martes, 10 de julio de 2012

“RESCATAR LA HUMANIDAD”


Tenemos que hacer un gran esfuerzo para que no continúen los canallas arbitrando medidas en contra de los servicios sociales y la ley de dependencia. Por ello, la Asociación  directoras y gerentes de Servicios Sociales de España nos invita a colaborar, participar y difundir el abierto y necesario “debate sobre el estado social de la nación”.
Este informe presentado hoy en el Ateneo de Madrid por José Manuel Ramírez Navarro, presidente de la Asociación y los redactores del informe, lleva un subtitulo muy acertado a mi juicio “RESCATAR A LAS PERSONAS Y A LAS FAMILIAS”, y más me gusta aún la proclama quijoteril que  sentencia la primera página:

...librar aventuras solidarias, soñando ínsulas de justicia y bienestar.


El Informe destaca los riesgos de pobreza y exclusión que amenazan a cientos de miles de personas y familias, así como el alarmante incremento de la desigualdad en nuestro país.
Analiza a continuación el papel que están desempeñando las familias como contención de las consecuencias de estas situaciones, así como los efectos que tienen sobre colectivos vulnerables, como las personas mayores y los niños y niñas, y sobre las mujeres.
Hace un análisis de cómo están afectando los dramáticos recortes del gasto a la protección social más básica que representan los servicios sociales, con una especial atención a los retrocesos en materia de protección a la dependencia.
Por último, se analiza la forma como la sociedad española está viviendo estas situaciones, desde el miedo y la desmotivación, hasta el potencial de resistencia y superación que está aflorando en las personas, en las familias y en el conjunto de la sociedad.

Estos son los rasgos que sobre todo desean destacar de la situación y análisis del Estado Social de la Nación:

ü  El riesgo de exclusión que amenaza a cientos de miles de personas y familias.
ü  El incremento de la desigualdad.
ü  La familia extensa y en particular las personas mayores constituyen la red que está conteniendo -de momento- el gravísimo deterioro social derivado de estos riesgos
ü  La especial situación de los niños, niñas y adolescentes.
ü  El desmontaje de la red básica de protección personal y 
familiar: los servicios sociales.
ü  Especial referencia al desmontaje de la protección a la dependencia.
ü  El miedo y la desmotivación. Actitudes xenófobas e insolidarias.
ü  El potencial de la sociedad española para sobreponerse a la situación actual

Las personas somos el principal recurso económico. Lo social no es un subproducto de la economía. La economía se hunde, el paro se dispara, los bancos tienen problemas, los gobiernos se apresuran a acudir al rescate; pero, por alguna razón, se rescata sólo a los bancos, no a los parados, como anunciara un nobel de economía, recientemente.
El nerviosismo y el pánico de los mercados no es nada en comparación con el nerviosismo y el pánico de las personas que no saben como van a poder alimentar a sus hijos o de quienes están a punto de perder su vivienda.
El miedo siempre ha sido utilizado
 por el poder a su favor. Sus soluciones
 se presentan como seguridades 
científicas y se promete una seguridad 
futura por el precio de las redes que han ofrecido seguridad hasta ahora.
Se trata de recuperar la 
interpretación de los grandes valores
 de la Modernidad que dieron luz y
 sentido al gran proyecto liberador e igualitario que era el primer proyecto de Estado de Bienestar. El actual reto no es sólo un reto económico, es posiblemente un inmenso reto de vencer en el campo de la interpretación ética de la convivencia en términos de dignidad humana, de derechos universales del ser humano.
El miedo necesita de alguien a
 quien temer; y ahí están: los mercados. 
Ese monstruo sediento de sacrificios -
de los más débiles, claro-; ese monstruo insaciable, al que cada recorte que se hace en su nombre -para aplacar a los mercados-, excita más y más, y exige más y más sacrificios sin que nada pueda aplacar su insaciable sed.
Se nos quiere hacer creer que los culpables de la crisis somos los ciudadanos particulares y nuestros excesos y no el modelo económico globalizado.
No es justo que la sociedad siga exigiendo a las personas mayores, en su última etapa de la vida, que vuelvan a asumir sacrificios como los que ya han tenido que soportar en sus años jóvenes.



Una nueva conciencia ciudadana. La realidad ha demostrado que el modelo de desarrollo económico que hemos conocido no es capaz de asegurar las necesidades de la inmensa mayoría de la población; y que ni siquiera es posible fiar una mejorar continua de las condiciones de vida personales, al compás de la mejora continua de los indicadores económicos de crecimiento.
Aunque todavía muchas personas sigan añorando -y exigiendo- este modelo de crecimiento, lo cierto es que, aunque sea a golpe de realidad, se va imponiendo una nueva cultura que es consciente de la necesidad de un cambio de modelo. Que el modelo de enriquecimiento rápido ya no es posible como aspiración generalizada y a consta de los recursos naturales de todo tipo, incluido el suelo y el medio ambiente. Que el futuro pasa por un desarrollo auténticamente sostenible, basado en la innovación y en el impulso a sectores generadores de empleo que contribuyan al bienestar.
Una nueva cultura que aprecia y reivindica los niveles de bienestar social alcanzados, como fruto del esfuerzo colectivo, precisamente ahora que están amenazados. Quizás por eso ahora, como nunca, la sociedad es consciente del valor de los servicios sanitarios, de los educativos, de servicios públicos como el transporte, de los servicios sociales..., ahora que se están recortando.
Nuevas formas de organización y cooperación social. Esta nueva conciencia social está activando en nuestro país un potencial colectivo expresado en la eclosión de nuevos movimientos sociales, como respuesta a la incapacidad de algunas de las tradicionales formas de organización y representación, desbordadas por la complejidad de la situación actual. Partidos políticos, sindicatos y las propias estructuras de gobierno y de la administración pública, se enfrentan a procesos de cambio para desenvolverse en la situación actual y para sobrevivir en un escenario que, sin duda alguna, será muy diferente al que conocíamos hasta ahora.


Todas las personas que estén interesadas en disponer o leer el informe completo de la Asociación lo podrán descargar en la página web (www.directoressociales.com). Si quieres participar en el debate lo podrás hacer a través de esa misma página, o de comentarlo en mi propio blog para seguir juntos  “gabrielando” este “breve resumen ejecutivo” que con gusto cuelgo aquí para compartirlo y difundirlo en mis círculos, por considerar que no se trata ya solo de equidad, de justicia o de sensibilidad hacia el sufrimiento de los que no se pueden defenderse, sino también por los deplorables efectos que producen en la ciudadanía actual y en las próximas  generaciones. La solución no deja de ser: RESCATAR LA HUMANIDAD.

1 comentario:

  1. Este tipo de iniciativas son las que impulsan y motivan al cambio que necesita y desea la humanidad.
    Comenzar por observar y denunciar lo que está mal y arbitrar mecanismos para corregir y mejorar. ¡Caiga quien caiga!
    Y lo más importante, buscar nuevas fórmulas, innovar, crear y que NO nos venza el miedo.

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