A
pocos pasos perdidos del Coliseo Romano subiendo la Vía Labicana se encuentra
la Basílica de San Clemente. Recibe su nombre del tercer sucesor de Pedro, el
Papa que escribió las famosas Cartas a los Corintios y que terminó arrojado al mar atado a un ancla por defender
sus creencias aproximadamente en el año 100 después de Cristo. Si bien el
edificio inicialmente fue la casa familiar de un personaje romano de nombre
también Clemente, una parte del mismo estaba destinado al culto de los antiguos
dioses romanos.
Huía
de hacer las interminables colas para entrar en cualquier monumento, pero no
fue la casualidad lo que me condujo allí, sino la curiosidad o la inquietud de
mi "guía espiritual" por descubrir en "situ" lo que en sucesivas excavaciones se ha ido comprobando
de la historia de este enigmático y
esotérico "Edificio Clementino", y que a uno le gusta siempre acompañar en la aventura
investigadora y así aprender de la enseñanza de los dioses antropomórficos, aunque
el precio de la entrada fue como la de la visita al Museo del Vaticano.
Basílica de San Clemente |
Allá
por 1857, el prior de San Clemente inició los primeros trabajos de excavación
bajo la actual basílica llegando a descubrir en un segundo nivel la primitiva
basílica existente del siglo IV, la cual siete siglos después amenazada de
ruina, fue cubierta de escombros y reforzada para levantar sobre sus pilares
una segunda iglesia, copia de la anterior pero de menor dimensión, tal y como
lo vemos hoy.
Válgame
Dios que se pueda pensar que no aprecio en ella la belleza que ostenta
esta basílica paleocristiana; el
majestuoso altar sobre la tumba del mártir que encierra una urna con reliquias
de San Clemente y San Ignacio; los magníficos
mosaicos del ábside con la cruz cristiana simbolizando el nuevo árbol de la vida; las elegantes
pinturas al fresco en sus paredes o el labrado
artesanado de su techumbre,... serían razones suficientes para visitar esta joya en el
mismo corazón de la "Ciudad Eterna". Sin embargo no
quiero quedarme tan sólo en lo superficial, leyendo lo inscrito debajo del arco
de la bóveda que indica: "Este es
nuestro Dios; ninguno otro cuenta a su lado para nada", o escuchando las
interpretaciones religiosas de los dominicos irlandeses que actualmente
administran el "Edificio Clementino",
sino que indagaré por sus sótanos lo que les cuesta enseñar a los monjes -sin
tapujos- sobre los orígenes del templo y de los misterios, no únicamente por lo
perfectamente rehabilitado y conservado en el primer y segundo nivel de las
iglesias católicas, sino también en el hermético y abandonado tercer nivel
donde se halla el Mitreo, templo dedicado al culto de Mitra, tan practicado
durante los primeros siglos de nuestra era, sobre todo por los soldados romanos
hasta su total prohibición, y así mejor entender el conjunto arquitectónico y
la influencia de estos cultos en otras posteriores religiones y rituales.
Árbol de la Vida |
Nadie
se debe extrañar y tampoco desconocer, que la primera iglesia católica se
levantara sobre un templo mitraico, y menos aún desacreditar la influencia que
tuvo sobre las primitivas creencias cristianas, ó avergonzarse de su
procedencia considerando que el culto a Mitra fuera una gran
"amenaza" para el Cristianismo. No estamos en el 391, ni gobierna
Teodosio el Grande, que decretó: "nadie irá a los santuarios, paseará por
los templos, o elevará sus ojos a estatuas creadas por obra del hombre".
Los templos que así cerraron fueron declarados «abandonados», y el obispo
Teófilo de Alejandría inmediatamente destacó en la solicitud el permiso para
demoler el lugar y cubrirlo con una iglesia cristiana, un acto que debió
recibir aprobación general, puesto que mitreos formando criptas de iglesias, y
templos formando los cimientos de iglesias del siglo V aparecen por todo el
Imperio Romano.
No
hay textos sobre el mitraísmo escritos por los propios adeptos, por lo que las
únicas fuentes para conocer esta religión son las imágenes sagradas encontradas
en los mitreos. El dios Mitra nació cerca de un manantial sagrado, bajo un
árbol sagrado, de una roca (la petra generatrix). Esto enlaza con las
tradiciones armenias de la cueva de Meher (Mitra). En el momento de su
nacimiento llevaba el gorro frigio, una antorcha y un cuchillo. Bebió agua del
manantial sagrado, con su cuchillo cortó el fruto del árbol sagrado y con las
hojas de ese árbol confeccionó su ropa.
Alejandro y Sofía en el altar de la Iglesia del siglo IV |
Mitra al encontrarse con un toro que pastaba en las montañas, lo agarró por los cuernos y lo montó, pero, en su galope salvaje, la bestia lo hizo desmontar. Sin embargo, Mitra siguió aferrado a sus cuernos, y el toro lo arrastró durante mucho tiempo, hasta que el animal quedó exhausto. El dios lo amarró entonces por sus patas traseras, y lo cargó sobre sus hombros. Lo llevó, vivo, soportando muchos padecimientos, hasta su cueva. Este viaje de Mitra con el toro sobre sus hombros se conoce por sus adeptos como el "transitus". Cuando Mitra llegó a la cueva, un cuervo enviado por el dios Sol (Apolo) le avisó que debía realizar el sacrificio, y el dios, sujetando al toro, le clavó el cuchillo en el flanco. De la columna vertebral del toro salió trigo, y vino de su sangre. Su semen, recogido y purificado por la luna, produjo animales útiles para el hombre. Llegaron entonces el perro, que se alimentó del grano, el escorpión, que aferró los testículos del toro con sus pinzas, y la serpiente. La sangre del toro esparcida dio la vida al mundo vegetal, animal y todo cuanto existe; pero el escorpión traidoramente derramó un poco de sangre vital del toro, introduciendo de este modo el mal en el mundo. Finalizada la lucha, Mitra y Apolo tuvieron un altercado por la fallida redención, pero muy pronto hicieron las paces y celebraron la gran victoria con un banquete ritual, la ceremonia por cierto es muy parecida a la Eucaristía. Después Mitra ascendería al cielo en una cuadriga como el profeta Elías.
Bajando al Mitreo |
Yo en tanto, voy al fondo de la nave lateral sur en el segundo nivel inferior de la Basílica de San Clemente, junto a la supuesta tumba de San Cirilo, bajo la escalinata que conduce al área mitraica excavada en el 1912 y que permaneció inaccesible por espacio de unos cuarenta años porque el agua al filtrarse por las paredes inundaron las tres habitaciones que fueron excavadas hasta que las aguas fueran canalizadas por una galería a la “Cloaca Máxima” que pasa por detrás del Coliseo, y sigilosamente me adentro en el pronao o cámara del silencio hasta llegar a una puerta de hierro forjado que permite ver entre los barrotes el triclinio. A una y otra parte del triclinio hay asientos de piedra (triclinia) para celebrar el banquete ritual, y nichos semi-circulares para colocar estatuas. En medio de la habitación se halla el ara que presenta en relieve la escena de la muerte del toro, en la que Mitra, agarrando al toro por las fauces le clava el cuchillo en la espina dorsal, mientras vuelve el rostro hacia el cuervo que le había transmitido el mensaje de Apolo.
MT a la puerta del Mitreo |
Fuera del triclinio, al fondo de un pasillo, se encuentra la escuela mitraica, una tercera sala que estaba destinada probablemente a la preparación del iniciado. En ella siento un aire frío que penetra en mi acalorado cuerpo, escucho el murmullo de las aguas subterráneas que discurren por la acequia invitándome a la purificación del alma y en la oscuridad de la cueva ojeo en sus paredes los siete nichos, repletos de grafitos, que vienen a ser considerados simbólicamente como las siete etapas a través de las cuales el profano debía pasar antes de ser admitido a los misterios secretos que se mantenían en el triclinio. El pavimento de la habitación es de mosaico en blanco y negro; su techumbre es una elegante bóveda de estuco que presenta una fina decoración geométrica y floral, la cual presenta un pésimo estado de conservación que no significa vacía de la fuerza y energía del Cosmos que desprende la escasa luz de sus pinturas.
Un
escalofrío me eriza la piel, me sentí como Mandela en la celda de Robben
Island, un "Sol Invictus" secuestrado en la oscuridad de la estancia,
pero iluminado por una luz interior que proclamaba sin cesar por La Paz y la
Fraternidad Universal, reivindicando la libertad para los antiguos dioses
romanos encadenados en aquella prisión.
Los
estudios arqueológicos e históricos recientes han estado mostrando que durante
los tiempos precristianos existían en Egipto, regiones del centro de Asia y el
Mediterráneo, varias corrientes religiosas con un núcleo de miembros formando
sociedades secretas practicando ritos en los cuales se usaban simbologías
basadas en las posiciones de las constelaciones, los planetas, el sol y la
luna. Es también posible que tales sociedades secretas antiguas hayan tenido
una raíz común en aquellos que estudiaban y registraban el movimiento de las
estrellas. Ellas proporcionaron muchas de las alegorías que todavía se utilizan
en muchas religiones actualmente e incluso en instituciones no religiosas como
la Masonería.
Triclinio |
En definitiva concluyo que el cristianismo representado en el primer nivel de la Basílica de San Clemente es más o menos una adaptación de los elementos esenciales de los misterios paganos al monoteísmo judío de aquella época, una religión entretejida de misterios, carácter éste muy esfumado hoy en día por la inquisidora visión medieval del catolicismo, pero como dijo Hermes: "lo de arriba es igual a lo de abajo y lo de abajo igual a lo de arriba", y todos los sitios son buenos para alabar al Gran Arquitecto del Universo
Cuando
terminé mi recorrido por el Mitreo salí de las entrañas del edificio y me senté
en un banco de madera de la Basílica
para descansar mis fatigadas piernas, esta vez no sentí el frío en el culo, ni escuché
el murmullo del agua, puesto que la única que había estaba envasada en plástico
y costaba muchas monedas profanas, y reflexioné sobre esta vida, tal vez algo
complicada, pero además convencido en mi interior que somos los únicos
encargados de hacerla maravillosa.
Qué manera de profundizar en todo lo que haces o visitas. Muchas gracias además por contarlo tan bonito y comprensible a todos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo en que este mundo es maravilloso, porque nosotros lo hacemos así.
Gracias.