martes, 27 de marzo de 2012

Los holgazanes y los zánganos no van a la huelga.

Cuantas veces habré escuchado, incluso haber sugerido en algún espacio empresarial, eso de que hay que mejorar la productividad. Tantas, que siempre me pareció una muletilla recurrente para esas ocasiones. Sonaban huecas, todos consentían y nadie se sentía aludido. Teníamos  que ser como los alemanes ¿pero como íbamos a perder nuestra siesta laboral? Y claro, aquello concluía  con lo bueno de ser español, festejando con los empresarios y compañeros nuestro autóctono modelo empresarial.


Cierto fue, que algún empresario se pasaba tres pueblos cuando de mala forma decía  "Vagos, no se merecen el sueldo que les doy" lo cual siempre remataba con una alusión a la condición sexual o la raza. El salario no te lo ganabas, lo consideraban un regalo de un alma privilegiada y caritativa, con derecho a pernada. Pasaron los años de la esclavitud pero la dignidad en el trabajo no se reconoce todavía.

Vamos en fino quería decir "gandul, a trabajar", y funcionaba hermano, la gente se levantaba con la cabeza baja y como un perro daba vueltas atareado alrededor del tajo. Claro que funcionaba, la segunda vez lo decía igual, pero con una vara. A los  encargados del capital -godos mayoritariamente- les encantaba expresar su hombría o valía de esta manera.

El trabajo era como una competición, hacer una cosa en menor tiempo que los otros o hacer más cosas que el otro en el mismo tiempo. Se trataba de ganar, no de hacerlo bien.
Ahora se habla mejor, en vez de vago te dicen innovador, te pasas el día pensando en como verlo de otra forma mas compleja, complicada y compuesta, tan diferente a lo que te encargaron hacer que al final no haces nada útil. Dicen que seamos responsables, que defendamos nuestros derechos, pero trágate la reforma, retrocede laboralmente cuarenta años, menos salarios, más impuestos, y encima te acusarán de aumentar el riesgo a la convivencia nacional; me suena verborrea propia de otra época o movimiento.

Lo de ser eficaz y eficiente retumbaba en mi cabeza de tal forma que cuando dormía soñaba en blanco y negro para ahorrar colores.  Los grises se imponían hasta en la calle, dando porrazos a diestro y siniestro a todo lo que se le pusiera delante. Que recuerdos, esto me pasa por estar cansado de descansar, imagínate una semana en Fuerteventura a media jornada, en plena pre-huelga general, con ganas de navegar sin tener barco. Menos mal que cuento con mi nuevo iPad para navegar hasta marearme y arrojar esta reflexión sobre lo que entiendo por productividad, desde la visión de una persona ociosa pero dispuesta para asumir una tarea que exige responsabilidad o esfuerzo, ¿como un auténtico prejubilado, no un holgazán?


Al igual que la colmena esta constituida por tres castas: abeja reina, obreras y zánganos, el apiario empresarial lo forman tres clases: empresarios, trabajadores y holgazanes. Las obreras y los trabajadores son los miembros más numerosos en el enjambre respectivo. Ellas segregan la cera utilizada para construir los panales y son también las encargadas de limpiar y mantener la colmena, criar a las larvas, vigilar el panal y recolectar el néctar y el polen. Las abejas obreras succionan néctar de las flores, que es el alimento energético, y polen, del cual obtienen las proteínas, grasas y minerales necesarios para la supervivencia de los habitantes de la colonia.

¿Naciste para ser obrera o eres una persona con poca disposición para trabajar?

Los zánganos no recolectan néctar ni polen. El principal propósito de los zánganos es fertilizar a la nueva reina. Éstos copulan con la reina en pleno vuelo. Tras finalizar la cópula, el zángano muere. La abeja reina copula con varios zánganos (más de 15) en los diversos vuelos de fecundación.

Los holgazanes, al igual que los zánganos, son los menos y no todos valen para la fertilización de la empresa, ni siquiera tienen voluntad, ni interés por trabajar, menos ir a la huelga o manifestarse para ayudar a las obreras, pero necesarios útiles para mayor satisfacción o justificación del rico y la reina. Los zánganos están a gusto dentro de la colmena, pero mueren antes que las obreras.

La productividad es la relación entre la producción obtenida por un sistema productivo y los recursos utilizados para obtener dicha producción. En realidad la productividad debe ser definida como el indicador de eficiencia que relaciona la cantidad de producto utilizado con la cantidad de producción obtenida.

El aumento de la productividad está asociado al crecimiento económico e históricamente ha permitido la reducción de la jornada de trabajo como un requerimiento menor de mano de obra. En países exportadores de materias primas, habitualmente con baja productividad, se renuncia a la productividad a cambio de más población; en países industrializados se consigue una alta productividad con escasa mano de obra lo que promueve institucional e individualmente un mayor control del aumento de la población.

Las causas del aumento de la productividad son consecuencia del desarrollo de la tecnología, del aumento del denominado capital físico y la mejora del capital humano: mecanización, industrialización, implantación de tecnologías de la información y la comunicación; de la mejora en la gestión de recursos humanos; del aumento de la cualificación profesional y la formación de trabajadores así como de la implantación del sistema de gestión de la calidad y la intensificación del capital que reducen la necesidad de mano de obra intensiva.


Los españoles viven mejor que en mitad del siglo XX, pero todavía están lejos de las cotas alcanzadas por la mayoría de los países desarrollados. Por un lado, España está a la cabeza de horas trabajadas al año en Europa. Por otro, sólo ha reducido su jornada en los últimos 60 años un 13%, cuando la media de los países desarrollados es del 25%.

Ha habido quien ha visto en el fomento del tiempo parcial una fórmula para frenar un desempleo desbocado. La idea sería menos horas de trabajo, pero más gente empleada.
Sin embargo, en este punto surge de nuevo el problema de la productividad. "Los Países Bajos han desarrollado un mercado laboral muy basado en el tiempo parcial gracias a que primero habían alcanzado un modelo muy productivo. Ganaban más por hora trabajada y se podían permitir reducir la jornada. Sin embargo, en España debemos enfrentarnos primero al cambio de modelo económico y después ya hablaremos de trabajar menos tiempo", defiende Sara de la Rica, directora del Observatorio Laboral de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada.

De hecho, ante el colapso económico que ha supuesto la actual crisis en todos los países desarrollados habrá que preguntarse si, como ocurrió después de la II Guerra Mundial, ahora toca aumentar los esfuerzos y trabajar más. ¿Llegará a término el debate que se abrió en 2008 en Europa sobre la necesidad de ampliar la jornada laboral de 48 horas semanales a 60? Tras la II Guerra Mundial hubo que trabajar más horas porque había menos mano de obra por la bajas causadas en combate, pero ahora es diferente sobran activos. Además, como demuestran los datos el desarrollo económico lleva a trabajar menos.

Ante lo que consideran el más feroz ataque a los derechos laborales de la historia de la democracia y el golpe definitivo a los más básicos pilares sobre los que se ha construido históricamente la normativa laboral, los abogados laboralistas canarios más prestigiosos han decidido secundar la Huelga General Popular convocada para el próximo día 29 de marzo por los sindicatos UGT y CC.OO.

La aplicación del RD 3/2012 de Reforma Laboral en Canarias, donde los índices de paro alcanzan niveles records, por encima del 30% y que se ceba con especial virulencia en los jóvenes, con los salarios más bajos de Estado Español y de Europa y con un índice de fraude contractual absolutamente escandaloso, tendrá, sin duda, efectos devastadores entre las clases populares y la economía canaria.

Una Reforma Laboral que sirve en bandeja de plata, despidos fáciles y baratos que incrementan el poder de coacción del empresario permitiéndole desactivar el ejercicio de cualquier otro derecho agregado. Deja en manos del empresario una absoluta y novedosa discrecionalidad en cuestiones tan fundamentales como los salarios, jornadas y funciones y prácticamente desmantela el derecho a la negociación colectiva encorsetándola en las posiciones más ventajosas para la parte empresarial. Introduce nuevas figuras contractuales que condenan a los jóvenes al despido sin indemnización y totalmente arbitrario y rebaja las indemnizaciones por despido a niveles que rozan el ridículo.

Ante esta gravísima situación emprendo el  camino con ellos en defensa de sus más elementales derechos junto con todas las organizaciones sociales y populares de las islas, con el fin de manifestar el rechazo al Decreto de Reforma Laboral y exigir su retirada inmediata por parte del gobierno español.

"Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo" - Gandhi


Echaré de menos ese día a Pedro Rodríguez Cruz, un puntal recientemente fallecido, histórico abogado laboralista, infatigable defensor de las reivindicaciones de la clase trabajadora, excelente profesional, voluntario asesor de ong´s y mejor persona. Me fundiré en un abrazo emocionado con la pancarta de su vida que llevará la familia, amigos y compañeros. Se que estarás ese día en la manifestación con nosotros, loco como siempre, apoyando y aconsejando a los más necesitados, excluidos o desprotegidos. Nunca podremos pagarte el valor y el coraje que nos has transmitido en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, y que con tanta generosidad y amor donaste al pueblo canario. Serás nuestro mejor icono en esta justa causa, porque los holgazanes y los zánganos no van a la huelga.

GNV, 40 años afiliado a la Unión General de Trabajadores.

2 comentarios:

  1. Cómo se te echa de menos, como jefe y sobre todo, como persona, apoyo, confidente... Ahora, tengo que leerte en lugar de escucharte! Yo, como incansable y eterna abeja obrera, iré a la huelga. Mi ética, educación y moral no me permiten "holgazanear".

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