otra vez, entre tus brazos, y desperté llorando, de alegría,
me cobije la cara, con tus manos, para seguirte amando, todavía" ...;
igual que "cuando cayo la noche y
apareció la Luna, y entró por la ventana, que cosa más bonita, cuando la luz
del cielo iluminó tu cara" ...; es la misma emoción que se origina al
llegar al paseo de Las Canteras y ver la playa chica con la marea baja, detrás
la barra grande y en el fondo, claramente, el Teide gigante a la puesta del
Sol. ¡Fueron estos los momentos del año con mayor puntuación!
"Voy camino a la locura, aunque todo me
tortura, se querer", gracias Chavela Vargas por las canciones prestadas, ¡hasta siempre! (falleció en agosto de este año).
Evocaré
el recuerdo de las felices horas, y cuando tu te hayas ido 2012, mi AMOR:
¡Me envolverán las sombras!