Ahora me ha
dado la perreta por los obeliscos, algunos se espantarán, otros dirán que me lo
meta por el culo en semejanza a un supositorio, más no cejaré en mi empeño,
aunque algún amigo/a de mi pandilla juvenil piense que son simples añoranzas de
aquellas placenteras tardes en el Parquillo de Tomás Morales junto a su
Obelisco. Ya que de todas formas me van a criticar, haré lo que me viene en
gana e intentaré captar su fuerza protectora.
Empezaré
por el principio, por los construidos en Egipto. Me remonto dos mil años antes de
Cristo, es decir a dos mil años de la verdadera luz, a los tiempos de los
TUTMOSIS y de los RAMSES, pero no teman no haré una lección de historia, sólo
les contaré que cuando estuve hace unos años en Asuan visité una cantera de
granito rojo, y me enseñaron que los obeliscos se extraían abriendo surcos en
el perímetro percutiendo con bolas de dolerita que luego inundaban con agua después
de poner unas cuñas de madera que se hinchaban con el agua y así eran arrancados
por presión del lecho rocoso sin que se partiera la pieza en toda su
longitud.
Cierto es
que en los viajes a Egipto valoré el esfuerzo y la precisión del trabajo, pero
no lo suficiente para admirar debidamente la belleza del monolito y mucho menos
comprender la profunda simbología y la sabiduría que contienen estas obras de
arte. El obelisco, llamado TEJEN en la lengua sagrada de los antiguos egipcios
es sinónimo de "protección","defensa". La aguja de piedra
tiene por función perforar las nubes y dispersar las fuerzas negativas que
siempre amenazan con acumularse bajo la forma de tormentas visibles o
invisibles por encima del templo, era como un símbolo del rayo petrificado. La
palabra Obelisco deriva del griego Obeliskos, significa "espetón para
asar", "aguja".
Me he propuesto
sacar una foto a cada uno de los obeliscos conmemorativos que adornan las
ciudades más importantes del mundo. Lo hice en Karna, El Cairo, Roma, París,
Madrid y por supuesto -no es egipcio, pero si el más querido- el de Las
Palmas de Gran Canaria. Todos esconden un por qué, unos ocultos en los misterios
del Antiguo Egipto, otros adulterados por mentes ignorantes y pensamientos
retorcidos; los más renacen en su forma original, con otros materiales, para recordar y engrandecer un personaje o un hecho histórico.
Me ocuparé
de la actualidad: me escapé con MT de "weekend" a Londres, en mi
agenda no faltaba el deseo de descubrir una de las "agujas" más famosas,
la que se en encuentra en el "Embankment
Victoria" a orillas del Támesis, y ojalá tocar una piedra pulida hace
aproximadamente 3500 años por orden de TUTMOSIS III, la cual tiene 21 metros de altura y fue grabada
posteriormente por RAMSES II. "Cleopatra's Needle" es el
nombre anglosajón de la pareja de obeliscos erigidos inicialmente en la antigua
ciudad "Heliópolis". Posteriormente
fueron trasladados a Alejandría, por deseo de César Augusto y en el siglo XIX
fueron transportados con destino, una a Londres y la otra a Nueva York.
Mi deseo se
convirtió en realidad. Entre dos impresionantes esfinges de bronce con narices
irrompibles se erige la "Aguja de Cleopatra". Bajo
una pequeña escalinata para acceder al embarcadero, miro al cielo, esta vez sin
la impenetrable y misteriosa bruma de Londres, descubro el antiguo obelisco
egipcio engalanado por los arces dorados colindantes a la orilla del Támesis.
Los escalones y el pedestal del obelisco
fueron dañados por una bomba durante un bombardeo aéreo en la Primera Guerra
Mundial, y las marcas en las piezas de metal son visibles actualmente.
En el
pedestal hay cuatro inscripciones, en la cara este, indica su origen y
procedencia; en la cara oeste, que fue regalado a la nación británica el año
para reconocer las victorias de Nelson y Abercromby; en las cara norte y sur,
se recoge la pericia del sufrido viaje del obelisco desde Alejandría a Londres
en un cilindro de hierro, que quedó a la deriva durante una tormenta en el
Golfo de Vizcaya.
Un nuevo
desafío podemos compartir ahora: sacarle una foto a su gemelo en Central Park
de New York para obtener nuevas vibraciones sensoriales. Y si lo haces antes
que yo, dile que le envío un cariñoso recuerdo de su pareja en Londres; dile
que le gustaría estar junto a él; dile que no pierda la esperanza de retornar
algún día a su Patria, como así es el deseo de mucha gente de bien y egipcios
que quieren recuperar su patrimonio arquitectónico, muchos de ellos
indebidamente expoliados y repatriados por todos los confines de este mundo.
Hay gente
que liga las construcciones faraónicas que apuntan hacia el sol y representan
al Dios Amon Ra a la adoración de Satanás, otros, a la de adoración al sexo.
Para mí personalmente concluyo en que es y será un emblema egipcio que
indica simbólicamente una "segura dirección", para encontrarse con
uno mismo, contigo, y con Él.
!Además acompañado de hermosas palomas¡
Retiro lo de "inconsciente añoranza de juventud" que puse en FB antes de leer el texto. ahora que lo leí creo que es una añoranza, pero mucho más profunda, más antigua... y además muy instructivo. Me gustó, oiga!!
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