jueves, 2 de mayo de 2013

Don Emilio Valle Gracia


...—CUÉNTANOS ALGO DE TU VIDA, ABUELO —ME DICE LA NIETA MAYOR—, ALGO LEJANO Y SENCILLO QUE ILUMINE TU RECUERDO Y NOS HABLE AL CORAZÓN...

Así dedicó Emilio Valle Gracia su "Cuaderno de Recuerdos Triviales", y así comenzó su relato:

"Nací en un disminuido y recoleto rincón de Vegueta en esta tan querida Isla de Gran Canaria: la calle de "La Gloria". Fue ello el 2 de mayo de 1891; ..."

Luego nos cuenta sus peripecias anecdóticas y la miscelánea isleña. Su cobijo a los seis años de edad en Teror mientras transcurría la Guerra de Cuba por temor a una invasión de las fuerzas  norteamericanas, o su estancia en la embrujada ciudad de Granada donde estudió Derecho, y que con la vehemente adhesión propia de la adolescencia fueron buena muestra de la sensibilidad, la inteligencia y el señorío del dotado joven pianista.
Este libro lo conservo gracias a mi suegro que lo rescató al observar que tenía en el interior  una cariñosa dedicatoria manuscrita por el autor dirigida a mi padre, salvándolo de la segura quema en la inquisidora hoguera de la limpieza de un abandonado almacén. Pero también asimismo por su entrañable y agradable lectura, la cual me produjo una intensa huella emocional que aún perdura, igual a la misma que él expresó al escuchar los sonetos de su amigo y admirado poeta Tomás Morales.

Más de medio siglo de actuación en un despacho de abogado produce un caudal perenne de emociones de todo orden, que acaso no admita otra comparación en su trayectoria espiritual que la del sacerdote confesor, según indican sus propias palabras. En su "cuaderno" recuerda dos de estas simpáticas  peripecias que les recomiendo leer. ¡No tengo comisión en la venta del libro!
Siendo Alcalde de Las Palmas (1920-1922) -comenzaría sustituyendo a su hermano don Bernardino Valle Gracia y finalizó al llegar la Dictadura de Primo de Rivera- tuvo la naturales dificultades del cargo, pero cuando "se vio negro" fue en la apurada visita de una embajada de Liberia durante la fiesta del carnaval en el Círculo Mercantil, donde la comitiva fue gentilmente invitada y atacada con bolas de "confettis" como era costumbre popular, dando en tierra con las gafas del Ministro de Hacienda, mientras él les gritaba: ¡Que son Ministros de Liberia! ... ¡Que son negros de verdad! ...
"Todo acabó bien: aquellas altas personalidades que en Oxford y Cambridge habían configurado su destacada graduación social se integraron rápida y comprensivamente en el general jolgorio y bailaron satisfechos y contentos hasta la madrugada".
Buscando por internet alguna imagen o referencia de don Emilio Valle Gracia, descubro una noticia en las notas de sociedad del diario "La Tarde" que informaba al chismorreo chicharrero de entonces de que "han llegado de Las Palmas, Mr. y Miss Rallard, Miss Watson, don Francisco Alonso Jiménez, don Emilio Valle García, .... ". Se me encendió el soliloquio y la ensoñación heredada de los Valles. A pesar de los errores  cometidos por el  redactor de la crónica al escribir sus apellidos, lo cierto y demostrado históricamente es que Mr. Pollard (propietario del avión (Dragon Rapide) que llevaría a Franco desde Gando (Gran Canaria) a Tetuán (Norte de África) para emprender el "Alzamiento Nacional"),  viajó a Tenerife con un grupo de ingleses y españoles monárquicos con el fin de entrevistarse en secreto con un médico militar de la total confianza de Francisco Franco en la clínica Costa.


¿Emilio Valle García fue realmente Emilio Valle Gracia o no fue un error en el segundo apellido? ¿Fue una casualidad coincidir en el barco con Mr. Pollard, o no eran ellos? ¿Para qué viajaría don Emilio Valle G. a Tenerife, cuatro días antes de la sublevación? ¿Acompaño el tal Emilio Valle al agente secreto ingles Hugh Pollard a las reuniones  mantenidas con los ayudantes de Franco para recibir instrucciones....?
Me quedé en la duda del extraño acontecimiento, y pensé: iría a lo mejor en calidad de abogado al serlo de la comunidad inglesa que residía en Canarias, de intérprete por el perfecto conocimiento que tenía del idioma ingles y de su idiosincrasia, o inexplicablemente como defensor de la restauración de una Monarquía Parlamentaria en España -después dictadura-, cuando sin embargo su hermano Bernardino era un destacado diputado nacional por el Partido Republicano Federal en la Segunda República Española y terminaría en el exilio. ¿Qué misterio? ¿Quién lo sabe? Trato de aclararlo ya que en su "cuaderno de  recuerdos triviales" no comenta estos asuntos. Hasta el momento sólo encontré en un blog titulado "Conciertos y desconciertos", un artículo "Sobre la fecha del encuentro en la clínica Costa", publicado por Miroslav Panciutti, que en las boberías que se le acurren... me abrió algunas pistas inéditas sobre el particular, ... y ¿Me voy aclarando?


Por el interés  que me despertó y por ser fiel a la opinión de los historiadores y del articulista-investigador pongo el enlace al blog de "Conciertos y desconciertos" para que directamente ustedes saquen si quieren sus propias conclusiones y no embarcarles falsamente en mis elucubraciones y confusas creencias personales. ¡Al menos me enteré bien del camino de la sublevación del golpista! Y del viajero Emilio Valle García ¡Nada!
¿Intervino sólo profesionalmente don Emilio en el contrato de alquiler del Dragon Rapide? Guardaría siempre el secreto a su cliente, y yo también ¡lo demás son boberías …!
No conocí al enigmático don Emilio lo suficientemente para poder interpretarlo y me gustaría investigar y saber algo más de él. Sólo lo vi en una ocasión, precisamente cuando  firmó como testigo en la sacristía el día de mi boda, era para mi padre el invitado VIP, el decano en ese momento de la familia Valle, me lo presentó entusiasmado y advertí que se sentía muy orgulloso de este gran hombre. Ello me bastó para quererle e interesarme por él. Por mi árbol genealógico familiar sé que se casó con doña Antonia Ramos del Castillo, agraciada dama de alta alcurnia, bella y culta mujer, con la que tuvo seis hijos, Antonio, Cristina, Mercedes, Pilar, Emilio y Carlos. Falleció serenamente a las 87 años de edad en Las Palmas de Gran Canaria.


No he hablado de sus padres -benditos padres- , mis amados bisabuelos Bernardino y Joaquina  ¡Mi familia diría que es inexplicable! Pero no, he dejado para la traca final lo extraído de un excelente artículo de Carlos Ramírez Suárez en el "Eco de Canarias", el 30/7/1968:
"Es así como se hace Patria. Sacando de los armarios y entregando a la posteridad esos patrimonios espirituales que, más que a los hijos, pertenecen a la Historia. Y haciéndolo cual lo ha hecho Emilio Valle, con generosa y emocionada sencillez, como se entregan los emblemas del honor y del saber, como se entrega el fruto del alma de un padre, que ha de servir de gozo y estímulo a las generaciones venideras". 
¡Y así ocurrió! Lo que sé de Maestro Valle y Joaquina Gracia se lo debo al último de sus once hijos (don Emilio), por la generosa donación que hizo al Museo Canario de aquellos pentagramas de belleza y de exaltación espiritual que brotaron del corazón de su padre, y supongo sencillamente emocionado para rendirle tributo filial de un homenaje eterno. Por eso hoy, compraré una tartita y soplaré una vela por el 122 aniversario de su nacimiento como nota de gratitud y reconocimiento:
¡Felicidades y gracias don Emilio, por estos recuerdos que para mí no han sido triviales!

1 comentario:

  1. Hola! Este es un post bien antiguo, pero justo lo he descubierto hoy por casualidad. Interesante aventura... me resisto a pensar que D. Emilio participara activamente en el levantamiento, durante la guerra estuvo en el campo de concentracion de la isleta y casi que lo tiran por la Mar Fea en Jinámar... pero mi padre siempre habló del Dragón Rapide... que curiosidad despejar esas dudas.

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