Me
despierto perezosamente y con una tranquilidad pasmosa abro mi mente al primer
pensamiento: ¡estoy curado! Entre sábanas de franela, envuelto por un edredón
de plumas, me creo un verdadero ganso al amanecer en "lagoZen" (un “almaCen” que rehabilité para hacer ejercicios
con el cuerpo y el alma) ¿Recibí la panacea universal? ¡Un éxito instantáneo! Se habían disipado como por arte de magia todos los miedos,
por lo que me levanté como Lázaro, con una sensación de plena salud y bienestar.
Es
una emoción parecida a la que se experimenta cuando acabas una sesión de yoga
en la que has logrado alcanzar un momento de iluminación. Claro está, que para
ello has tenido que sufrir y anestesiar el dolor. ¿Estamos capacitados para poder
sufrir lo suficiente y pasar por pérdidas, fracasos, depresiones, confusiones y
todos esos momentos en los que estás en un estado mental, como para sentir que
existe un Dios o la verdad? Creo que sí.
Soy
un viejo incrédulo, difícil de doblegar, pero al buscar razones de este
momentáneo bienestar pienso en que si no habrá alguien que confiará la tutoría
de la sanación a los Señores del Destino que se valen de la noche para que sus
Auxiliares Invisibles actúen con personas que necesitan ayuda y merezcan ser
curadas. Todo enfermo debe recurrir a los medios ordinarios para ser curado, si
bien hay casos que la ciencia médica no puede dar una mínima garantía. En
cambio, todas las cosas son posibles para Dios. Así, pues, los días de los
milagros no han pasado para mí, tampoco la alquimia, ni la medicina tradicional.
Muchas personas que han rezado pidiendo ayuda, han sido curadas mediante la
sanación espiritual, incluso algunos han visto a los Auxiliares que han ido a
ayudarlos y otros los han oído hablar y han conversado con ellos tal a como
suelen hacerlo con sus amigos; otros, en cambio, han sentido meramente su
presencia. En mi caso, y no es mentira, en mi pecho se manifiestan señales
visibles y reales, no sé si es síntoma de algún medicamento, pero su forma no
lo parece. Alguien cincela una nueva silueta para mí. No dudes que los
pensamientos, actitudes e intenciones sanadoras de un individuo pueden influir
en la fisiología de otra persona, cuestión comprobada en numerosos estudios
científicos sobre el poder sanador de la
oración.
En
esa dualidad permanente en la que se tiende al equilibrio y la armonía, igual
que avanza la enfermedad, la persona al tiempo alcanza niveles superiores de
madurez espiritual, comienzan a florecer capacidades extraordinarias de amor,
vitalidad, calidad personal y conciencia corporal.
Aquí
y ahora, lo que se trata es de vivir libre de ansiedades y neurosis, evitar
cuanto antes el sufrimiento que nos produce la enfermedad y en la medida de lo
posible alcanzar la iluminación deseada en la quietud de nuestra alma y la
plena conciencia del espíritu. Para ello debemos conocer el dolor y el por qué se produce en nuestra mente para
eliminarlo completamente. A mi me sienta bien el "no-lín" en las horas de relajación; no en los problemas de
afuera, en ese incesante flujo de pensamientos que nos aturrullan, recuerdos
del pasado y preocupaciones por el futuro, sino en la silenciosa música de
nuestro interior.
Para aquellos que cada
día se sienten peor y la medicina no les da ningún arma para defenderse, cuando
se te atragante la vida y se enrede el aire en tu garganta, plantéate el dilema
entre la vida y la nada para pasar de "existir" a "ser".
De la vida tendrás una buena experiencia y te gustaría por supuesto permanecer
en ella, pero ¿qué es la nada? ¿Cómo me gustaría que fuera? No es un reto
desinteresado el definir la nada, ya que sólo al pensarlo para mi existe y eso
me es suficiente, cuando lo pienso le doy inmediatamente vida y paso a
encontrarme entre vida y vida. Estados existenciales, eso sí, en diferentes
planos, con herramientas distintas y construcciones nuevas. Algunos dicen que
son siete, yo me conformo con plantearme la siguiente, voy sin prisa y como la
tortuga, lento pero seguro.
Es mediodía, hora de
trabajar. Un golpe de tos me reconduce a otra realidad. Los enfermos no sanan
enfermos, sólo perpetúan el tiempo de la enfermedad, menos mal que los maestros
de la India nos enseñaron las
"Cuatro Leyes de la Espiritualidad". La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta",
es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas
que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para
hacernos aprender y avanzar en cada situación. La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía
haber sucedido". No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera
sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado,
y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
La tercera dice: "En cualquier momento
que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento
indicado, ni antes, ni después. Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución,
por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con
esa experiencia.
Creo
que no es casual que estén leyendo esto. El intelecto está embadurnado por
muchos pensamientos basura ¿Qué puedes hacer para eliminar el clamor y el
atiborramiento? Tienes que dejar de reflexionar sobre tus emociones, tus
pensamientos, tus recuerdos. Tienes que dejar de pensar, de desear, de soñar
mientras estás despierto. No podrás encontrar tu verdad hasta que las hayas
borrado todas. Nunca encontrarás la ausencia -que es el estado de verdad- a
menos que seas capaz de estar en el ahora sin que surja nada dentro de ti. Sólo
lo que es.
"La gran tragedia de
nuestro tiempo es que no sabemos vivir aquí y ahora".
Eckhart Tolle
Es
posible y práctico llevar una vida sana y apacible. No te desanimes: eso sólo
significa que estás practicando. Y no puedes practicar sin el opuesto, ¿o sí?
No puedes practicar estar en quietud, sin movimiento. Practica ser ahora. Y cuánto más
sirvas y des a otros en tu vida, más hondo descenderás en ese ser insondable.
Sólo si el miedo desaparece podemos ser libres, ahora y para siempre.
El sol reaparece cada
mañana después de haber pasado la noche. Hoy ha sido el último día del año,
mañana será el primero.
¡Ser es ahora, ya veremos mañana!
Presente pasado y futuro en uno solo, en la sinfonía del Universo somos uno, confianza busco y la encuentro en ti.
ResponderEliminar...y nada mas importa
nan
Eres de esas personas especiales, que están y seguirán estando. Somos muchos los que te queremos.
ResponderEliminarQuerido LIn!!!!
ResponderEliminarFeliz 1º día del año 2014!!!! y ser feliz es algo de lo que somos responsables, no depende de nadie más. Nadie nos hace felices. Así que pongamos manos a la obra y consigamos nuestra propia plenitud. Y una vez conseguida estaremos en condiciones de compartirla con otros y otras.
Dicen que es en "el hoy" cuando podemos actuar ya que ni "el ayer" ni "el mañana" existen. Brindo por SER en el AQUÍ y en el AHORA .
Un gran abrazo!!!!! Tu prima, Ana
Que suerte, no es casualidad, leer este canto a la vida en este primer dia del 2014. Gracias Lin.
ResponderEliminarGracias Lin, efectivamente, no es casualidad.
ResponderEliminarGracias de nuevo, San Gabriel, por tus reflexiones y pensamientos y por compartir tus saberes.
ResponderEliminarDelicioso, sencillamente delicioso.