Aún perdura en mi memoria la huella de aquel gesto generoso de
mi padre al regalarme veinte duros para que los ingresara en mi libreta de
ahorros en la Caja Insular de Ahorros y Monte de Piedad de Gran Canaria, el
mismo día que sufría una fuerte perdida de confianza de sus clientes que
provocaba una retirada importante de fondos de la entidad. Marco mi confianza
en la Institución y en las personas que en aquel momento la dirigían; se
convirtió en una referencia esencial para mis asuntos económicos. La libreta de
ahorros me la abrió al nacer, como lo había hecho con todos mis hermanos para
garantizarles un futuro en base al ahorro, pero no tanto para no despilfarrar
innecesariamente las escasas pesetillas que disponíamos, sino para que
sirvieran de ayuda a la obra social que llevaba a cabo la entidad y fomentar
así el espíritu de solidaridad con otros más necesitados.
Fui correspondido por la Caja que consideraba mía; gracias a un
préstamo personal pude adquirir mi primera casa, si bien es verdad, mi primer sueldo
hasta la fecha ha estado siempre domiciliado en ella, luego vendrían otras
operaciones empresariales en las que nunca cuestione nuestra relación, yo diría
no solo económica, incluso sentimental.
Hoy reviso mi relación con la Caja de Canarias, y la comparo con
la de mi padre, el tenía una gran amistad con Juan Marrero Portugués, como yo
la tengo ahora con Juan Manuel Suárez del Toro, en ellos depositamos
incondicionalmente nuestra confianza, seguros de su buen hacer y honradez, la
cual vengo a ratificar en los momentos más difíciles.
Con ello quiero dejar claro que no me arrepiento de haber
solicitado el año pasado la medalla al mérito al trabajo para Juan Manuel y
mucho menos retirarle mi absoluta confianza en su labor al frente de la Caja o
dudar de su honorabilidad y generosidad que tiene suficientemente acreditada
internacionalmente al frente de la Cruz Roja.
Dicho lo dicho, en mi condición de simple cliente de la Caja de
Canarias tengo la necesidad personal de expresar mi opinión de la lamentable situación
por la que atraviesa la entidad y la fundación de la obra social, no por qué me
sienta responsable ni mucho menos y más sabiendo lo que pinta mi voto o mi
opinión en la toma de las decisiones tomadas, pero no dejo de sentirme cómplice
de ellas. Me siento insatisfecho de mi insignificante cometido como consejero
general y en lo personal disgustado por no corresponder a la confianza
depositada en mi para manifestar buenos consejos al encontrarme aducido o
sometido por los acontecimientos que vertiginosamente nos indicaba siempre una
vía única.
Para simplificar, ¡apostamos ciegamente por Rato! la persona que
ese momento generaba más crédito y solvencia, profesional y política. La
confianza estaba previamente otorgada a nuestros administradores y directivos,
fue una cuestión fe, no de confianza, porque la Caja goza de la confianza de
sus fieles clientes, antes en ella y ahora en el Gobierno que le garantiza sus
fondos con la nacionalización, pero hemos perdido la fe y eso es muy difícil de
recuperar, ya que la fe no depende de los clientes sino del dios de las
riquezas, o el demonio de la avaricia el
conocido por Mammón.
Nos pidieron las cuentas, y ellos no nos enseñaron las suyas.
Como un tahúr echándose el farol, no enseñaron sus cartas, nos dijeron que no
valíamos nada, nos lo creímos, no apostamos, y convencieron al gobierno para
fusionarnos con una ayuda de fondos públicos de 4.465 millones de euros. Al
final resultó que las cartas descubiertas a los madrileños no valían tanto como
chuleaban y aún menos los valencianos. El PP vuelve a comprar de nuevo lo que
qué antes había comprado el PSOE, mientras los timadores nos siguen arruinando
repartiéndose el pastel y el patrimonio.
Lo que era la solución ideal se convierte en el protagonista
principal de la crisis financiera.
No sé sí obtienen mayores beneficios los gestores financieros o
los políticos, pero lo cierto es que alentados por los técnicos del Banco de
España y los políticos de la Comunidad de Madrid, de Valencia y altos cargos
del Gobierno de Rajoy, con Rodrigo Rato al frente, Bankia paso de ser una
“entidad modelo" a ser el "banco malo" que provoca la mayor
incertidumbre financiera habida en España.
Los registros de Bankia son sorprendentes según datos recabados
por la prensa especializada. Unos activos de 320.000 millones (Bankia más su
matriz BFA) de los cuales 60.000
millones son activos de dudosa rentabilidad, acumula 100 millones de metros
cuadrados de suelo improductivo; 45.000 viviendas sin vender y 15.000 locales.
Las pérdidas de BFA ascienden a 3.318
millones en 2.011. La pelota por lo pronto ha costado 23.000 millones a los
ciudadanos y grandes pérdidas a 380.000 accionistas.
El día de Canarias del 2010 , Rato comunicó como un regalo la
fusión de Caja Madrid con cinco cajas pequeñas: Laietana, Ávila, Rioja, Segovia
y la Insular de Canarias y un poco más tarde con Bancaja, gracias a las
bendiciones de Elena Salgado y de Esperanza Aguirre.
Pero, probablemente, el mayor
error de gestión de Rato fue la salida a bolsa. En los círculos de Bankia se
justificó la operación “por imperativo legal, para evitar que las cajas
perdieran su patrimonio”, sin embargo el resultado desde entonces, ha sido una
perdida del 75 % de su valor.
Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, obligó a
las entidades a realizar provisiones por 78.000, algunos expertos, lo llamaron
el “decreto anti-Bankia” ya que ello supuso meterla en perdidas. Mariano Rajoy
y sobre todo Guindos consideraban a Rato “el problema dentro del problema”,
pero la culpa se la echan al gobernador del Banco de España para implicar a los
socialistas en el fracaso. La creación de Bankia y su mala gestión habían
desembocado en una situación de insolvencia. Era el tapón que impedía que se
recuperase la confianza en el sistema financiero español y en la deuda
soberana, según dijeron para nacionalizarla.
Buscamos responsables y como siempre los encontramos en nuestros
adversarios o enemigos políticos, son y serán las víctimas, pero los realmente
culpables seguirán cobrando la deuda, amasando su peña de gofio que a la vez
alimentará algunas barrigas agradecidas para continuar ostentando su poder
económico y someter al poder político.
Cuando hay un muerto no hay que buscar al asesino en la
funeraria que lo entierra sino en la empresa de seguros de vida, para saber
quien se beneficiaba con su asesinato.
Hoy malvenderán las empresas adquiridas a crédito gratuito;
pisos, locales, etc., que compraron a perra chica, dirán que ganan dinero y
devolverán el dinero que les presto el Estado en condiciones muy ventajosas,
pero lo cierto es que muchos de estos valores los compraran los mismos que al
principio del todo, los que tienen las perras para invertir o liquidar cuando
les de la fiebre de la avaricia.
Para que no puedan comprar los españoles, la España que se
vende, le aumentaran más la prima de riesgo, le subirán los intereses, y por
tanto, lo compraran los ricos europeos, con prestamos más favorables y por
tanto más competitivos, o mujer dicho supuestamente preferentes.
Me queda la duda si la Caja valía el 2,45 % de nada, nunca la
"esperanza" de Caja Madrid la apreciaron tanto, lo incuestionable es
que la operación de rescatar la Valencia del PP no le ha perjudicado en nada a su
patrimonio y los sufridores españoles tan contentos por haberse cargado a
Zapatero, aún pagando las medicinas en la farmacia o en el banco los nuevas
tasas e impuestos.
Como ven no digo nada nuevo, el dinero llama al dinero, y yo no
soy el que lo tengo, al menos lo puedo decir: por aquí no busquen, ya me lo
recortaron y el otro me lo quitaron. Si bien personalmente creo que la
estrategia última de los ricos en esta crisis, que dejó de serlo por ser
permanente al carecer de soluciones efectivas, es que en Occidente se quiere
tener tesorería para comprar China y defenderse de la invasión de inmigrantes
de otras razas y religiones. La invasión de los africanos pone en peligro su hegemonía e imperio, no quieren alianza de civilizaciones, solo dominarlos, por
eso forman una barrera de personas desempleadas en los países fronteras (Grecia,
Italia, España, Portugal e Irlanda) para persuadirles a los inmigrantes entrar
en la Europa pobre, estados en crisis perenne que no tienen empleo para sus
habitantes, piensan que así no vendrán los pies negros. ¿Recuerdan aquello de
la raza aria? Europa para los alemanes.
Como puede decir Goirigolzarri que tiene 60.000 millones de
euros en activos de escasa rentabilidad, es como vender una burra coja con
muletas, a mi que no me digas, o la burra
tiene un seguro de vida o no la vendes ni de coña, me da igual, en
cualquier caso me timas o me engañas. Me encantaría saber el porcentaje de
estos activos aportó nuestra Caja porque
si es menor que el 2,45 % salimos perdiendo o mejor dicho engañados. ¡Y que
importa eso ahora, si no tenemos siquiera paredes para pintarlas!
Claro, cuando no tenga compradores la donaran a los amiguitos
con la justificación de tener que soltar lastre, ¡fuertes caraduras! No señores
no nos estamos prestando atención al objetivo principal del negocio bancario,
usted lo que quiere es que no distraigamos con un formidable viaje, robándonos
como un vulgar chorizo la maleta en el puerto.
Los
buitres están al acecho se venden las acciones de empresas rentables, me
supongo que a los que fueron nuestros socios empresariales, que si no son
tontos comprarán si le es favorable y beneficioso, entonces de donde sacará el
beneficio, ¿de los activos tóxicos?, me quieren explicar cuales son los activos
que no son parte consustancial del negocio bancario, no estoy de acuerdo en que
es el momento de desinvertir como dicen los nuevos gestores sino en reducir y
luego ampliar capital, así sabremos quien confía de nuevo en ella.
Es
inexplicable moralmente e ilegal, que aquí se aplace hasta septiembre una asamblea
general para aprobar las cuentas anuales de la Caja de Canarias, mientras
Bankia celebra su junta general de accionistas en Valencia cumpliendo con la
exigencia legal, por lo menos para tranquilizar a sus clientes e impositores.
Reclamamos transparencia y en estos momentos de engaños mucho más, y si no
tienen cerradas las cuentas se da un avance de las mismas dando la cara y
explicando las cosa con claridad para no perder la confianza y no tenerles que
denunciar por incumplimiento estatutario. Aunque la disculpa puede ser
razonable, la vergüenza es reconocer las perdidas, por eso, ellos seguramente
dimitirán antes de tener que presentar los resultados del ejercicio del 2011 y
el presupuesto para el 2012 a los que confiamos con fe plena en ellos. ¿Les
comerá el remordimiento? ¿Aprobaremos las cuentas anuales? ¿Darán cuenta los
responsables?
¡Me temo que no!
Ahora al menos, me siento más desahogado y menos responsable de que trabucara el bote de la Caja. No fue por los fuertes vientos sino por una mala maniobra del patrón.
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ResponderEliminarAsí están la mayoría de las cajas, las puede salvar un poquito esos dineros que dan, cada vez menos, a obras sociales. No encuentro explicación a por qué se llega a esta situación. Y lo más doloroso, que nos quedamos con una cara de bobos, es que se marchan con unas pensiones de escándalo, por los servicios prestados!
ResponderEliminarAh! por otro lado, no creo que sea intencionado!. La falta de tilde cada vez que escribes "perdida" da a tus palabras en ocasiones un sentido que no es el adecuado. Desde mi humilde punto de vista y perdona mi atrevimiento.
Gracias por tu comentario. Me ayuda a mejorar. Soy de ciencia y la gramática es mi asignatura pendiente. Intentaré poner más atención pero burro viejo no aprende camino. Tus correcciones serán bienvenidas.
EliminarPues miren no iba muy equivocado, hoy en El Pais dice: Londres plantea cerrar sus fronteras a países de la UE en crisis. Camerón anuncia que si hay tensión migratoria habrá que limitar los flujos. Y en una entrevista a Felipe González aconseja que menos Alemania y más Europa.
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