martes, 31 de diciembre de 2013

Hoy: el último día del año.


Me despierto perezosamente y con una tranquilidad pasmosa abro mi mente al primer pensamiento: ¡estoy curado! Entre sábanas de franela, envuelto por un edredón de plumas, me creo un verdadero ganso al amanecer en "lagoZen" (un “almaCen” que rehabilité para hacer ejercicios con el cuerpo y el alma) ¿Recibí la panacea universal? ¡Un éxito instantáneo! Se habían disipado como por arte de magia todos los miedos, por lo que me levanté como Lázaro, con una sensación de plena salud y bienestar.


Es una emoción parecida a la que se experimenta cuando acabas una sesión de yoga en la que has logrado alcanzar un momento de iluminación. Claro está, que para ello has tenido que sufrir y anestesiar el dolor. ¿Estamos capacitados para poder sufrir lo suficiente y pasar por pérdidas, fracasos, depresiones, confusiones y todos esos momentos en los que estás en un estado mental, como para sentir que existe un Dios o la verdad? Creo que sí.
Soy un viejo incrédulo, difícil de doblegar, pero al buscar razones de este momentáneo bienestar pienso en que si no habrá alguien que confiará la tutoría de la sanación a los Señores del Destino que se valen de la noche para que sus Auxiliares Invisibles actúen con personas que necesitan ayuda y merezcan ser curadas. Todo enfermo debe recurrir a los medios ordinarios para ser curado, si bien hay casos que la ciencia médica no puede dar una mínima garantía. En cambio, todas las cosas son posibles para Dios. Así, pues, los días de los milagros no han pasado para mí, tampoco la alquimia, ni la medicina tradicional. Muchas personas que han rezado pidiendo ayuda, han sido curadas mediante la sanación espiritual, incluso algunos han visto a los Auxiliares que han ido a ayudarlos y otros los han oído hablar y han conversado con ellos tal a como suelen hacerlo con sus amigos; otros, en cambio, han sentido meramente su presencia. En mi caso, y no es mentira, en mi pecho se manifiestan señales visibles y reales, no sé si es síntoma de algún medicamento, pero su forma no lo parece. Alguien cincela una nueva silueta para mí. No dudes que los pensamientos, actitudes e intenciones sanadoras de un individuo pueden influir en la fisiología de otra persona, cuestión comprobada en numerosos estudios científicos sobre el poder sanador  de la oración.
En esa dualidad permanente en la que se tiende al equilibrio y la armonía, igual que avanza la enfermedad, la persona al tiempo alcanza niveles superiores de madurez espiritual, comienzan a florecer capacidades extraordinarias de amor, vitalidad, calidad personal y conciencia corporal.
Aquí y ahora, lo que se trata es de vivir libre de ansiedades y neurosis, evitar cuanto antes el sufrimiento que nos produce la enfermedad y en la medida de lo posible alcanzar la iluminación deseada en la quietud de nuestra alma y la plena conciencia del espíritu. Para ello debemos conocer el dolor y  el por qué se produce en nuestra mente para eliminarlo completamente. A mi me sienta bien el "no-lín" en las horas de relajación; no en los problemas de afuera, en ese incesante flujo de pensamientos que nos aturrullan, recuerdos del pasado y preocupaciones por el futuro, sino en la silenciosa música de nuestro interior.


Para aquellos que cada día se sienten peor y la medicina no les da ningún arma para defenderse, cuando se te atragante la vida y se enrede el aire en tu garganta, plantéate el dilema entre la vida y la nada para pasar de "existir" a "ser". De la vida tendrás una buena experiencia y te gustaría por supuesto permanecer en ella, pero ¿qué es la nada? ¿Cómo me gustaría que fuera? No es un reto desinteresado el definir la nada, ya que sólo al pensarlo para mi existe y eso me es suficiente, cuando lo pienso le doy inmediatamente vida y paso a encontrarme entre vida y vida. Estados existenciales, eso sí, en diferentes planos, con herramientas distintas y construcciones nuevas. Algunos dicen que son siete, yo me conformo con plantearme la siguiente, voy sin prisa y como la tortuga, lento pero seguro.
Es mediodía, hora de trabajar. Un golpe de tos me reconduce a otra realidad. Los enfermos no sanan enfermos, sólo perpetúan el tiempo de la enfermedad, menos mal que los maestros de la  India nos enseñaron las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad". La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación. La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.


Creo que no es casual que estén leyendo esto. El intelecto está embadurnado por muchos pensamientos basura ¿Qué puedes hacer para eliminar el clamor y el atiborramiento? Tienes que dejar de reflexionar sobre tus emociones, tus pensamientos, tus recuerdos. Tienes que dejar de pensar, de desear, de soñar mientras estás despierto. No podrás encontrar tu verdad hasta que las hayas borrado todas. Nunca encontrarás la ausencia -que es el estado de verdad- a menos que seas capaz de estar en el ahora sin que surja nada dentro de ti. Sólo lo que es.

"La gran tragedia de nuestro tiempo es que no sabemos vivir aquí y ahora".
Eckhart Tolle

Es posible y práctico llevar una vida sana y apacible. No te desanimes: eso sólo significa que estás practicando. Y no puedes practicar sin el opuesto, ¿o sí? No puedes practicar estar en quietud, sin movimiento. Practica ser ahora. Y cuánto más sirvas y des a otros en tu vida, más hondo descenderás en ese ser insondable. Sólo si el miedo desaparece podemos ser libres, ahora y para siempre.
El sol reaparece cada mañana después de haber pasado la noche. Hoy ha sido el último día del año, mañana será el primero.

¡Ser es ahora, ya veremos mañana!




6 comentarios:

  1. Presente pasado y futuro en uno solo, en la sinfonía del Universo somos uno, confianza busco y la encuentro en ti.

    ...y nada mas importa

    nan

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  2. Eres de esas personas especiales, que están y seguirán estando. Somos muchos los que te queremos.

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  3. Querido LIn!!!!
    Feliz 1º día del año 2014!!!! y ser feliz es algo de lo que somos responsables, no depende de nadie más. Nadie nos hace felices. Así que pongamos manos a la obra y consigamos nuestra propia plenitud. Y una vez conseguida estaremos en condiciones de compartirla con otros y otras.
    Dicen que es en "el hoy" cuando podemos actuar ya que ni "el ayer" ni "el mañana" existen. Brindo por SER en el AQUÍ y en el AHORA .
    Un gran abrazo!!!!! Tu prima, Ana

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  4. Que suerte, no es casualidad, leer este canto a la vida en este primer dia del 2014. Gracias Lin.

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  5. Gracias Lin, efectivamente, no es casualidad.

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  6. Gracias de nuevo, San Gabriel, por tus reflexiones y pensamientos y por compartir tus saberes.
    Delicioso, sencillamente delicioso.

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