lunes, 30 de abril de 2012

Mejor sin perder, afina las ideas



La empresa no es ya que sea otra a la de ayer, sino que es otra a cada momento de su existencia. Las formulas de gestión quedan caducas ideológicamente y científicamente en poco tiempo, la situación esta cambiando a ojos vistas y las reglas clásicas del juego empresarial no se respetan rigurosamente por los valores si no por el puro interés económico.


Debemos exigir claridad en algunos círculos tradicionalmente oscuros. Claridad y atención al mundo real. Esas son las dos características fundamentales de la nueva ola emprendedora, fuera de los muros de la clara especulación y el oscuro beneficio, que nos han conducido al miedo y a la angustia actual. Renunciemos a lo efímero para descubrir lo esencial del planteamiento, viene bien no ser prisionero del presente y permitir que la deuda empresarial se derrame en el tiempo.

Las políticas de austeridad no han resuelto ningún problema, a la vez que multiplica el paro y la exclusión, las clases medias se empobrecen y mueren miles de empresas. Mientras los beneficios(de unos pocos) siguen siendo individuales, los riesgos (de la mayoría) se socializan.

Las medicinas conservadoras para la empresa tienen muchas contraindicadas para la salud y riesgo a los trabajadores. ¿Acaso se cura la empresa enfermando al trabajador? Curar los males, cercenar sus cangrenas, sanear el viejo edificio y no quedar encerrados en la interpretación de la historia de la medicina sino ponerla en práctica y mejorar su conocimiento. Ante cualquier diagnóstico les puedo asegurar que no hay mejor medicina para una empresa que el alimento que día a día le proporciona sus propios trabajadores.

La empresa necesita dedicación, esfuerzo y constancia. Por eso debemos ser perseverantes "regulares". Y pasando de filósofo barato a futbolero, ahora que se nos va Guardiola (aprendamos su enseñanza) es el momento en el campo empresarial de menos "Ronaldos" y más "Messis". O lo que es lo mismo, menos mamones y más equipo, así no terminaremos arrodillados sino aplaudidos. ¿Por qué creemos ciegamente en gente que solo piensa en él? ¿Por qué creen que ellos son la solución?


En el deporte, en la empresa, en la vida, no hay que perder para ser mejor, estamos interpretando mal la teoría del  "no apego", una cosa es transformar, renovar lo que perjudica y otra imponer el cambio para dominar, frecuentemente suelen ser otros los que te obligan al cambio tuyo para controlarte, argumentando la necesidad de tener que defenderte y protegerte porque te puedes hacer daño. Tienen "una cara como un zapato", son tan vanidosos y soberbios que rayan la incontinencia razonal, peligrosos fanáticos poseídos de una verdad dogmática para ellos incuestionable, iluminados por el espíritu de la discordia y la guerra.

Hay que podar los mamones que tiene la planta de la empresa, no dan flores y crecen chupando a los demás ramas. Cerremos el pesado archivo  de "la crisis" y abramos una nueva carpeta con el nombre de "igualdad", y no te preocupes, que cuando algo desaparece deja un hueco que se llenará rápidamente y brotará con fuerza.

No se puede ir apabullando a la gente, contaminando con malos hábitos de tiempos feudales con la destreza para situarse y repartir juego, para intercambiar favores, una soltura para ocupar cualquier puesto que ofrezca gloria o dinero. Los indignados de la empresa se manifiestan, las tesis no parecen muy originales, ni los análisis que se presenta son más penetrantes que muchos otros fundamentos acerca del mismo; pero agradezco la valentía y el gesto de compartirlo sin enmudecernos o ensordecernos. La empresa no es un local que se arregla en la barra del chiringuito, administrando el sarcasmo, contando anecdotillas denigratorias ya muy manoseadas o simplemente detectando candidatos posibles a los que quizás convenga admitir en el club por un puñado de votos.

Cava hasta en lo imposible, incluso en el mar, mantén la perspectiva de la utopía para llegar a un nuevo nivel de conocimiento, incluso a nuevos conocimientos. Despierten recuerdos de épocas doradas. Acude a su lado y saluda la nueva era "global". ¿Florece la empresa? No somos un castillo de naipes, somos un modelo empresarial admirado y ejemplar, sin embargo diferente y plural, basado en las personas que lo configuran.

Pido lucidez, no mantengamos el enredo, alejémonos de la meritocracia absurda. Es una ironía sin gracia que nos pasemos la vida invirtiendo en armamento para destruirnos a nosotros mismos. Se avecina una dialéctica muy potente en el patio global entre los partidarios de dos maneras distintas de concebir la estrategia empresarial. Mientras se resuelve, espero en verano, derretidos por el sol, los unos y los otros deberían de llegar aun pacto para proteger a los socios y trabajadores que han perdido en el camino, beneficio y sueldo, consolidando la rentabilidad y el empleo, porque pronostican un frío invierno, deberíamos prepararnos para estar más abrigados y juntos que nunca.


Cualquier cosa no es válida para la supervivencia, la cultura del engaño y del egoísmo no tienen cabida en este momento, ni nunca. Cuando uno logra ver con lucidez el interior de  la empresa, cosa que te proporciona la experiencia, uno siente la necesidad de jubilarse o plantear condiciones de una nueva empresa, no a la moda de no pensar sino preguntar a la gente qué piensa. Mejor sin perder, afina las ideas.

GNV, prejubilado. 

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