Cuesta
menos sonreír que explicar la tristeza, pero me encuentro abatido y ni siquiera
los rendidos músculos faciales se esfuerzan por disimularlo. Si lucho sé que puedo
perder, pero sin luchar todo estará perdido. Lo malo es que no sé realmente el
motivo del decaimiento, bueno sí lo sé, o creo saberlo, pero prudentemente no
lo desvelaré.
¡Vamos,
arranca que no tenemos todo el día!
Cada uno
sabe sus cosas y no es cuestión de estar delegando las penas, cada uno que
aguanté su mono ¿Qué fácil dar consejos? ¿Qué difícil seguir la receta?
Las
exigencias de una dieta sana me lleva a la locura ¿qué absurdo? Bueno, voy a
contar algo. Hoy fui al cardiólogo para la revisión anual de mis “stents”, los llevo en las arterias desde
hace ya ocho años, sin mayor problema. A pesar de que el electro y la tensión
arterial dieron resultados satisfactorios, la doctora que sustituía al titular,
despiadadamente arremetió contra mi comportamiento al final del inquisidor
interrogatorio.
- ¿Usted ha
fumado?
- Algunos
días, en ocasiones especiales, ... unos pitillos sociales.
- Por la
tos que tiene, estas Navidades ha tenido muchos días especiales.
- Lo justo
para pasar el rato.
- ¿Se tomó
las medicinas?
- Los días
que me acordaba. La del colesterol y el “adiro”
... casi siempre, ... cuando me siento mal.
Con una
mirada desafiadora, sacó toda la pólvora dialéctica para acojonarme. Y
sentenció:
Le mando lo
mismo, no fumar y tomarse estas pastillas todos los días. Le pongo nueva cita
para el próximo año. No me haga perder el tiempo con usted, ¡si no hace caso...
!
¡Buenos
días!
¡Buenos días!
¡Buenos días!
¡Es el
protocolo!, lo cumplió rigurosamente; ¡por lo mío que no se muera!, está
advertido y el que avisa no es culpable. No le quitó la razón, pero eso lo
tengo muy repetido, todos los días, por gente que me quiere, sin tanta acritud,
y espero que lo sigan haciendo. Ingenuamente creí que al toser le estaba
pidiendo ayuda médica para dejar de fumar, no para hundirme en una depresión.
A veces
pienso que fumo para sentir dolor, para flagelarme por mis pecados como sí
cumpliera la penitencia de mis males. Lo de no tomar las pastillas es por
gandul o quizás por falta de convencimiento en la química farmacéutica. No son
disculpas válidas, aunque me lleva a buscarme la vida con una solución
alternativa que me cure este jodido catarro sin recurrir a la medicina oficial.
Es mi coco lo que no anda bien, y yo tampoco voy con bronca médica, prepotente rayada de soberbia, movida por la interesada industria farmacéutica, por eso,
recurriré a mis "piedras mágicas" para meditar una posible solución.
¡Qué bonita esta piedra! Es mi color preferido, se parece al color turquesa de las guaguas de Global, o mejor, al color índigo de los ojos de mi “Billo”. De este mineral se dice que favorece la curación en problemas de huesos, de tiroides y los relacionados con las vías respiratorias. La "angelita" posee una conexión con el chakra de la garganta, así que puede ser una buena aliada en la curación de cualquier problema de salud relacionado con ella. Además se la considera una piedra muy positiva que promueve la paz y la fraternidad.
¡Qué bonita esta piedra! Es mi color preferido, se parece al color turquesa de las guaguas de Global, o mejor, al color índigo de los ojos de mi “Billo”. De este mineral se dice que favorece la curación en problemas de huesos, de tiroides y los relacionados con las vías respiratorias. La "angelita" posee una conexión con el chakra de la garganta, así que puede ser una buena aliada en la curación de cualquier problema de salud relacionado con ella. Además se la considera una piedra muy positiva que promueve la paz y la fraternidad.
La "angelita o anhidrita" no sustituye
ningún tratamiento convencional, pero es
muy usada en gemoterapia para lograr beneficios saludables, por eso esta piedra
te podrá ayudar a:
Eliminar
bloqueos emocionales, sobre todo el rencor.
Promover la
compasión y la comprensión.
Mejorar las
habilidades de pensamiento.
Aliviar el
dolor psicológico.
Facilitar
la conexión con el mundo espiritual.
Esta "angelita" la he convertido en un
angelical colgante, con alas y todo, por supuesto engarzado en plata
de ley; he creado unos preciosos pendientes y un colgante muy sencillo, el resultado me complace. Con
mi piedra natural, no he tosido más. Aunque es muy probable que esto suceda como
efecto placebo. Si una persona piensa qué una piedra u otro objeto le ayudará a
sentirse mejor o le dará suerte, es probable que se sienta más confiado y
positivo y esto mismo logre que las cosas mejoren y produzcan un mayor
bienestar y felicidad.
Yo tú la
compraba, o desearía que alguien me la regalará para no gastarme el dinero en
médicos. ¡Mi niño, dame una alegría!
Dicen los “expertos” que no hay una receta mágica para combatir la depresión. En el ser humano hay
una tendencia natural a justificar las cosas, solo cuando tenemos una
explicación de lo que sucede nos sentimos mejor, ya que así podemos orientar
nuestra conducta, por eso se tiende a buscar una justificación, una causa o
motivo de la enfermedad, y una vez "localizado", se trata de animar
al enfermo a superar la supuesta causa, pero normalmente solo se conseguirá agobiarle,
ya que él no sabe lo que le pasa, y los argumentos de los demás le abruman y le
demuestran que no le entienden.
El “deprimido” manifiesta que no le sirven los argumentos, ni las explicaciones
intelectuales. Estamos ante una alteración del estado de ánimo, y el ánimo
tiene que ver con el mundo afectivo; ese será el camino más adecuado para
ayudarle; hacerle sentir que se le quiere y que se le necesita.
Hacer ésto sin agobiar es un arte. Yo humildemente aquí lo he intentado con
todo mi amor, y además, he encontrado la razón por la que dejar de fumar…, ¡por
ahora!
Pues como voy a estar por esas tierras en Mayo, a ver sí te da tiempo de prepararme a mi tambien una "angelita", ya que de vez en cuando me quejan los mismos males. No los de la tos, sino lo de que tengo que hacer algo más para cuidarme. Vamos, que todavia no me quiero ir para el otro barrio, aunque sé que está lleno de buena gente.
ResponderEliminarUn poco tarde...pero es que te acabo de leer. ¿Y como va tu coco ahora?. Si te va bien, puedes seguir olvidándote de las medicinas ALGUN DIA, e incluso, echarte un purito en las grandes celebraciones. Si sigues con el bajón, echa mano de los que tienes cerca y no te calles. A lo mejor te sorprendes de cuanta gente está dispuesta a echarte una mano.
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