sábado, 6 de abril de 2013

Los siete arcángeles.


Por mi nombre, no era de extrañar que me interesara algún día en saber algo sobre los arcángeles, los jefes de los ángeles, la corte espiritual del Todopoderoso, para después configurar un cuerpo y divulgarlo en mi Gabrielando. Tres son aceptados por los católicos: Miguel, Gabriel y Rafael, ¡pero buscando, haber hay más!, Uriel, Chamuel, Zadkiel y Jofiel. ¡Qué curioso, todos  terminan igual! ¿Por qué fueron reconocidos unos y otros no? ¿Qué representan simbólicamente cada uno de ello?
Intentemos despejar estas preguntas, y lo mejor lo dejo para el final.


La Iglesia católica reconoce sólo a los tres arcángeles que tienen nombre y que se encuentran en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael, cuya festividad es el 29 de septiembre.
Cada uno tiene atributos distintos, según su papel en los relatos bíblicos, tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento.
A Gabriel lo conozco de toda la vida, desde que me bautizaron con su nombre. Siempre da la cara, desde que se entera de una cosa la canta, por eso le apodan "el mensajero", dio en primicia la noticia del acontecimiento más relevante de la historia de la humanidad: el nacimiento de Jesús. Se le representa con un mensaje escrito y una flor blanca.
A Miguel lo conozco de mi pueblo, es su patrono como en tantos otros lugares de la tierra, los católicos lo reconocen como el jefe de la pandilla, aunque para los musulmanes es Gabriel; lo cierto es que con su carita angelical y espada celestial en mano, sometió al mismísimo demonio, a Lucifer, su compañero, un arcángel fallido y después caído al infierno. Miguel, jefe de los "ejércitos de Yahvéh", se le representa con armadura, espada y con la balanza del Juicio Final.
A Rafael, le tengo también de cuñado, puedo decir que de siempre se preocupó de la salud de los suyos y en general de la satisfacción y seguridad de los viajeros montados en esta guagua Tierra que se mueve a gran velocidad por su carril en el Universo. Se le representa con un bastón de viajero y un pescado.
Los nombres de los otros cuatro arcángeles, Uriel, Chamuel, Jofiel y Zadkiel, no aparecen en la Biblia, pero se encuentran descripciones de éstos en textos apócrifos, como el Libro de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. En el caso de la Iglesia Copta, además de reconocer a San Miguel, San Rafael y San Gabriel, esta Iglesia reconoce también a San Uriel ("Llama de Dios" o "luz de Dios"). Este ángel aparece mencionado en el Libro de Enoc, el cual es considerado un libro canónico para esta Iglesia.
Cabe destacar que según la doctrina mormona: todos los hombres han vivido una preexistencia, en donde vivían con Dios (su padre) como seres de espíritu (con forma humana, pero perfecta) por lo que un hombre antes de nacer en la tierra es un ángel; y que no existe tal diferenciación entre los humanos y los ángeles como dos razas distintas de seres, sino como seres en distintas etapas de progreso.
Para los musulmanes, los arcángeles no sólo son jefes de los ángeles, sino que son los jefes de los "departamentos" o misiones especiales que Dios les ha encomendado. Además de Miguel, Gabriel y Rafael, consideran a otros siete, por lo que en el islam son diez arcángeles, ven como al más importante a Gabriel y no a Miguel.
En la tradición islámica, Miguel reside en el séptimo cielo y aparece siempre en segundo lugar después de Gabriel, ya que cuando Alá creaba a Adán, envió a Gabriel primero y luego a Miguel para llevar la arcilla de la que sería formado el hombre.

Gabriel, cuyo nombre viene de Gabar- Fuerza y El-Dios. significa hombre de Dios o Dios se ha mostrado fuerte. Gabriel es definido de muchas formas, entre ellas como el ángel de la anunciación, resurrección, misericordia, venganza, muerte y revelación. Además, también es, virtuoso, poderoso, arcángel y se le atribuyen órdenes celestiales. El gobernador de la Luna y del Lunes, el gobernante del Shamayim, el Primer Cielo, son algunos títulos que le atribuyen a Gabriel. En el zodiaco está asociado con Cáncer, a la dirección Oeste, o al elemento Agua; su caballo se llama Haizum.
A los ángeles los podemos invocar o atraer con el poder de los pensamientos y sentimientos positivos. A los siete arcángeles se les asocia a los reflejos de Dios, Dios es Luz y se manifiesta por siete rayos celestiales, al igual que la luz se visualiza con los colores del arco iris. Cada rayo celestial tiene asignada una cualidad o atributo de Dios que queda asociado a uno de los siete arcángeles y le da un color determinado.
Isaac Newton fue quien aportó la clave: la luz es color. En 1665, Newton descubrió que la luz la luz del sol a pasar a través de un prisma, se dividía en varios colores creando un espectro, resultado de la descomposición de la Luz. Cuando llueve y hace sol, las gotas de agua de la lluvia realizan la misma operación que el prisma de Newton y descomponen la luz produciendo los colores del arco iris..., no hay nada como observar la naturaleza, ¿verdad? De esta forma concluyó que la luz blanca no tiene color, pero los contiene todos.


Un siglo después, uno de mis más admirados maestros, Johann W. von Goethe, estudió la reacción humana a los colores, relacionando cada color a determinadas emociones. En su casa-museo, la cual suelo visitar cuando voy a Frankfurt, me llamó la atención una lámina  con un dibujo en el que plasmaba su conocimiento y su sensibilidad frente a la luz. En ella, el blanco es la suma o síntesis de todos los colores, y el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia. Por eso está asociado con la pureza, la fe, con la paz..., quizás por eso también es el color de la rendición y una bandera blanca indica que la lucha ha terminado.

Los arcángeles son seres amorosos que nos brindan su ayuda y amor celestial; nos dan apoyo, luz y fuerza; son protectores de la humanidad, ayudan a la evolución del alma individual y colectiva.
Cada uno de ellos tiene su propio nivel vibratorio, lo cual se manifiesta en su resplandor de color particular:
• Arcángel Gabriel: luz y fuerza divina ; su rayo es blanco
• Arcángel Miguel: luz y protección divina; su rayo es azul
• Arcángel Rafael : luz y curación divina; su rayo es verde.
• Arcángel Uriel: luz , paz y provisión divina; su rayo es oro-rubí
• Arcángel Jofiel: luz y sabiduría divina ; su rayo es amarillo dorado
• Arcángel Chamuel: luz y amor divino; su rayo es rosado
• Arcángel Zadkiel: luz, perdón y transmutación divina; su rayo es violeta


Los siete arcángeles nos ayudan iluminando nuestra mente. Nos facilitan la comprensión de la divinidad que se halla en cada uno de nosotros, y en todo lo que nos rodea. Alimentan nuestras almas de luz para que nuestras experiencias humanas sean bañadas de amor divino y puedan entonces trascender y ascender significativamente. Su ayuda sana profundamente el temor, el dolor, la ira y todas las emociones que necesitan de transformación para que pueda brillar la luz de nuestra verdadera esencia espiritual. Cuando aceptamos su presencia en nuestra vida estamos invitando a que se manifiesten en ella, ese fue el verdadero motivo de inspiración para la creación de este collar:


Es una exclusiva. ¡No me lo pidan, ya lo he regalado! Nunca será importante el precio del angelical collar, comparado con el incalculable valor de la persona elegida para llevarlo. Quedo recompensado tan sólo con ver que le ha gustado, y además feliz por creer que los siete arcángeles siempre la protegerán y la iluminarán con sus rayos de luz. 

2 comentarios:

  1. No me han dejado de acompañar nunca los Angeles.... y además les mando recado de guardar, proteger, mimar, ayudar, consolar, cuando quien sea, familiar o amigo, se despide de mi o está lejos. Son recuerdos de infancia, transmitidos a mis hijos. Igual que haces tú en cada entrada a este blog.

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  2. Totalmente de acuerdo, siempre me llamó la atención una parte de la biblia dónde se menciona que hay siete arcángeles que visitan permanente a Dios.

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