lunes, 21 de mayo de 2012

LinKado a la voz del silencio.

“La voz del silencio”.
¿Un libro sagrado?, ¿Una canción romántica?, ¿Una simpleza gabrielando?
“Voy hacer un trato contigo”.
Te garantizo un rato sin Rato, ahuyenta a los mercaderes, y semejante al nadador vete de aquí para allá en la piscina, pero con una meta, esa que tienes olvidada, un momento de serenidad, y si fuera alcanzado también feliz: nadar con el alma.  A cambio aguanta primero mi ansia en la simpleza, luego escucha la canción que te propongo, y terminarás  “LinKado” a un libro. Yo por si aceptas: continuo.


Simpleza:
La voz del silencio es simplemente nuestra voz, la que tenemos en el armario, la que escondemos a los demás por la que nos avergonzamos de ella, de lo que somos sin ser “sinvergüenza”, tan solo oprimidos en esa oscuridad por miedo al que dirán. Muchos (directivos, sindicalistas, políticos, amantes, etc. ), son los que están en el armario, menos los que antes salieron,  casi todos (menos mal o bien para los que quedamos en la oscuridad encerrados), lo digo porque nos dan su ejemplo, y no por “Rato”.

Me estoy apartando de la belleza del lenguaje para no ensuciar mi entrada, pero me esmero todo lo posible para conservar la simbología de lo que pienso y digo.   Harto estoy del gesto de ese dedo sobre mis labios  que impone  mi silencio, como si mi silencio fuera la ausencia de conocimiento, de tener una música propia, de reprimir o acceder a ese mundo luminoso, poderoso y bello, ese silencio que es el centro de donde surgen todas las creaciones y el amor.

Sin embargo no saben esos (los que nos metieron en el armario) que nosotros descubrimos en el silencio un camino a recorrer y una ruta indispensable. En este sentido cabe proponer el libro “La vía del silencio” de Omraam Mikhaël Aïvanhov, del que extraigo tan solo una frase:

“Si vaciáis el agua de un recipiente, entrará aire, si vaciáis el aire, entrará éter... Cuando intentamos hacer el vacío, la materia es substituida cada vez por una materia más sutil. Del mismo modo, cuando logramos expulsar los pensamientos, los sentimientos y los deseos inferiores, irrumpe la luz del espíritu: a partir de ese momento, vemos y sabemos”.

¡Algún día saldré ilusionado y pletórico, por mi cuenta o contigo, del estrecho armario económico, laboral, político, o social!.

Canción:
La voz del silencio es una canción que expresa la entrañable ternura del amor. Narra los sueños que un día perdí, y al escuchar una voz silenciosa logra romper el olvido para despertar la ilusión de buscarlo. La encharcaría si yo fuera su voz, por lo que te dejó mejor la letra de Paolo Limiti:

“La voz del silencio”

Quisiera estar un poco a solas
con los sueños que perdí

Y del misterio del silencio
una voz viene hasta mí
y cobran vida a muchas cosas
que olvidadas ya creí
que están en tu voz

Yo que te quiero tanto
bendigo este silencio
que vuelve a darme la ilusión perdida
retornan a mi alma
las horas de ternura
que junto a ti más disfruté

Por ella sé la inmensa pena
de saber lo que es perder
y es siempre tu voz
que llega de la ausencia
envuelta en el silencio
a refugiarse dentro de mis venas

En la voz del silencio
encuentro nuevamente
el ansia loca de buscarte
ilusionado y de morir
en la ternura  de tu amor
en la ternura de tu amor
……..

No te queda otro remedio que escucharla si quieres calmar tu ansia, por eso te dejo el link de la canción cantada por una magnifica voz, “Andrea Bocelli”:



Libro:
La voz del silencio es un libro de los de verdad, y lo digo por la ”verdad” que encontré en él, por ella. Abrí los ojos al fin para leer un libro que me valió la pena llegar a comprenderlo. Más tampoco serán mis palabras las que emborronen este libro sagrado que escribió Helena Blavatsky, dedicado a los “pocos”, como dice en el prefacio, páginas entresacadas del “Libro de los Preceptos de Oro”, una de las obras básicas para los estudiosos del misticismo. Por ello, te guío a su link para que lo bajes, mientras te engatuso con algún fragmento, ya que también es un honor tenerlo en mi blog:

Antes de que el alma sea capaz de comprender y recordar, debe estar unida con el Hablante silencioso, de igual modo que la forma en la cual se modela la arcilla, lo está al principio con la mente del alfarero.
Porque entonces el alma oirá y recordará. Y entonces al oído interno hablará
 LA VOZ DEL SILENCIO,
 y dirá:
Si tu alma sonríe mientras se baña en la luz del Sol de tu vida; si canta tu alma dentro de su crisálida de carne y materia; si llora en su castillo de ilusiones; si pugna por romper el hilo argentino que la une al MAESTRO sabe, discípulo, que tu alma es de la tierra”.

Y ya para terminar extraeré una última frase muy esclarecedora y concluyente:
“¡Mira! Tú has llegado a ser la luz, tú te has convertido en el Sonido, Tú eres tu Maestro y tu Dios. Tú eres TU MISMO, el objeto de tus investigaciones, la incesante “voz” que resuena a través de las eternidades, libre de cambio, exenta de pecado, los siete sonidos en uno solo, la “VOZ DEL SILENCIO”.

Esta vez me he esmerado todo lo posible por escribir en “silencio”, dejándote  “Lin-Kado”, mientras, yo seguiré mudo en el armario ¡Gabrielando!.

3 comentarios:

  1. La foto final es de la olimpica española Gemma Mengual, la sirena de Barcelona.

    Ti portare`soprattutto il silenzio e la pazienza. La cura - Franco Battiato.
    (Te donaré, sobre todo el silencio y la paciencia)

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    1. Tienes, entre otras, una cualidad que me maravilla, y que para los docentes es pieza clave:
      1.- Invitas a seguir la pista de tus escritos. Ir un poco mas allá de donde tú has llegado. Vamos, casí como ganarte en unos 100 metros de piscina, pero no por ganar, sino por saber sí hay algo más allá de la bañera.
      Escucharé la canción y buscaré el libro.
      ..... y te contaré hasta donde llego.
      gracias

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  2. Más allá de la bañera, me encanta la expresión y es muy acertada. Sobre todo hoy día de canarias, no acordaremos de los canarios no residentes

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