jueves, 1 de noviembre de 2012

En honor a Saint-Saëns



En honor a Camille Saint-Saëns, ¡la verdad es que solamente es una disculpa!, igual que lo era cuando en sus estancias invernales  sus amigos Maestro Valle y Tejera aprovechaban la ocasión para celebrar generosamente y altruistamente un concierto en beneficio de una  buena acción social, que además les reportaba la ventaja de ser criticado por el más ilustre compositor de la época y aprender así de sus enseñanzas y consejos, al tiempo para disfrutar de la interpretación de una música que aspira a la perfección.
Recordar y reconocer a Monsieur Sannois (era como se hacía llamar para pasar de incógnito), es  poner en valor a toda la sociedad palmense de la época áurea (1850 a 1936) –a mi juicio- de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. El nivel intelectual de sus habitantes y su capacidad de organización dan como fruto el nacimiento de instituciones y  sociedades, hoy ya centenarias, como es el caso la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria, que desde 1845 viene desarrollando en el sublime arte de la música, una labor digna de agradecimiento y prestigio para la ciudad; o perdurar en el tiempo el Hospital de San José en la calle Padre Cueto con fachada a  la playa de Las Canteras, gracias al encomiable empeño del doctor Bartolomé Apolinario y al beneficio de estos conciertos en honor al  compositor francés, acogiendo y dando asilo a los pobres y más desfavorecidos.

Comenzaré con una breve biografía -base Wikipedia-, nació el 9 de octubre de 1835 en París. Fue un niño prodigio,
 hizo su debut como pianista con tan sólo 10 años de edad. Cursó estudios de órgano y armonía en el conservatorio de París. Fue un virtuoso pianista y también un excelente improvisador al órgano. Estudioso de la geología, la arqueología, la botánica y la entomología, además de excelente matemático. 

Autor de artículos sobre acústica, ciencias ocultas, escenografía teatral en la Roma Antigua e instrumentos antiguos. Fue miembro de la Sociedad Astronómica de Francia. Autor de una obra filosófica (Problemas y misterios), un volumen de poesía (Rimes familières) y la comedia (La crampe des écrivains). En el año 1853 compone su primera sinfonía y de 1858 a 1877 fue organista en la iglesia de la Madeleine de París. Autor de la ópera Sansón y Dalila (1877). Autor de 5 conciertos para piano y 3 para violín. Entre sus obras destacan también los poemas sinfónicos La rueca de Omfalia (1871), Faetón (1873), La juventud de Hércules (1873) y la Danza macabra (1874), la Sinfonía nº 3 en do menor (1886) para órgano, piano y orquesta y la suite para orquesta con dos pianos El carnaval de los animales (1886).
 Camille Saint-Saëns falleció el 16 de diciembre de 1921 en Argel.


Para ganarse la vida, en su juventud empezó a trabajar como organista en la iglesia de Saint-Merry, sus improvisaciones encandilaron al público parisino y le granjearon el elogio de Liszt, que acudió a escucharle y que luego diría que Saint-Saëns era el "más grande organista del mundo". Conoció a Richard Wagner cuando actuaba como pianista en la Ópera de París en una presentación de Tannhäuser. Wagner quedó encantado con aquel joven pianista que tocaba a primera vista con tanta facilidad y comprensión su complicada obra. Wagner diría algunos años más tarde que Saint-Saëns era "el más grande compositor francés vivo".
En un viaje a Rusia, con motivo de una serie de conciertos benéficos, se encontró con Piortr Ilich Chaikovski, con quien bailó un ballet improvisado en el propio conservatorio. El hermano de Chaikovski, escribió:
“Como jóvenes, ambos no sólo estaban muy atraídos por el ballet, sino que además también tenían cierto talento natural para ese tipo de danza. Así que una vez, queriendo mostrar su arte el uno al otro, realizaron en el escenario del teatro del conservatorio un pequeño ballet completo, Galatea y Pigmalión. Saint-Saëns era Galatea, e interpretó el rol de la estatua con una notable aplicación, y Chaikovski hizo el papel de Pigmalión.”
Modest Chaikovski

A pesar de su manifiesta inclinación sexual hacia los hombres, a los 40 años de edad, conoció a una joven de 19 años, Marie-Laure Truffot. Nada más casarse, declaró que estaba demasiado ocupado para realizar el viaje de novios e instaló a su esposa en un apartamento en París, bajo la tutela directa de su propia madre. De alguna manera tuvieron dos hijos, André y Jean-François. El primero falleció a los dos años de edad, al caer desde una ventana de su apartamento de la rue Monsieur-le-Prince, situada en un cuarto piso. Marie, por la tristeza, fue incapaz de seguir alimentando al pequeño Jean-François y le envió con su madre. Seis semanas más tarde, el bebé, de sólo siete meses, falleció, incapaz de superar una malaria. Saint-Saëns culpó a Marie de ambas muertes. Tres años más tarde —a la vuelta de una de sus escapadas al exterior—, le escribió diciéndole que nunca más volvería a vivir con ella.
La presencia de Camile Saint- Saints en Las Palmas de Gran Canaria entre 1889 y 1909 esta perfectamente documentada por Nicolás Díaz-Saavedra y de Morales, por lo tanto les remito a este libro "SAINT-SAËNS EN GRAN CANARIA" publicado por la Real Sociedad Económica de Amigos del  País de Las Palmas de Gran Canaria,  donde recoge  con gran cantidad de detalle las siete temporadas de invierno que paso en nuestra tierra, engrandeciéndola con su presencia no solo por la segura promoción turística de la Isla en Francia, además del honor que representa, sino por lo que supuso de estimulo social y cultural  para los grancanarios. Por lo que tan solo me referiré en esta ocasión a dos simples motivos relacionadas con mi familia, la primera con mi bisabuelo  Bernardino Valle Chinestra  y la segunda con mi abuelo Bernardo Navarro de la Torre.


Foto del libro "Historia de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas" de Lothar Siemens.
Créanme que hasta ahora mantenía dudas sobre la influencia de Saint-Saëns en la obra del romántico Maestro Valle,  no sería en su estilo de música pero si en conocer de primera mano la música que se hacía en Europa, y sobre todo de sus amigos Lizt, Wagner y a mi juicio de su principal influencia musical, la de Chaikovski. Ya me gustaría que alguien que sepa los comparase musicalmente; me encanta Chaikovski, pero Valle no tiene nada que envidiarle, y no es pasión de bisnieto. Igual que Valle, en sus largas conversaciones, lo documentaba sobre la música española -del que se consideraba gran conocedor-, y le daba noticias de su común amigo y admirado, Tomás Bretón, de su “Verbena de la Paloma” y de la “Dolores”. 
Las obras de Saint-Saëns han sido calificadas como lógicas y limpias, profesionales y nunca excesivas, un compositor de música elegante y técnicamente sin defectos, pero poco inspirada. Yo no me atrevo ha calificarla después de expresar su opinión los entendidos, y por lo tanto me ajustaré a la opinión que más estimo y aprecio, la que escribió el propio Bernardino Valle Chinestra en el Diario de Las Palmas, estudioso de su música y de su talento, al que tenía en gran consideración y respeto, y que disfrutaba de su sincera y desinteresada amistad en sus descansos invernales en Gran Canaria, sino también porque sería lo que a mi me hubiese gustado poder decirle hoy a Mr. Saint-Saëns:
(….)
 “Me intimidaría hacer un juicio critico de esa solemnidad musical y mucho más aquilatar el mérito artístico del sabio compositor, orgullo de la Francia y representación viva del progreso musical contemporáneo. Y puesto que en este concepto está considerado Mr. Saint-Saëns por los más reputados críticos de Europa, en esa altura hemos de contemplarle, bien a satisfacción nuestra, los que no somos sino simples admiradores.
Me propongo tan sólo exponer como pueda mis impresiones; dar rienda suelta a mi pasión artística; permitir exteriorizarse por el entusiasmo impulsos que la admiración suspende y comunicar a los demás latidos que la fuerza mágica del artista ha logrado despertar en mí, hiriendo con su lenguaje misterioso las fibras dormidas del sentimiento.
(….)
¡El Valse Canariote! , ¡ah! …., el Valse Canariote no fotografía solamente al artista; para los que vivimos en estas Islas Afortunadas nos muestra de cuerpo entero toda la preclara figura del gran maestro francés bajo el incognito nombre de don Carlos Sannois con su bellísimo carácter, su gran corazón, su cariñosa amistad y su afable trato.
Dedicada esta poética, cuanto apasionada composición, a una aventajada discípula mía de Las Palmas, quiso demostrar con eso la simpatía y afecto que guardaba en su corazón para esta tierra querida; y perpetuar con los primeros compases y estilo de la malagueña canaria, que aquí residía, en la población más culta del mundo.
Hombre, todo corazón, el maestro Saint-Saëns, por el impulso espontáneo de su voluntad, ha querido poner su talento al servicio de una obra benéfica, proporcionado con ello a los habitantes de Las Palmas ocasión de escuchar un concierto, del cual se conservará eterna memoria, acompañada de bendiciones por las generaciones presentes y futura, que verán esculpido su ilustre nombre en el hermoso Gran Teatro de Las Palmas, símbolo del patriotismo y entusiasmo artístico de Gran Canaria.”
BERNARDINO VALLE
Las Palmas, 27 de febrero de 1897.

En el Teatro Pérez Galdós se celebró el pasado 30 de octubre, un concierto homenaje a Camile Saint-Saëns,  en el programa figuró el “Panis Angelicus” dedicado al tenor amateur grancanario, Bernardo Navarro de la Torre para que la cantará el día del Corpus Cristi en la Catedral de Las Palmas, y que también fuera interpretada en 1935, en el concierto-celebración del centenario de Saint-Saëns , en su forma original con orquesta de cuerda. Fue una oportunidad única escuchar esta pieza, por la calidad del compositor (Saint-Saëns), por el magnífico tenor (Juan Antonio Sanabria),  por el excelente coro y orquesta (Mateo Guerra), por el director (Luis García), pero también por la emoción de compartir una obra dedicada en un gesto de generosidad y cariño a mi abuelo (Bernardo Navarro de la Torre). Por ello le doy las gracias a todos ellos y en especial a la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria por su programación y organización del concierto homenaje a Camile Saint-Saëns. Les tengo que decir -para los curiosos- que el desconocido tenor amateur era nuero de Maestro Valle, ya que estaba casado con su segunda hija, doña Concepción Luz Valle Gracia, ¡mis abuelos paternos!
Coincido plenamente con don Nicolás Díaz-Savedra, al afirmar que Las Palmas de Gran Canaria debe honrarse honrando a quien nombró su hijo adoptivo. Una  manera de hacerlo sería mediante la organización de una charla-concierto cada 9 de octubre para conmemorar el aniversario de su nacimiento o bien como dice don Nicolás, la organización de un Festival Saint-Saéns como parte integrante de un más amplio Festival de Música de Canarias, que sin lugar a dudas podría llegar a ser un motivo de atracción para importantes sectores de la afición musical del mundo, sobre todo si se celebra recordando aquellos hermosos inviernos en Gran Canaria de Monsieur Sannois.
Gabriel Navarro Valdivielso
Descendiente de amigos de Monsieur Saint-Saëns y seguidor del Maestro.


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