En honor a Camille Saint-Saëns, ¡la verdad es que solamente es una disculpa!, igual que lo era cuando en sus estancias invernales sus amigos Maestro Valle y Tejera aprovechaban la ocasión para celebrar generosamente y altruistamente un concierto en beneficio de una buena acción social, que además les reportaba la ventaja de ser criticado por el más ilustre compositor de la época y aprender así de sus enseñanzas y consejos, al tiempo para disfrutar de la interpretación de una música que aspira a la perfección.
Recordar y reconocer
a Monsieur Sannois (era como se hacía llamar para pasar de incógnito), es poner en valor a toda la sociedad palmense de
la época áurea (1850 a 1936) –a mi juicio- de la ciudad de Las Palmas de Gran
Canaria. El nivel intelectual de sus habitantes y su capacidad de organización
dan como fruto el nacimiento de instituciones y
sociedades, hoy ya centenarias, como es el caso la Sociedad Filarmónica de
Las Palmas de Gran Canaria, que desde 1845 viene desarrollando en el sublime
arte de la música, una labor digna de agradecimiento y prestigio para la ciudad; o perdurar en el
tiempo el Hospital de San José en la calle Padre Cueto con fachada a la playa de Las Canteras, gracias al
encomiable empeño del doctor Bartolomé Apolinario y al beneficio de estos
conciertos en honor al compositor
francés, acogiendo y dando asilo a los pobres y más desfavorecidos.
Comenzaré con una breve biografía -base Wikipedia-, nació el 9 de octubre de 1835 en París. Fue un niño prodigio, hizo su debut como pianista con tan sólo 10 años de edad. Cursó estudios de órgano y armonía en el conservatorio de París. Fue un virtuoso pianista y también un excelente improvisador al órgano. Estudioso de la geología, la arqueología, la botánica y la entomología, además de excelente matemático. Autor de artículos sobre acústica, ciencias ocultas, escenografía teatral en la Roma Antigua e instrumentos antiguos. Fue miembro de la Sociedad Astronómica de Francia. Autor de una obra filosófica (Problemas y misterios), un volumen de poesía (Rimes familières) y la comedia (La crampe des écrivains). En el año 1853 compone su primera sinfonía y de 1858 a 1877 fue organista en la iglesia de la Madeleine de París. Autor de la ópera Sansón y Dalila (1877). Autor de 5 conciertos para piano y 3 para violín. Entre sus obras destacan también los poemas sinfónicos La rueca de Omfalia (1871), Faetón (1873), La juventud de Hércules (1873) y la Danza macabra (1874), la Sinfonía nº 3 en do menor (1886) para órgano, piano y orquesta y la suite para orquesta con dos pianos El carnaval de los animales (1886). Camille Saint-Saëns falleció el 16 de diciembre de 1921 en Argel.
Para ganarse la vida, en
su juventud empezó a trabajar como organista en la iglesia de Saint-Merry, sus
improvisaciones encandilaron al público parisino y le granjearon el elogio de
Liszt, que acudió a escucharle y que luego diría que Saint-Saëns era el "más
grande organista del mundo". Conoció a Richard Wagner cuando actuaba como
pianista en la Ópera de París en una presentación de Tannhäuser. Wagner quedó
encantado con aquel joven pianista que tocaba a primera vista con tanta
facilidad y comprensión su complicada obra. Wagner diría algunos años más tarde
que Saint-Saëns era "el más grande compositor francés vivo".
En un viaje a Rusia, con
motivo de una serie de conciertos benéficos, se encontró con Piortr Ilich
Chaikovski, con quien bailó un ballet improvisado en el propio conservatorio. El
hermano de Chaikovski, escribió:
“Como jóvenes, ambos no sólo estaban muy atraídos por el
ballet, sino que además también tenían cierto talento natural para ese tipo de
danza. Así que una vez, queriendo mostrar su arte el uno al otro, realizaron en
el escenario del teatro del conservatorio un pequeño ballet completo, Galatea y Pigmalión. Saint-Saëns era
Galatea, e interpretó el rol de la estatua con una notable aplicación, y
Chaikovski hizo el papel de Pigmalión.”
Modest Chaikovski
A pesar de su manifiesta
inclinación sexual hacia los hombres, a los 40 años de edad, conoció a una
joven de 19 años, Marie-Laure Truffot. Nada más casarse, declaró que estaba
demasiado ocupado para realizar el viaje de novios e instaló a su esposa en un
apartamento en París, bajo la tutela directa de su propia madre. De alguna
manera tuvieron dos hijos, André y Jean-François. El primero falleció a los dos
años de edad, al caer desde una ventana de su apartamento de la rue
Monsieur-le-Prince, situada en un cuarto piso. Marie, por la tristeza, fue
incapaz de seguir alimentando al pequeño Jean-François y le envió con su madre.
Seis semanas más tarde, el bebé, de sólo siete meses, falleció, incapaz de
superar una malaria. Saint-Saëns culpó a Marie de ambas muertes. Tres años más
tarde —a la vuelta de una de sus escapadas al exterior—, le escribió diciéndole
que nunca más volvería a vivir con ella.
La
presencia de Camile Saint- Saints en Las Palmas de Gran Canaria entre 1889 y
1909 esta perfectamente documentada por Nicolás Díaz-Saavedra y de Morales, por
lo tanto les remito a este libro "SAINT-SAËNS EN GRAN CANARIA" publicado por la Real Sociedad Económica de
Amigos del País de Las Palmas de Gran Canaria, donde recoge
con gran cantidad de detalle las siete temporadas de invierno que paso
en nuestra tierra, engrandeciéndola con su presencia no solo por la segura promoción turística de la Isla en Francia, además del honor que representa,
sino por lo que supuso de estimulo social y cultural para los grancanarios. Por lo que tan solo
me referiré en esta ocasión a dos simples motivos relacionadas con mi familia,
la primera con mi bisabuelo Bernardino
Valle Chinestra y la segunda con mi
abuelo Bernardo Navarro de la Torre.
Foto del libro "Historia de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas" de Lothar Siemens.
Créanme
que hasta ahora mantenía dudas sobre la influencia de Saint-Saëns en la obra
del romántico Maestro Valle, no sería en
su estilo de música pero si en conocer de primera mano la música que se hacía
en Europa, y sobre todo de sus amigos Lizt, Wagner y a mi juicio de su
principal influencia musical, la de Chaikovski. Ya me gustaría que alguien que
sepa los comparase musicalmente; me encanta Chaikovski, pero Valle no tiene
nada que envidiarle, y no es pasión de bisnieto. Igual que Valle, en sus largas
conversaciones, lo documentaba sobre la música española -del que se
consideraba gran conocedor-, y le daba noticias de su común amigo y
admirado, Tomás Bretón, de su “Verbena de la Paloma” y de la “Dolores”.
Las obras de Saint-Saëns
han sido calificadas como lógicas y limpias, profesionales y nunca excesivas,
un compositor de música elegante y técnicamente sin defectos, pero poco
inspirada. Yo no me atrevo ha calificarla después de expresar su opinión los
entendidos, y por lo tanto me ajustaré a la opinión que más estimo y aprecio, la
que escribió el propio Bernardino Valle Chinestra en el Diario de Las Palmas,
estudioso de su música y de su talento, al que tenía en gran consideración y
respeto, y que disfrutaba de su sincera y desinteresada amistad en sus descansos
invernales en Gran Canaria, sino también porque sería lo que a mi me hubiese
gustado poder decirle hoy a Mr. Saint-Saëns:
(….)
“Me intimidaría
hacer un juicio critico de esa solemnidad musical y mucho más aquilatar el
mérito artístico del sabio compositor, orgullo de la Francia y representación
viva del progreso musical contemporáneo. Y puesto que en este concepto está
considerado Mr. Saint-Saëns por los más reputados críticos de Europa, en esa
altura hemos de contemplarle, bien a satisfacción nuestra, los que no somos
sino simples admiradores.
Me propongo tan sólo exponer como pueda mis impresiones;
dar rienda suelta a mi pasión artística; permitir exteriorizarse por el
entusiasmo impulsos que la admiración suspende y comunicar a los demás latidos
que la fuerza mágica del artista ha logrado despertar en mí, hiriendo con su
lenguaje misterioso las fibras dormidas del sentimiento.
(….)
¡El Valse Canariote! , ¡ah! …., el Valse Canariote no
fotografía solamente al artista; para los que vivimos en estas Islas
Afortunadas nos muestra de cuerpo entero toda la preclara figura del gran
maestro francés bajo el incognito nombre de don Carlos Sannois con su bellísimo
carácter, su gran corazón, su cariñosa amistad y su afable trato.
Dedicada esta poética, cuanto apasionada composición, a una
aventajada discípula mía de Las Palmas, quiso demostrar con eso la simpatía y
afecto que guardaba en su corazón para esta tierra querida; y perpetuar con los
primeros compases y estilo de la malagueña canaria, que aquí residía, en la
población más culta del mundo.
Hombre, todo corazón, el maestro Saint-Saëns, por el
impulso espontáneo de su voluntad, ha querido poner su talento al servicio de
una obra benéfica, proporcionado con ello a los habitantes de Las Palmas
ocasión de escuchar un concierto, del cual se conservará eterna memoria,
acompañada de bendiciones por las generaciones presentes y futura, que verán
esculpido su ilustre nombre en el hermoso Gran Teatro de Las Palmas, símbolo
del patriotismo y entusiasmo artístico de Gran Canaria.”
BERNARDINO VALLE
Las Palmas, 27 de febrero de 1897.
En el Teatro
Pérez Galdós se celebró el pasado 30 de octubre, un concierto homenaje a Camile
Saint-Saëns, en el programa figuró el
“Panis Angelicus” dedicado al tenor amateur grancanario, Bernardo Navarro de la
Torre para que la cantará el día del Corpus Cristi en la Catedral de Las
Palmas, y que también fuera interpretada en 1935, en el concierto-celebración
del centenario de Saint-Saëns , en su forma original con orquesta de cuerda.
Fue una oportunidad única escuchar esta pieza, por la calidad del compositor
(Saint-Saëns), por el magnífico tenor (Juan Antonio Sanabria), por el excelente coro y orquesta (Mateo
Guerra), por el director (Luis García), pero también por la emoción de
compartir una obra dedicada en un gesto de generosidad y cariño a mi abuelo
(Bernardo Navarro de la Torre). Por ello le doy las gracias a todos ellos y en
especial a la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria por su
programación y organización del concierto homenaje a Camile Saint-Saëns. Les
tengo que decir -para los curiosos- que el desconocido tenor amateur era nuero
de Maestro Valle, ya que estaba casado con su segunda hija, doña Concepción Luz
Valle Gracia, ¡mis abuelos paternos!
Coincido plenamente con don Nicolás Díaz-Savedra, al afirmar que Las
Palmas de Gran Canaria debe honrarse honrando a quien nombró su hijo adoptivo.
Una manera de hacerlo sería mediante la
organización de una charla-concierto cada 9 de octubre para conmemorar el
aniversario de su nacimiento o bien como dice don Nicolás, la organización de
un Festival Saint-Saéns como parte integrante de un más amplio Festival de
Música de Canarias, que sin lugar a dudas podría llegar a ser un motivo de
atracción para importantes sectores de la afición musical del mundo, sobre todo
si se celebra recordando aquellos hermosos inviernos en Gran Canaria de Monsieur
Sannois.
Gabriel Navarro Valdivielso
Descendiente
de amigos de Monsieur Saint-Saëns y seguidor del Maestro.
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