Tenemos que hacer un
gran esfuerzo para que no continúen los canallas arbitrando medidas en contra de
los servicios sociales y la ley de dependencia. Por ello, la Asociación directoras y gerentes de Servicios Sociales
de España nos invita a colaborar, participar y difundir el abierto y necesario “debate sobre el estado social de la
nación”.
Este informe presentado hoy en el Ateneo de
Madrid por José Manuel Ramírez Navarro, presidente
de la Asociación y los redactores del informe, lleva un subtitulo muy acertado a mi juicio “RESCATAR A LAS PERSONAS Y A LAS FAMILIAS”, y más me gusta aún la
proclama quijoteril que sentencia la
primera página:
...librar aventuras solidarias,
soñando ínsulas de justicia y bienestar.
El Informe destaca los riesgos de pobreza y
exclusión que amenazan a cientos de miles de personas y familias, así como
el alarmante incremento de la desigualdad en nuestro país.
Analiza a continuación el papel que están
desempeñando las familias como contención de las consecuencias de estas
situaciones, así como los efectos que tienen sobre colectivos vulnerables, como
las personas mayores y los niños y niñas, y sobre las mujeres.
Hace un análisis de cómo están afectando los
dramáticos recortes del gasto a la protección social más básica que
representan los servicios sociales, con una especial atención a los retrocesos
en materia de protección a la dependencia.
Por último, se analiza la forma como la sociedad
española está viviendo estas situaciones, desde el miedo y la desmotivación,
hasta el potencial de resistencia y superación que está aflorando en las
personas, en las familias y en el conjunto de la sociedad.
Estos son los rasgos que sobre todo desean destacar de la situación y análisis del Estado Social de la Nación:
ü El riesgo de exclusión que
amenaza a cientos de miles de personas y familias.
ü El incremento de la
desigualdad.
ü La familia extensa y en
particular las personas mayores constituyen la red que está conteniendo -de
momento- el gravísimo deterioro social derivado de estos riesgos
ü La especial situación de los
niños, niñas y adolescentes.
ü El desmontaje de la red básica
de protección personal y
familiar: los servicios sociales.
ü Especial referencia al
desmontaje de la protección a la dependencia.
ü El miedo y la desmotivación.
Actitudes xenófobas e insolidarias.
ü El potencial de la sociedad
española para sobreponerse a la situación actual
Las
personas somos el principal recurso económico. Lo social no es un subproducto
de la economía. La economía se hunde, el paro se dispara, los bancos
tienen problemas, los gobiernos se apresuran a acudir al rescate; pero, por
alguna razón, se rescata sólo a los bancos, no a los parados, como anunciara un nobel de economía,
recientemente.
El
nerviosismo y el pánico de los mercados no es nada en comparación con el
nerviosismo y el pánico de las personas que no saben como van a poder alimentar
a sus hijos o de quienes están a punto de perder su vivienda.
El miedo siempre ha sido utilizado
por el poder a
su favor. Sus soluciones
se presentan como seguridades
científicas y se
promete una seguridad
futura por el precio de las redes que han ofrecido
seguridad hasta ahora.
Se trata de recuperar la
interpretación de los
grandes valores
de la Modernidad que dieron luz y
sentido al gran proyecto
liberador e igualitario que era el primer proyecto de Estado de Bienestar. El actual reto no es sólo un reto económico, es posiblemente un inmenso
reto de vencer en el campo de la interpretación ética de la convivencia en
términos de dignidad humana, de derechos universales del ser humano.
El miedo necesita de alguien a
quien temer; y ahí
están: los mercados.
Ese monstruo sediento de sacrificios -
de los más
débiles, claro-; ese monstruo insaciable, al que cada recorte que se hace en su
nombre -para aplacar a los mercados-, excita
más y más, y exige más y más sacrificios sin que nada pueda aplacar su
insaciable sed.
Se nos quiere hacer creer que los culpables de la
crisis somos los ciudadanos particulares y nuestros excesos y no el modelo
económico globalizado.
No es justo que la sociedad siga exigiendo a las personas
mayores, en su última etapa de la vida, que vuelvan a asumir sacrificios como
los que ya han tenido que soportar en sus años jóvenes.
Una nueva conciencia ciudadana. La realidad ha demostrado que el modelo de desarrollo económico que hemos
conocido no es capaz de asegurar las necesidades de la inmensa mayoría de la
población; y que ni siquiera es posible fiar una mejorar continua de las
condiciones de vida personales, al compás de la mejora continua de los
indicadores económicos de crecimiento.
Aunque todavía muchas personas sigan añorando -y
exigiendo- este modelo de crecimiento, lo cierto es que, aunque sea a golpe de
realidad, se va imponiendo una nueva cultura que es consciente de la necesidad
de un cambio de modelo. Que el modelo de enriquecimiento rápido ya no es
posible como aspiración generalizada y a consta de los recursos naturales de
todo tipo, incluido el suelo y el medio ambiente. Que el futuro pasa por un
desarrollo auténticamente sostenible, basado en la innovación y en el impulso a
sectores generadores de empleo que contribuyan al bienestar.
Una nueva cultura que aprecia y reivindica los
niveles de bienestar social alcanzados, como fruto del esfuerzo colectivo,
precisamente ahora que están amenazados. Quizás por eso ahora, como nunca, la
sociedad es consciente del valor de los servicios sanitarios, de los
educativos, de servicios públicos como el transporte, de los servicios
sociales..., ahora que se están recortando.
Nuevas formas de organización y cooperación social.
Esta nueva conciencia social está activando en nuestro
país un potencial colectivo expresado en la eclosión de nuevos movimientos
sociales, como respuesta a la incapacidad de algunas de las tradicionales formas
de organización y representación, desbordadas por la complejidad de la
situación actual. Partidos políticos, sindicatos y las propias estructuras de
gobierno y de la administración pública, se enfrentan a procesos de cambio para
desenvolverse en la situación actual y para sobrevivir en un escenario que, sin
duda alguna, será muy diferente al que conocíamos hasta ahora.
Todas las personas que estén interesadas en
disponer o leer el informe completo de la Asociación lo podrán descargar en la
página web (www.directoressociales.com).
Si quieres participar en el debate lo podrás hacer a través de esa misma
página, o de comentarlo en mi propio blog para seguir juntos “gabrielando” este “breve resumen ejecutivo”
que con gusto cuelgo aquí para compartirlo y difundirlo en mis círculos, por
considerar que no se trata ya solo de equidad, de justicia o de sensibilidad
hacia el sufrimiento de los que no se pueden defenderse, sino también por los
deplorables efectos que producen en la ciudadanía actual y en las próximas generaciones. La solución no deja de ser: RESCATAR
LA HUMANIDAD.
Este tipo de iniciativas son las que impulsan y motivan al cambio que necesita y desea la humanidad.
ResponderEliminarComenzar por observar y denunciar lo que está mal y arbitrar mecanismos para corregir y mejorar. ¡Caiga quien caiga!
Y lo más importante, buscar nuevas fórmulas, innovar, crear y que NO nos venza el miedo.