Por mi nombre, no era de extrañar que me
interesara algún día en saber algo sobre los arcángeles, los jefes de los
ángeles, la corte espiritual del Todopoderoso, para después configurar un
cuerpo y divulgarlo en mi Gabrielando. Tres son aceptados por los católicos:
Miguel, Gabriel y Rafael, ¡pero buscando, haber hay más!, Uriel, Chamuel,
Zadkiel y Jofiel. ¡Qué curioso, todos
terminan igual! ¿Por qué fueron reconocidos unos y otros no? ¿Qué
representan simbólicamente cada uno de ello?
Intentemos despejar estas preguntas, y
lo mejor lo dejo para el final.
La Iglesia católica reconoce sólo a los
tres arcángeles que tienen nombre y que se encuentran en la Biblia: Miguel,
Gabriel y Rafael, cuya festividad es el 29 de septiembre.
Cada uno tiene atributos distintos,
según su papel en los relatos bíblicos, tanto del Antiguo, como del Nuevo
Testamento.
A Gabriel lo conozco de toda la vida,
desde que me bautizaron con su nombre. Siempre da la cara, desde que se entera
de una cosa la canta, por eso le apodan "el mensajero", dio en
primicia la noticia del acontecimiento más relevante de la historia de la
humanidad: el nacimiento de Jesús. Se le representa con un mensaje escrito y
una flor blanca.
A Miguel lo conozco de mi pueblo, es su
patrono como en tantos otros lugares de la tierra, los católicos lo reconocen
como el jefe de la pandilla, aunque para los musulmanes es Gabriel; lo cierto
es que con su carita angelical y espada celestial en mano, sometió al mismísimo
demonio, a Lucifer, su compañero, un arcángel fallido y después caído al
infierno. Miguel, jefe de los "ejércitos de Yahvéh", se le representa
con armadura, espada y con la balanza del Juicio Final.
A Rafael, le tengo también de cuñado,
puedo decir que de siempre se preocupó de la salud de los suyos y en general de
la satisfacción y seguridad de los viajeros montados en esta guagua Tierra que
se mueve a gran velocidad por su carril en el Universo. Se le representa con un
bastón de viajero y un pescado.
Los nombres de los otros cuatro
arcángeles, Uriel, Chamuel, Jofiel y Zadkiel, no aparecen en la Biblia, pero se
encuentran descripciones de éstos en textos apócrifos, como el Libro de Enoc,
el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. En el caso de la Iglesia
Copta, además de reconocer a San Miguel, San Rafael y San Gabriel, esta Iglesia
reconoce también a San Uriel ("Llama de Dios" o "luz de
Dios"). Este ángel aparece mencionado en el Libro de Enoc, el cual es
considerado un libro canónico para esta Iglesia.
Cabe destacar que según la doctrina
mormona: todos los hombres han vivido una preexistencia, en donde vivían con
Dios (su padre) como seres de espíritu (con forma humana, pero perfecta) por lo
que un hombre antes de nacer en la tierra es un ángel; y que no existe tal
diferenciación entre los humanos y los ángeles como dos razas distintas de
seres, sino como seres en distintas etapas de progreso.
Para los musulmanes, los arcángeles no
sólo son jefes de los ángeles, sino que son los jefes de los
"departamentos" o misiones especiales que Dios les ha encomendado.
Además de Miguel, Gabriel y Rafael, consideran a otros siete, por lo que en el
islam son diez arcángeles, ven como al más importante a Gabriel y no a Miguel.
En la tradición islámica, Miguel reside
en el séptimo cielo y aparece siempre en segundo lugar después de Gabriel, ya
que cuando Alá creaba a Adán, envió a Gabriel primero y luego a Miguel para
llevar la arcilla de la que sería formado el hombre.
Gabriel, cuyo nombre viene de Gabar-
Fuerza y El-Dios. significa hombre de Dios o Dios se ha mostrado fuerte.
Gabriel es definido de muchas formas, entre ellas como el ángel de la
anunciación, resurrección, misericordia, venganza, muerte y revelación. Además,
también es, virtuoso, poderoso, arcángel y se le atribuyen órdenes celestiales.
El gobernador de la Luna y del Lunes, el gobernante del Shamayim, el Primer
Cielo, son algunos títulos que le atribuyen a Gabriel. En el zodiaco está
asociado con Cáncer, a la dirección Oeste, o al elemento Agua; su caballo se
llama Haizum.
A los ángeles los podemos invocar o
atraer con el poder de los pensamientos y sentimientos positivos. A los siete
arcángeles se les asocia a los reflejos de Dios, Dios es Luz y se manifiesta
por siete rayos celestiales, al igual que la luz se visualiza con los colores
del arco iris. Cada rayo celestial tiene asignada una cualidad o atributo de
Dios que queda asociado a uno de los siete arcángeles y le da un color
determinado.
Isaac Newton fue quien aportó la clave:
la luz es color. En 1665, Newton descubrió que la luz la luz del sol a pasar a
través de un prisma, se dividía en varios colores creando un espectro,
resultado de la descomposición de la Luz. Cuando llueve y hace sol, las gotas
de agua de la lluvia realizan la misma operación que el prisma de Newton y
descomponen la luz produciendo los colores del arco iris..., no hay nada como
observar la naturaleza, ¿verdad? De esta forma concluyó que la luz blanca no
tiene color, pero los contiene todos.
Un siglo después, uno de mis más admirados maestros, Johann W. von Goethe, estudió la reacción humana a los colores, relacionando cada color a determinadas emociones. En su casa-museo, la cual suelo visitar cuando voy a Frankfurt, me llamó la atención una lámina con un dibujo en el que plasmaba su conocimiento y su sensibilidad frente a la luz. En ella, el blanco es la suma o síntesis de todos los colores, y el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia. Por eso está asociado con la pureza, la fe, con la paz..., quizás por eso también es el color de la rendición y una bandera blanca indica que la lucha ha terminado.
Los arcángeles son seres amorosos que nos brindan su ayuda y amor celestial; nos dan apoyo, luz y fuerza; son protectores de la humanidad, ayudan a la evolución del alma individual y colectiva.
Cada uno de ellos tiene su propio nivel
vibratorio, lo cual se manifiesta en su resplandor de color particular:
• Arcángel Gabriel: luz y fuerza divina
; su rayo es blanco
• Arcángel Miguel: luz y protección
divina; su rayo es azul
• Arcángel Rafael : luz y curación
divina; su rayo es verde.
• Arcángel Uriel: luz , paz y provisión
divina; su rayo es oro-rubí
• Arcángel Jofiel: luz y sabiduría
divina ; su rayo es amarillo dorado
• Arcángel Chamuel: luz y amor divino;
su rayo es rosado
• Arcángel Zadkiel: luz, perdón y
transmutación divina; su rayo es violeta
Los siete arcángeles nos ayudan
iluminando nuestra mente. Nos facilitan la comprensión de la divinidad que se
halla en cada uno de nosotros, y en todo lo que nos rodea. Alimentan nuestras
almas de luz para que nuestras experiencias humanas sean bañadas de amor divino
y puedan entonces trascender y ascender significativamente. Su ayuda sana
profundamente el temor, el dolor, la ira y todas las emociones que necesitan de
transformación para que pueda brillar la luz de nuestra verdadera esencia
espiritual. Cuando aceptamos su presencia en nuestra vida estamos invitando a
que se manifiesten en ella, ese fue el verdadero motivo de inspiración para la
creación de este collar:
No me han dejado de acompañar nunca los Angeles.... y además les mando recado de guardar, proteger, mimar, ayudar, consolar, cuando quien sea, familiar o amigo, se despide de mi o está lejos. Son recuerdos de infancia, transmitidos a mis hijos. Igual que haces tú en cada entrada a este blog.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, siempre me llamó la atención una parte de la biblia dónde se menciona que hay siete arcángeles que visitan permanente a Dios.
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